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El Salvador bajo la dictadura del bukelato. Algunas perspectivas: ¿Qué hacer? II 

(Carlos Bucio Borja)

¿Qué hacer? 

XI. La izquierda revolucionaria debe reimaginarse y reconstruirse, visualizando su tarea como el ascenso a una montaña imponente e inhóspita, alta, inexplorada y llena de precipicios. Tras superar enormes dificultades, puede encontrarse en una ruta que resulta inviable o extremadamente peligrosa, lo que la obliga a retroceder, explorar caminos alternativos — aunque sean más largos— y descubrir nuevas vías para alcanzar la cumbre.5

XII. La Resistencia debe construir una contrahegemonía sólida para desafiar el dominio autoritario del bukelato, integrando una estrategia clara en los ámbitos analítico, organizativo, narrativo y programático. Esta estrategia debe movilizar el compromiso de diversos sectores juveniles y populares en torno a una visión democrática y compartida. Sin estas condiciones, el régimen de Bukele consolidará su control de manera sostenida. Es crucial que la Resistencia fortalezca sus capacidades estratégicas, organizativas y propositivas, impulsando un movimiento amplio e inclusivo que combata el proyecto  autoritario con urgencia y firmeza colectiva.

XIII. Para desmantelar el régimen tiránico del bukelato, es fundamental desnormalizar sus prácticas despóticas y las dinámicas perversas que perpetúan, como la corrupción, el  nepotismo, la opresión, la represión y la tortura. Este objetivo requiere promover una Segunda Ilustración que eleve la conciencia y fortalezca la formación cultural. Este proceso implica forjar un nuevo sujeto histórico, a la vez emancipado y emancipador, surgido de una juventud vibrante, capaz de construir una objetividad libertaria y revolucionaria que consolide un ethos de libertad, hoy fragmentado o ausente. Asimismo, es esencial impulsar un sistema alternativo de cultura y educación, disperso y ubicuo, acompañado de una “universidad invisible” que enriquezca el acervo cultural de los salvadoreños, abarcando tanto lo nacional como lo universal e histórico. Este esfuerzo debe retomar los proyectos libertarios inconclusos del pasado y comprometerse con su realización a través de una lucha ilustrada y transformadora. La Segunda Ilustración debe servir como guía y horizonte para los movimientos tácticos y estratégicos de la Resistencia, aprovechando con maestría las tecnologías cibernéticas del siglo XXI.

XIV. Los vencedores eligen sus campos de batalla y estrategias. Las elecciones de 2027 en El Salvador, bajo un Estado controlado por la dictadura neofascista de Bukele, son una trampa diseñada por el dictador para legitimar su tiranía y proyectar una fachada democrática. La Resistencia debe actuar como «lobos libertarios», participando tácticamente con un objetivo estratégico: avanzar hacia la emancipación y construir una democracia superior que retome el espíritu y los contenidos de la Constitución de 1983 y los Acuerdos de Paz de Chapultepec, llevándolos más allá.

Participación táctica 

La Resistencia debe participar únicamente en las elecciones legislativas y municipales, no en las presidenciales, consciente de que la tiranía no permitirá a la Resistencia obtener ninguna mayoría. Sin embargo, conquistar posiciones clave —»lomas y laderas»— es crucial. Lograr al menos un número significativo de escaños legislativos, idealmente hasta cuarenta, permitirá establecer una base para desafiar al régimen desde dentro.

Alianza estratégica 

Es imperativo que los partidos de oposición superen sus diferencias ideológicas y formen una coalición electoral con un objetivo táctico: conquistar escaños legislativos en 2027. Su meta estratégica será, desde condiciones consolidadas, reconquistar y fortalecer la democracia. El infantilismo panfletario debe quedar atrás para priorizar la unidad y la acción concreta.

Programa mínimo dinámico 

Para alcanzar estos objetivos, la Resistencia debe articular un programa mínimo dinámico que responda a las necesidades tácticas y estratégicas de acuerdo con las circunstancias históricas. Este programa debe considerar las dinámicas de la economía política y las realidades geopolíticas globales y locales, integrando un componente objetivo que aborde los retos actuales. A través de este programa, se debe formar y empoderar al nuevo sujeto histórico revolucionario para la liberación de El Salvador y Centroamérica. La libertad de El Salvador está intrínsecamente ligada a la de Nicaragua, lo que implica la necesidad histórica de derrotar tanto la dictadura de Bukele como la de Ortega y Murillo.6

XV. El Programa Mínimo debe ser adoptado por la Resistencia y los partidos opositores como una bandera y un arma de combate político. Este programa debe articularse como una   propuesta clara para desmantelar el bukelato y construir una democracia renovada. Se proponen los siguientes puntos:

  1. Restablecimiento del Habeas Corpus: Garantizar el

derecho al habeas corpus para todos los prisioneros, asegurando procesos legales justos y transparentes.

