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El economista César Villalona informa del debate y las propuestas al Salario mínimo. Foto Diario Co Latino/Francisco Elías Valencia.

Sobre las propuestas de aumento al salario mínimo

Francisco Elías Valencia
@fe_valencia

El ajuste al salario mínimo se comenzó a discutir en la mesa tripartida llamada también Consejo Nacional del Salario Mínimo. Como César Villalona pertenece a esa mesa, hospital case conversaremos con él sobre este  tema.

– César, mind ¿cómo va el proceso en el Consejo Nacional del Salario Mínimo?

En el Consejo se recibieron 11 propuestas de ajuste salarial. La mayoría son de organizaciones sindicales, pero también hay de algunas ONG, de la ANEP, de una organización de microempresarios y del gobierno. Varias organizaciones sindicales y ONGs proponen un ajuste salarial de hasta 300 dólares para el sector agropecuario y de 300, 400 y hasta 500 dólares para las empresas del área urbana.

La ANEP y el gremio de microempresas apenas plantean un aumento de 3% en el año 2016, 3% en 2017 y 3% en 2018.

El gobierno propone 250 dólares para el campo y 300 dólares para las empresas del área urbana.

Actualmente, las canastas mensuales de bienes y servicios para cubrir el costo de la vida cuestan 292 dólares en el campo y 403 dólares en el área urbana. Si bien la propuesta del gobierno no llega a esos montos, establece un aumento muy grande con respecto a los actuales salarios mínimos, que en la ciudad son de 252 dólares en el comercio y los servicios 246 dólares en las industrias y 211 en las maquilas, y en el campo oscilan entre 98 y 171 dólares, o sea, son de miseria.

Los aumentos que propone el gobierno son muy elevados, pero se apegan al criterio de progresividad que establece el Plan Quinquenal, o sea, no buscan que en un solo año los salarios mínimos lleguen a cubrir el costo de la vida, sino acercarlos a dicho costo, con miras a cubrirlo en el futuro cercano. Los aumentos en el área urbana son de alrededor de 20% en comercio, servicio e industria y 42% en las maquilas. Un ajuste en esos porcentajes y en un solo año nunca se ha hecho. En el campo el aumento que propone el gobierno es mucho mayor, de más de 100% en algunos rubros, como los cereales, las hortalizas, la corta y los beneficios de azúcar y la corta de algodón. En el cultivo de café el aumento sería de 94%.

– ¿Y qué pensás del aumento que proponen la ANEP?

El algo verdaderamente penoso. Un 3% en el comercio y servicios sería 7 dólares con 50 centavos al mes. En la industria serían 7 dólares y en las maquilas, donde el gobierno quiere un aumento de 89 dólares, la ANEP quiere 6 dólares, o sea, 20 centavos diarios. En el campo mejor ni comento. Ni dos tortillas diarias comprarían un campesino o una campesina a la que le aumenten el salario mínimo en un 3%.

– ¿Y qué argumenta la ANEP?

Dos cosas, que la inflación en nuestra economía es muy baja y que el aumento gradual de 12% en los últimos tres años tuvo un impacto muy negativo en muchas pequeñas empresas comerciales, de servicios y artesanales.

Es cierto que la inflación en baja, pero lo que establece el artículo 145 del Código Laboral para fijar el salario mínimo no es la tasa de inflación, sino el costo de la vida, o sea, la canasta de bienes y servicios básicos, que está muy por encima de los salarios actuales, como vimos antes. Por eso hay que acercar los salarios a dicha canasta, tal como quiere el gobierno. Solo te pongo este ejemplo. Si a una persona que gana el mínimo en la corta de café (129 dólares) se le aumenta el salario a 250 dólares, como sugiere el gobierno, dicho salario aumentaría en 121 dólares y se acercaría mucho al costo de la vida en el área rural, que es de 292 dólares. Pero si se le aumenta un 3%, como quiere la ANEP, la persona pasaría a ganar 4 dólares más, o sea 133 dólares al mes. ¿Qué cambia? Nada.

La baja inflación es una fortaleza de la economía de la que nunca hablan los dirigentes de la gran empresa privada que se la pasan criticando al gobierno. Pero en la propuesta de la ANEP se utiliza el dato de inflación para hacer una manipulación, o sea, para decir, que como la inflación es pequeña no hay que aumentar mucho los salarios.

Para el gobierno, el tema central es el costo de la vida, tal como dice la ley, y la baja inflación es una fortaleza que permite elevar los salarios en un porcentaje decente, pues dicho aumento llegaría en un momento de sólida estabilidad monetaria y de precios, o sea, ayudaría a reactivar un poco la demanda interna que necesitan las 161,500 empresas que no exportan y solo pueden vender en el mercado interno, el 99% de las cuales son micros y pequeñas. Incluso, las industrias tienen el 42% de su capacidad productiva sin uso, por lo que un buen ajuste salarial, al mejorar la demanda interna, les permitiría vender más y hacer un mayor uso de su capacidad productiva.

Entre enero y noviembre del año pasado, el sector industrial aumentó en un 13% la importación de bienes de capital, que son maquinarias, herramientas y equipos; el sector construcción aumentó las importaciones de bienes de capital en un 26%, el sector de electricidad, agua y servicios las aumentó en casi un 20% y el comercio en un 10%. Todos esos sectores generan el 47% del PIB nacional y se preparan para un despegue de su producción. Si en el país no mejora el poder adquisitivo de la población, las empresas que operan en esos sectores tendrían problemas de ventas, pues la mayor parte de su producción se destina al mercado nacional.

