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El Barcelona jugará la final de la Liga de Campeones de fútbol y sigue aspirando a ganar los tres títulos de la temporada, pese a perder 3-2 ante el Bayern Múnich en la vuelta de semifinales en el Allianz Arena. La victoria de los alemanes no fue suficiente para remontar el 3-0 de la ida en Barcelona, que optará al quinto título de su historia después de los conquistados en 1992, 2006, 2009 y 2011. El rival en la final del 6 de junio en Berlín saldrá del duelo de hoy en el Santiago Bernabéu entre el Real Madrid y la Juventus. Los italianos parten con una ventaja de 2-1, pero los españoles son el equipo más exitoso de la competición con diez títulos. Real Madrid y Barcelona, los dos gigantes del fútbol español, nunca se han enfrentado en la final de la Champions, el torneo de clubes más potente del mundo. En Múnich, el marroquí Mehdi Benatia adelantó hoy al Bayern en el minuto siete, pero el brasileño Neymar dio la vuelta el tanteo antes de la media hora de juego. El Bayern demostró orgullo en la segunda mitad y logró la victoria con tantos del polaco Robert Lewandowski en el 59’ y del alemán Thomas Müller en el 73’. El técnico Josep Guardiola logró que su equipo rompiera una racha de cuatro partidos seguidos perdiendo, pero volvió a fracasar por segundo año seguido en la Liga de Campeones, donde en 2014 también cayó ante un equipo español en semifinales, el Real Madrid. “Puedes perder, pero no dejar de luchar, y eso es lo que hemos hecho. Cuando esto pasa sólo puedo estar feliz”, dijo el técnico español. El partido empezó como soñaba el Bayern, con un gol en el minuto siete que despertó el júbilo en un Allianz Arena que había recibido a sus jugadores con un mosaico gigante que decía “Una ciudad, un sueño”. El tanto despertó las esperanzas de una nueva remontada, como la que el Bayern había protagonizado en los cuartos de final ante el Porto, cuando en los primeros 45 minutos ganaba por 5-0. Pero el equipo que estaba enfrente no era el portugués, y la situación actual distaba mucho de la última visita del Barcelona a Múnich, donde cayó por 4-0 en la ida de las semifinales de 2013. El Bayern se impuso después en la vuelta por 3-0, sepultando las esperanzas de aquel grupo entrenado por Tito Vilanova. El Barcelona dirigido por Luis Enrique es finalista en la Copa del rey, está a un triunfo del título en la Liga española y selló el pase a la octava final de la Copa de Europa en la historia del club. El sueño del triplete está intacto. “Estamos a una victoria en cada competición de ser campeones”, dijo el entrenador. “Es un momento muy bonito pero todavía falta rubricarlo todo”. Al contrario que Guardiola, al que le faltan estrellas como Franck Ribery y Arjen Robben, el técnico azulgrana no tiene lesionados y disfruta de la mejor versión del tridente ofensivo formado por Lionel Messi, Neymar y Luis Suárez, tres de los mejores delanteros del mundo y que difícilmente terminen un partido sin marcar. El sueño bávaro duró apenas siete minutos, el tiempo que le costó combinar a la línea de ataque. El argentino habilitó con un pase milimétrico al uruguayo, que a su vez asistió al brasileño para que solo empujara el balón a gol. Neymar remató la serie en el 29’. Messi prolongó con la cabeza un balón lanzado desde su defensa, Benatia erró en la marca sobre Suárez y el uruguayo volvió a asistir para el brasileño, que en esta ocasión controló la pelota y definió con sangre fría. “Es evidente que se entienden bien, que no son egoístas y se buscan constantemente”, dijo Luis Enrique. “Es bastante más difícil para los rivales tener que parar a tres jugadores de ese nivel”. Al juego letal de su tridente ofensivo, el Barcelona añadió a un Marc-André Ter Stegen inspirado en la portería, sobre todo en la primera parte, en la que hizo una atajada a Lewandowski plena de reflejos. Con el pase prácticamente liquidado, el Barcelona bajó el nivel en la segunda mitad y el Bayern aprovechó para ofrecerle al menos a su público una victoria. “Uno ve el resultado abultado y quizá te relajás”, admitió el defensa argentino Javier Mascherano. “Nos ha pasado, pero no nos volverá a pasar, porque de ahora en más no hay posibilidad de que el equipo se relaje. Son todo finales”.

