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Estudiar sin trabajar

EFECTO CALLE, BOCINAS DE CARROS

NIÑA ¡Flores, flores!… Una florcita para su novia, señor…

NIÑO ¡Compre, señorita!… Para su mamá…

LOCUTORA Cada día, Sarita, Manolito y su mamá, vendían flores en una concurrida calle de la ciudad. Llegaban muy temprano y pasaban la mañana corriendo entre los carros. Al mediodía…

MADRE Sarita, Manolito… Vengan, vamos a la casa… Caminen, rápido.

MADRE A ver, vamos a contar la plata.

EFECTO MONEDAS

MADRE Poco hemos sacado… No hay venta…

NIÑA Mamá, tengo hambre.

NIÑO Yo también.

MADRE En la olla hay sopita de avena. Y no ponga fea esa cara, Manolo. No tenemos más para comer.

LOCUTOR En América Latina y el Caribe, más de 12 millones de niñas, niños y adolescentes trabajan, casi 3 millones en la Región Andina. De ellos, el 60% lo hace en el sector agrícola como trabajo familiar no remunerado donde además la protección social es muy deficitaria. Este tipo de trabajo es, además, de alta peligrosidad. La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño dice que éstos tienen derecho a estar protegidos de cualquier trabajo que pueda entorpecer su educación.

LOCUTORA Luego de comer, la madre se quedó a solas con la niña…

MADRE Sarita, hasta este año nomás vas a estudiar.

SARITA ¿Por qué, mamá?

MADRE No alcanza la plata.

SARITA Pero… yo quiero estudiar. (LLORA)

MADRE No llores, Sarita. No llores.

LOCUTOR En los países andinos, sobre todo en el área rural, las niñas son las que más dejan la escuela para ayudar en las tareas del hogar y cuidar de los hermanos pequeños. Sin estudios, el círculo de la pobreza de las mujeres no acaba nunca.

LOCUTORA Al día siguiente, Sarita y su mamá fueron a la escuela. Tenían que avisar…

MADRE Profesora, mi hija ya no va a estudiar.

MAESTRA ¿Cómo dice? Sarita tiene derecho, señora.

MADRE Pero yo sola no puedo. Hay que comer, comprar ropa, pagar alquiler del cuarto.

MAESTRA La educación es gratis, señora, no le cuesta nada. ¿Acaso no tiene libros, cuadernos, todo? El Estado le paga eso. Además, acá en la escuela tiene el programa de alimentación escolar. En la calle tiene que gastar, acá no.

MADRE Pero ella tiene que trabajar… ¿no ve que soy sola?

LOCUTOR En la Región Andina, millones de mujeres que son jefas de hogar y responsables de sacar adelante a sus hijos e hijas, lo que dificulta su acceso al mercado laboral. En este contexto, la existencia de programas del Estado que garanticen un piso de protección social para la infancia y la adolescencia.

MADRE (REVERB) Estoy sola.

LOCUTORA Esos días, Sarita los pasó triste. Ya no jugaba y tampoco corría detrás de los carros vendiendo sus flores. Una vecina del barrio se dio cuenta…

VECINA Vecina, quiero preguntarle algo.

MADRE Diga, vecina.

VECINA Oiga, a la Sarita la veo extraña, triste.

MADRE Es que… va a dejar la escuela. Y a ella le gustan los libros. Es que no me alcanza.

VECINA Oiga, ¿no sabes que hay un programa del Estado que ayuda a mujeres solas con hijos?

MADRE Eso me han dicho, pero yo no sé ni cómo se hace.

VECINA Yo te llevo, vecina. Es tu derecho y con eso te vas a ayudar.

MADRE ¿En serio?

VECINA Claro, y así la Sarita y el Manolito pueden dedicarse únicamente a estudiar porque la condición para que te ayuden es que tus hijos asistan a la escuela. Y que vayan al médico siquiera una vez al mes.

MADRE ¿En serio, vecina?

VECINA Sí, por diosito. Ah, y otra cosa, vecina. Creo que usted no se ha dado cuenta que en este barrio tenemos una organización de mujeres emprendedoras.

MADRE Pues…

VECINA Venga, ahí le van a enseñar a invertir lo que recibe. Se trata de tener un trabajo decente para ti.

MADRE ¿En serio, vecina?

VECINA Pero solo eso sabes decir… “En serio, en serio”… ¿Tú vendes flores, verdad?

MADRE Sí, en ramitos.

VECINA Pues si aprendes a hacer arreglos florales, ganas más. (REMEDA) “¡Arreglos, arreglos florales para su novia, para su hermana, para su mamá!” (RISAS)

LOCUTORA La mamá de Sarita y Manolito tuvo acceso al programa para mujeres jefas de hogar y al programa de alimentación en la escuela. Además, ingresó a la organización barrial y…

NIÑA ¡Adiós, mamita!… Me voy a la escuela! Ahora sí me

NIÑO ¡Ahora sí vamos dedicarnos lo nuestro… estudiar y jugar!

Este es un mensaje de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID)
Imagen: https://www.flickr.com/photos/ansesgob/

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