Saúl Méndez
Colaborador
Cada 17 de octubre, la Asociación Salvadoreña de Ayuda Humanitaria PROVIDA conmemora un nuevo aniversario de su fundación. En este 2025, la organización celebra 41 años de trayectoria reafirmando su compromiso de acompañar a las comunidades y fortalecer los procesos participativos en salud integral, gestión de riesgos, resiliencia al cambio climático y desarrollo territorial.
La asociación no ha detenido su labor. En noviembre, realizó la primera jornada de elaboración de insumos orgánicos junto a mujeres productoras de ASMUPAZ, en la que se elaboraron bocashi, lactobacilos (también conocidos como microorganismos de leche), biofermento de levadura y caldo sulfocálcico, productos destinados a mejorar la producción agrícola sostenible.
La organización también desarrolló una jornada sobre higiene y prevención de enfermedades junto a la comunidad de Izotalío, en el distrito de San Francisco Morazán, como parte de sus acciones para fortalecer la salud comunitaria y promover hábitos de cuidado y prevención.
Según PROVIDA, estos proyectos reflejan la continuidad de la misión trazada por sus fundadores y fundadoras, quienes dedicaron su vida a brindar ayuda humanitaria a las personas afectadas por el conflicto armado y las graves violaciones a los derechos humanos, así como a combatir la explotación laboral y la profunda desigualdad social.

María Rudencia Orellana, directora ejecutiva de PROVIDA, explicó que la organización surgió en 1984, en pleno conflicto armado, con la convicción de brindar apoyo a mujeres y hombres que habitaban en comunidades afectadas por la violencia.
“Eran comunidades que carecían de mucho, sobre todo del derecho más básico: el derecho a la vida. En cualquier momento podían ser alcanzadas por balas o bombas, especialmente en las zonas de Chalatenango”, recordó Orellana.
Para María Rudencia Orellana, tener 41 años de existencia representa para PROVIDA una trayectoria marcada por la lucha, el trabajo y la adaptación. Tras la firma de los Acuerdos de Paz, la organización reorientó su labor hacia nuevos enfoques, especializándose en agua y saneamiento y en salud comunitaria.
“Haber llegado hasta aquí significa haber pasado por procesos de transformación y aprendizaje. Es importante reconocer los logros alcanzados y mantener la cooperación, porque eso nos permite seguir acompañando a las comunidades con las que trabajamos”, destacó Orellana.
La directora ejecutiva subrayó además la confianza que la cooperación nacional e internacional mantiene en PROVIDA, lo que ha permitido continuar impulsando proyectos comunitarios a través de los cuatro programas institucionales que desarrolla la asociación.
“Tenemos un programa de salud comunitaria, por el cual también somos ampliamente reconocidos. En este se incluye el componente de agua y saneamiento, enfocado en garantizar el acceso a agua de calidad. Hemos llevado agua a numerosas comunidades y, en algunos casos, apoyado la rehabilitación de sistemas obsoletos con el respaldo de la cooperación internacional”, explicó.
Agregó que el programa de desarrollo local busca fortalecer las capacidades comunitarias desde una visión integral.
“Creemos que todo lo que se impulsa dentro de una comunidad contribuye a su fortalecimiento y a la construcción de su propio desarrollo. Este programa abarca acciones en salud, educación, formación, y trabajo con jóvenes, mujeres y personas adultas mayores”, señaló la directora ejecutiva.
Asimismo, destacó el programa de gestión de riesgos y resiliencia al cambio climático, orientado a la acción humanitaria en situaciones de emergencia.
“Nos activamos en momentos de crisis y hemos logrado llegar con asistencia a 13 departamentos del país, principalmente a comunidades en condición de mayor vulnerabilidad. No podemos decir que tenemos cobertura nacional, pero sí presencia en distritos clave”, puntualizó.
Finalmente, Orellana subrayó el trabajo que PROVIDA realiza a través del programa de mujer, género y desarrollo, enfocado en el fortalecimiento del liderazgo femenino.
Orellana también subrayó el trabajo que PROVIDA realiza a través del programa de mujer, género y desarrollo, enfocado en el fortalecimiento del liderazgo femenino.
“Promovemos la organización y las capacidades de las mujeres. Contamos con asociaciones de mujeres en Chalatenango, Cabañas, Cuscatlán y San Miguel, lo que refuerza el trabajo comunitario y la participación activa de las mujeres en los procesos locales”, concluyó.
No obstante, la asociación advierte que el contexto político actual genera preocupación. La pérdida de derechos constitucionales, el encarcelamiento de personas inocentes y la criminalización de defensores y defensoras de derechos humanos despiertan temor ante un posible aumento de la represión. PROVIDA subraya que son situaciones que ningún salvadoreño o salvadoreña desearía volver a vivir, e insta a mantener la vigilancia y el compromiso por la justicia y los derechos humanos.

Orellana reconoció que los retos y desafíos en el contexto político y social actual del país no son favorables.
“No podemos ser indiferentes ante las graves violaciones a los derechos humanos y la pérdida de las garantías constitucionales”.
Según PROVIDA, la implementación del régimen de excepción para el combate a las pandillas ha derivado en hechos de injusticia, entre ellos el encarcelamiento de personas inocentes, situación que el mismo Gobierno ha reconocido. También expresó preocupación por la detención y criminalización de personas defensoras de derechos humanos o de quienes denuncian abusos e injusticias.
Orellana advirtió que no se puede negar el retroceso democrático que atraviesa el país, reflejado en la concentración de los poderes del Estado, situación que incluso organismos internacionales han denunciado. Señaló además las modificaciones a la Constitución con fines de acumulación de poder, la represión de la participación ciudadana, la falta de transparencia en procesos judiciales y en el manejo de la inversión pública que muchas veces es declarada bajo reserva de información, así como los casos de corrupción y las violaciones a la libertad de expresión que han llevado a varios periodistas al exilio.
Para la organización, el contexto actual se ha vuelto particularmente adverso para las organizaciones de la sociedad civil, sobre todo desde la aprobación de la Ley de Agentes Extranjeros el 20 de mayo de 2025, puesta en vigor el 9 de junio del mismo año. La normativa obliga a las ONG a registrarse en el Registro de Agentes Extranjeros (RAEX) y a pagar un impuesto del 30 % sobre los fondos provenientes de donaciones internacionales, lo que pone en riesgo la cooperación y reduce los recursos destinados a las comunidades beneficiarias.
A pesar de este panorama de incertidumbre y restricciones, PROVIDA reitera su compromiso de seguir acompañando a las comunidades, promoviendo un desarrollo humano sostenible que garantice una vida digna para todas las personas.
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