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Día Internacional de los Afrodescendientes: 31 de agosto

Blanca Flor Bonilla
Luchadora Social por los Derechos Humanos.

Un saludo especial a la población afrodescendiente residente en El Salvador y en los Estados que integran el Sistema de Integración Centroamericano, del cual es integrante el Parlamento Centroamericano (PARLACEN), que en septiembre de 2019 aprobó la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y Afrodescendientes del Sistema de Integración Ístmica e Insular. Esta ley está vigente y constituye un medio para que los pueblos Afrodescendientes demanden y gestionen el reconocimiento y respeto pleno a sus derechos en concordancia con los convenios internacionales aprobados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La ONU invita a que se celebre por primera vez, el 31 de agosto del 2021, como el Día Internacional de los Afrodescendientes, buscando promover las extraordinarias contribuciones de la diáspora africana en todo el mundo y eliminar todas las formas de discriminación contra los afrodescendientes.

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y tienen el potencial de contribuir constructivamente al desarrollo y al bienestar de sus sociedades. La ONU defiende la dignidad humana y la igualdad, condena el racismo estructural en los sistemas de justicia penal de todo el mundo y reconoce que la trata transatlántica de esclavos es uno de los capítulos más oscuros de la historia. También recalca que toda doctrina de superioridad racial es científicamente falsa, moralmente condenable, socialmente injusta y peligrosa1.

Para promover este enfoque en los diferentes estados la ONU declaró el Decenio Internacional para los Afrodescendientes 2015-2024. El Decenio contiene un Programa de actividades internacionales para los Afrodescendientes, donde espera fortalecer la cooperación nacional, regional e internacional en relación con el pleno disfrute de los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos de las personas de ascendencia africana, y su plena e igualitaria participación en todos los aspectos de la sociedad, con la idea fuerza: “Afrodescendientes: reconocimiento, justicia y desarrollo”.

Los Objetivos del Decenio para las personas afrodescendientes son:

• Promover el respeto, la protección y la realización de todos sus derechos humanos y libertades fundamentales, como se reconoce en la Declaración Universal de Derechos Humanos;

• Promover un mayor conocimiento y respeto de la diversidad de su herencia y cultura, así como de su contribución al desarrollo de las sociedades;

• Aprobar y fortalecer marcos jurídicos nacionales, regionales e internacionales de conformidad con la Declaración y el Programa de Acción de Durban y la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, y asegurar su aplicación plena y efectiva.

El Programa de actividades para los Afrodescendientes, que la Asamblea General hizo suyo en su resolución 68/237 se ejecutará en los niveles nacional, regional e internacional. Contiene el reconocimiento pleno de sus derechos: educación, empleo, salud, vivienda, eliminar formas múltiples o agravadas de discriminación y racismo y la incorporación de una perspectiva de género en la formulación y supervisión de las políticas públicas, teniendo en cuenta las necesidades y realidades específicas de las mujeres y niñas.

La población afrodescendiente en El Salvador se remonta a tiempo de la conquista, cuando llegaron con los colonizadores, aunque su presencia es menor respecto a otros países de la región por no tener costa en el Atlántico. Su participación se distribuyó de tres formas: como esclavos; trabajo doméstico para las mujeres; y el pequeño grupo de pajuiles, quienes eran libres y no vivían bajo la esclavitud.

Después de la abolición de la esclavitud las labores de la población afrodescendiente se centraron en la producción del añil. Históricamente ha existido negación de la herencia africana en la cultura salvadoreña, pero diversas investigaciones y el papel de organizaciones afrodescendientes han demostrado lo contrario: existen a lo largo y ancho del país, con descendencia de mezcla entre negros y españoles y entre negros e indígenas, llamados zambos.

En el último censo de 2007 solamente 7,441 personas se auto reconocieron negras, por lo que existe un alto subregistro debido a la estigmatización, discriminación y racismo presente en la sociedad y en las instituciones estatales. Existen pocos elementos sobrevivientes de la cultura Afrodescendiente2.

En El Salvador los pueblos Afrodescendientes se encuentran activos en dos organizaciones: Afrodescendientes de El Salvador (AFROES) y Azul Originario, quienes tienen varios años de lucha por su reconocimiento en la Constitución de la República. Estas organizaciones están recuperando elementos de la identidad cultural africana por medio de la música, de la forma de vestir y de algunas costumbres en la alimentación. Las iniciativas gestionadas sobre la población afrodescendiente ante la Asamblea Legislativa y respaldadas por el PARLACEN fueron archivadas el 1 de mayo de 2021 por la nueva bancada mayoritaria, obstaculizando sus derechos

1.Declaración Universal de los Derechos Humanos, por las Naciones Unidas. 1949.

.2 Carlos Gregorio López Bernal. Relaciones interétnicas: afrodescendientes en Centroamérica. Universidad Tecnológica de El Salvador, 2017

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