El Barcelona jugará la final de Champions y aspira al triplete

Múnich/dpa

El Barcelona jugará la final de la Liga de Campeones de fútbol y sigue aspirando a ganar los tres títulos de la temporada, sick pese a perder 3-2 ante el Bayern Múnich en la vuelta de semifinales en el Allianz Arena.

La victoria de los alemanes no fue suficiente para remontar el 3-0 de la ida en Barcelona, buy viagra que optará al quinto título de su historia después de los conquistados en 1992, 2006, 2009 y 2011.

El rival en la final del 6 de junio en Berlín saldrá del duelo de hoy en el Santiago Bernabéu entre el Real Madrid y la Juventus. Los italianos parten con una ventaja de 2-1, pero los españoles son el equipo más exitoso de la competición con diez títulos.

Real Madrid y Barcelona, los dos gigantes del fútbol español, nunca se han enfrentado en la final de la Champions, el torneo de clubes más potente del mundo.

En Múnich, el marroquí Mehdi Benatia adelantó hoy al Bayern en el minuto siete, pero el brasileño Neymar dio la vuelta el tanteo antes de la media hora de juego. El Bayern demostró orgullo en la segunda mitad y logró la victoria con tantos del polaco Robert Lewandowski en el 59’ y del alemán Thomas Müller en el 73’.

El técnico Josep Guardiola logró que su equipo rompiera una racha de cuatro partidos seguidos perdiendo, pero volvió a fracasar por segundo año seguido en la Liga de Campeones, donde en 2014 también cayó ante un equipo español en semifinales, el Real Madrid.

“Puedes perder, pero no dejar de luchar, y eso es lo que hemos hecho. Cuando esto pasa sólo puedo estar feliz”, dijo el técnico español. El partido empezó como soñaba el Bayern, con un gol en el minuto siete que despertó el júbilo en un Allianz Arena que había recibido a sus jugadores con un mosaico gigante que decía “Una ciudad, un sueño”.

El tanto despertó las esperanzas de una nueva remontada, como la que el Bayern había protagonizado en los cuartos de final ante el Porto, cuando en los primeros 45 minutos ganaba por 5-0.

Pero el equipo que estaba enfrente no era el portugués, y la situación actual distaba mucho de la última visita del Barcelona a Múnich, donde cayó por 4-0 en la ida de las semifinales de 2013. El Bayern se impuso después en la vuelta por 3-0, sepultando las esperanzas de aquel grupo entrenado por Tito Vilanova.

El Barcelona dirigido por Luis Enrique es finalista en la Copa del rey, está a un triunfo del título en la Liga española y selló el pase a la octava final de la Copa de Europa en la historia del club. El sueño del triplete está intacto.

“Estamos a una victoria en cada competición de ser campeones”, dijo el entrenador. “Es un momento muy bonito pero todavía falta rubricarlo todo”.

Al contrario que Guardiola, al que le faltan estrellas como Franck Ribery y Arjen Robben, el técnico azulgrana no tiene lesionados y disfruta de la mejor versión del tridente ofensivo formado por Lionel Messi, Neymar y Luis Suárez, tres de los mejores delanteros del mundo y que difícilmente terminen un partido sin marcar.

El sueño bávaro duró apenas siete minutos, el tiempo que le costó combinar a la línea de ataque. El argentino habilitó con un pase milimétrico al uruguayo, que a su vez asistió al brasileño para que solo empujara el balón a gol.

Neymar remató la serie en el 29’. Messi prolongó con la cabeza un balón lanzado desde su defensa, Benatia erró en la marca sobre Suárez y el uruguayo volvió a asistir para el brasileño, que en esta ocasión controló la pelota y definió con sangre fría.

“Es evidente que se entienden bien, que no son egoístas y se buscan constantemente”, dijo Luis Enrique. “Es bastante más difícil para los rivales tener que parar a tres jugadores de ese nivel”. Al juego letal de su tridente ofensivo, el Barcelona añadió a un Marc-André Ter Stegen inspirado en la portería, sobre todo en la primera parte, en la que hizo una atajada a Lewandowski plena de reflejos.

Con el pase prácticamente liquidado, el Barcelona bajó el nivel en la segunda mitad y el Bayern aprovechó para ofrecerle al menos a su público una victoria.

“Uno ve el resultado abultado y quizá te relajás”, admitió el defensa argentino Javier Mascherano. “Nos ha pasado, pero no nos volverá a pasar, porque de ahora en más no hay posibilidad de que el equipo se relaje. Son todo finales”.

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