  1. Liberación de prisioneros políticos e inocentes: Exigir la libertad inmediata de todos los prisioneros políticos y  los miles de personas inocentes detenidas bajo el régimen de excepción.
  2. Sustitución del régimen de excepción: Reemplazar el régimen de excepción por un plan integral de prevención y combate a la violencia, basado en experiencias democráticas internacionales y nacionales, que equilibre  la seguridad ciudadana con la garantía de los derechos  humanos. Este plan debe emplear mecanismos de inteligencia y fuerzas especiales de manera efectiva, legal y ética.
  3. Asamblea Constituyente independiente: Convocar una Asamblea Constituyente que excluya a los actores del  bukelato implicados en actos de prevaricato, corrupción y traición a la patria, para garantizar una reforma  constitucional democrática.
  4. Comisión de la Verdad: Establecer una Comisión de la

Verdad que investigue exhaustivamente las injusticias, actos tiránicos, casos de corrupción y prevaricato cometidos por el Estado.

  1. Reforma fiscal progresiva: Implementar una reforma

fiscal progresiva que promueva la equidad y financie programas sociales, reduciendo las desigualdades económicas.

  1. Ingreso Mínimo Universal: Crear un programa de  Ingreso Mínimo Universal para proteger a la población frente al desempleo masivo causado por el avance de la

inteligencia artificial y la automatización en los centros laborales.

 

  1. Protección y fomento de la cultura de los pueblos originarios: Reconocer constitucionalmente la existencia y derechos de los pueblos indígenas,  promoviendo políticas para preservar sus lenguas,  tradiciones y conocimientos ancestrales mediante  educación bilingüe intercultural, protección de territorios sagrados y participación en decisiones estatales que les  afecten. Esto incluye la liberación inmediata de defensores indígenas detenidos arbitrariamente, la prohibición de proyectos extractivistas en sus tierras sin  consentimiento previo e informado, y la integración de  sus perspectivas en el sistema cultural nacional, alineado  con la Segunda Ilustración para combatir la alienación y  fortalecer un ethos libertario inclusivo.
  2. Garantía de libertad de expresión y prensa independiente: Establecer mecanismos legales y constitucionales para proteger a periodistas, activistas y opositores de acoso, censura y jaurías digitales, promoviendo un entorno mediático plural que fomente el debate público y contrarreste la propaganda estatal. Esto incluye la creación de un fondo público para medios independientes y sanciones contra la desinformación oficial, fortaleciendo la Segunda Ilustración al elevar la conciencia crítica de la sociedad.

10.Política ambiental sostenible y soberanía sobre recursos naturales: Implementar una prohibición permanente a la explotación minera metálica y otras actividades extractivistas que amenacen el medio ambiente y la salud pública, priorizando la transición  hacia energías renovables y la protección de ecosistemas. Esta medida debe incluir la participación de comunidades locales en la toma de decisiones y la redirección de recursos hacia programas de adaptación al cambio climático, asegurando la equidad para sectores vulnerables y evitando la dependencia de intereses extranjeros.

  1. Sistema judicial independiente: Construir un sistema judicial autónomo y robusto que prevenga la repetición de actos tiránicos, corrupción y prevaricato, garantizando la independencia y la integridad de las instituciones democráticas.
  2. Fortalecimiento de la sociedad civil y protección a defensores de derechos humanos: Implementar mecanismos legales que promuevan la autonomía y el

desarrollo de organizaciones no gubernamentales, sindicatos, movimientos juveniles y defensores de   derechos humanos, protegiéndolos contra el acoso, la persecución y las campañas de hostigamiento en línea.

 

Estas medidas incluyen: 1) la creación de un fondo público para financiar iniciativas comunitarias que fomenten la participación ciudadana; 2) amnistías para presos políticos y víctimas de represión, garantizando su   reintegración social; y 3) la supervisión de organismos   internacionales, como la ONU o la OEA, para asegurar la libre operación de estas organizaciones. El objetivo es empoderar a un nuevo movimiento ciudadano que supervise el poder, contrarreste el autoritarismo y   promueva una participación democrática activa en contextos como los de El Salvador y Nicaragua, donde  las libertades civiles enfrentan graves amenazas.   Continuará

 

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