Sociólogo Francisco Acosta
Saúl Méndez
Colaborador
Durante la Mesa Redonda sobre Minería y Conflicto Social, desarrollada por el Departamento de Periodismo de la Universidad de El Salvador (UES), Francisco Acosta, sociólogo y articulador de los Acuerdos de Paz de 1992, en Washington DC, se pronunció sobre la crisis hídrica en El Salvador, la cual calificó de «asunto urgente».
«Vivimos en una zona donde casi 17 ríos están desapareciendo, el único con vida y el único con agua en el verano es el Acelhuate, dónde van las aguas negras de San Salvador. Los demás ríos no tienen agua. Eso debería ser razón de una movilización popular», manifestó el sociólogo.
Con la aprobación de la Ley General de Minería Metálica, organizaciones se han mostrado preocupadas por el impacto ambiental, sobre todo en las principales cuencas hídricas del país.
«Está en riesgo nuestra vida, y la minería va a venir a complicar aún más esto», alertó Acosta.
Ante esta problemática, el académico aseguró que los movimientos sociales, las comunidades, las iglesias, los sindicatos y las universidades son fundamentales para cambiar la situación.
«Los movimientos sociales se mueven alrededor de asuntos que a la gente le interesa, pero los movimientos sociales son así como las olas en el mar», explicó.
«Hay mareas altas y mareas bajas. Hay momentos en que la marea está tan baja que no hay respuesta. Pero hay momentos en que la marea se pone tan alta que transforman cosas», mencionó.
«Se tiene que crear una marea alta sobre el asunto, de lo contrario, no lo vamos a cambiar», dijo el sociólogo.
Según Francisco Acosta, un impulsor social clave que desencadene la movilización popular podría ser la falta de atención en las necesidades vitales de la población.
«El Estado no ha puesto atención en los asuntos vitales de esta sociedad. El Ministerio del Medio Ambiente es el que menos presupuesto tiene. Y los presupuestos son la expresión de las prioridades del Estado.
El que más presupuesto tiene es la Fuerza Armada y Casa Presidencial», advirtió.
El académico también hizo referencia sobre el rol de las universidades en los movimientos sociales. «Las universidades son las instituciones donde primero suena la campana de los problemas sociales.
Ahí dan los campanazos», dijo Acosta.
No obstante, lamentó que la UES aún se encuentra en una etapa de marea baja: «Esta universidad ha estado como un elefante dormido sobre esos problemas sociales».
Por otra parte, Francisco Acosta aprovechó para analizar la campaña de recolección de firmas impulsada por la iglesia católica y otras organizaciones, para colectar 1 millón de firmas y presentar así una demanda de inconstitucionalidad ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y revertir la Ley General de Minería Metálica.
«Creo que el momento en que la Iglesia Católica y otras instituciones presentaron los 150 mil firmas, cayó en marea baja. El impacto fue muy bajo. Sí hubo una acción, pero la acción no fue suficiente», lamentó.
«Necesitamos que la ola de los movimientos sociales
comience a crecer otra vez. Y para crecer ese movimiento social, es fundamental la educación. La educación transformadora», aseveró.
«La educación implica tomar conciencia que lleva a la acción. Con frecuencia creemos que tenemos la educación, pero lo que tenemos se llama información.
Estamos inundados de información que no necesariamente lleva a la acción y a tomar conciencia», detalló.
En el encuentro, Acosta distinguió entre seguridad pública y seguridad ciudadana.
«La seguridad ciudadana está dada por la educación, por lo que se hace en nuestras instituciones. Por la seguridad del medio ambiente, por la seguridad de la vivienda, por la seguridad alimentaria. Esas seguridades ciudadanas son vitales para la unidad de los ciudadanos», aclaró.
«Si no trabajamos en serio la seguridad ciudadana, la seguridad pública se va a revertir. Necesitamos trabajar en la seguridad ciudadana», declaró.
El sociólogo también cuestionó la existencia de la minería verde y llamó a reflexionar sobre los principales beneficiarios de esta industria. «¿Existe minería verde? No, lo verde es el dólar», concluyó.