Un ajuste salarial de miseria, como el que propone la ANEP, no contribuye a elevar el consumo de la población trabajadora. La propuesta del gobierno sí, pues elevaría bastante los salarios mínimos. Incluso, la propuesta del gobierno beneficia a mucha gente que hoy gana más del mínimo pero menos de 300 dólares en el área urbana y menos de 250 en el área rural.

Economista César Villalona. Foto Diario Co Latino/Francisco Elías Valencia.
Economista César Villalona. Foto Diario Co Latino/Francisco Elías Valencia.

Con respecto a los supuestos daños a las pequeñas empresas, la ANEP no dice en qué consisten dichos daños, ni un dato ni una fuente que los demuestren. La propuesta de la ANEP no es más que es un documento de página y media sin ningún fundamento, con afirmaciones carentes de base analítica y de evidencia empírica.

Sabemos que lo que dice la ANEP es falso. La mayoría de esas empresas son informales, o sea, no están sujetas a pagar salarios a partir de lo que dice la ley. Las que son formales en el área urbana, que son las que menciona la ANEP, no serán afectadas por un aumento de alrededor de 20% en el comercio, los servicios y las industrias, pues el 85% de sus costos tienen que ver con las materias primas, las mercancías que compran y venden y los servicios que pagan, sobre todo la energía, que, por ciento, el gobierno redujo en un 26% el año pasado y en casi 19% en enero de este año. Y no se trata de que las empresas le vayan a subir el salario a todas las personas que emplean, sino a la franja que gana el mínimo. En el caso de las empresas maquiladoras, todas son grandes.

Si las empresas pequeñas sufrieran tanto por un aumento salarial, cómo se explicaría que en Guatemala paguen 359 dólares en el comercio, los servicios, las industrias y el sector agropecuario. En Guatemala se acaba de aprobar un ajuste salarial y esos son los montos. En maquilas el salario mínimo es de 331. En Guatemala, al igual que acá, no hay salarios diferencias para empresas grandes, medianas, pequeñas y micros. De manera que una pequeña industria paga 359 dólares, o sea, muchos más que una gran industria salvadoreña, donde el mínimo es 246. Y ya hemos demostrado, con datos de todos los países de Centroamérica, que El Salvador tiene la misma productividad que Guatemala (alrededor de 9,500 dólares promedio por mano de obra) y una productividad mucho mayor que en Honduras, donde anda por los 5,800 dólares.

En Honduras también acaban de subir los salarios mínimos, los cuales varían según el tamaño de las empresas. Una gran empresa comercial o  industrial paga 448 dólares, un pequeño comercio paga 370 y una pequeña industria paga 358 dólares. En los servicios no comerciales hay varios salarios mínimos, en una gran empresa andan por los 448 y 460 dólares y en las empresas pequeñas van de 363 a 373 dólares.

La ANEP se quiere hacer pasar como defensora de las empresas pequeñas, cuando todo el mundo sabe que sus dirigentes y voceros son una mezcla de oligarcas y funcionarios al servicio de la oligarquía.

– ¿Y qué plantea alega la organización de micros y pequeños?

Lo mismo que la ANEP. Parece que son familiares. En realidad, esa organización no representa al sector de las pequeñas empresas, el 99% de las cuales no pertenecen a ningún gremio empresarial. Y su propuesta tampoco tiene sustentación técnica, ni datos ni fuentes estadísticas que demuestren las afirmaciones.

Ese grupo llega al extremo de decir que con los últimos aumentos salariales, de 4% anual entre 2013 y 2015, el sector laboral ha mejorado mucho su capacidad de compra. O sea, que 2 o 6 dólares más, que es lo que se ha aumentado en los últimos años, implican una gran mejoría en el poder adquisitivo. Mejor ni comentar esa afirmación.

Lo cierto es que si una franja importante de la población trabajadora aumenta sus ingresos, o sea, su capacidad de consumo, los negocios pequeños y micros aumentarían sus ventas y sus ganancias. Porque si a una persona que labora en un gran comercio le aumentan su salario de 252 a 300 dólares, lo que hará con los 48 dólares adicionales es comprar más en tienditas, panaderías y otros pequeños negocios.

– ¿Y cómo está la propuesta de la representación laboral en la tripartita?

Piden que el aumento sea para un año, de 25% en las empresas del área urbana y 30% en el área rural. En el área urbana piden un poco más que el gobierno para el comercio, los servicios y las industrias, pero menos para las maquilas. En el caso del campo piden menos que el gobierno pero mucho más que la ANEP. Eso es positivo, pues su propuesta está más cerca del gobierno que de la ANEP. Esperamos que no retrocedan.

– César, tengo entendido que hay una propuesta de que el debate en la tripartita se haga público.

Sí. Lo pidió Fespad, con base a lo que establece la ley de acceso a la información pública. Eso sería muy bueno, pues la gente que le da seguimiento al tema podría ver cuáles son las propuestas más justas y con más calidad técnica.

La ANEP dice que el gobierno es populista, pero la ANEP presentó un panfleto en la tripartita y el gobierno elaboró una propuesta amplia, sustentada en el análisis de 8 variables económicas y del estado actual de la economía. Hasta noviembre de 2015, las exportaciones totales habían crecido 4,8%, las exportaciones de café crecieron 45% y las de azúcar y maquilas aumentaron 8.8%. También aumentaron la inversión pública y privada y las importaciones de bienes de capital. La economía también goza de una buena estabilidad monetaria y de precios.

El gobierno está apoyando mucho al sector privado. Le abrió el mercado chino a las exportaciones de azúcar, por 35 millones de dólares, está apoyando la reactivación del café, ha recortado en un 45% la energía eléctrica (el 60% de la cual es consumida por los sectores comercial e industrial) y está diversificando la producción agropecuaria. Es tiempo, entonces, de pensar en los salarios.

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