Saúl Méndez
Colaborador
En el marco del Día de la Resistencia Indígena, conmemorado cada 12 de octubre, las Cunas Nahuat de los pueblos originarios en Santo Domingo de Guzmán, Santa Catarina Masahuat y Nahuizalco (Sonsonate) recorrieron las principales calles de Nahuizalco al ritmo de la marimba y con coloridos trajes tradicionales. El objetivo principal de la actividad fue reafirmar el compromiso con la preservación del idioma nahuat, fomentando su aprendizaje entre las nuevas generaciones.
El desfile rindió homenaje a los miles de indígenas que ofrendaron su vida para defender sus territorios durante la conquista española, proceso que dio inicio a siglos de colonización, segregación y violencia. La conmemoración también recordó la masacre de 1932, en la que alrededor de 25 mil indígenas fueron asesinados por las fuerzas gubernamentales durante la dictadura del general Maximiliano Hernández Martínez. Tras ese suceso, el uso del idioma nahuat y las vestimentas tradicionales fue prohibido y terminó por silenciar buena parte de la identidad indígena en El Salvador.
La Cuna Nahuat es un programa de inmersión lingüística dirigido a la niñez indígena de Santo Domingo de Guzmán y Santa Catarina Masahuat. A través de este proyecto, niños y niñas han vuelto a conectar con sus raíces mediante el renacimiento del idioma originario, que durante décadas fue reprimido. Actualmente, el nahuat se encuentra en grave peligro de extinción: menos de 100 hablantes nativos, todos adultos mayores en situación de pobreza extrema, lo mantienen con vida.
Este esfuerzo educativo cuenta con el apoyo de la Universidad Don Bosco, la Universidad Pública de Navarra y la organización Garabide Kultur Elkartea.
Juliana Ama, coordinadora de las tres Cunas Nahuat, destacó la importancia de realizar este tipo de actividades que fortalecen la identidad cultural y promueven la descolonización.
“Hemos reunido las tres cunas de Santo Domingo de Guzmán y Santa Catarina Masahuat para conmemorar el Día de la Resistencia Indígena, no el Día de la Raza. Este programa nos pide mantener viva la memoria de nuestros pueblos a través del idioma”, expresó.
Ama subrayó además que el aprendizaje del nahuat por parte de los más pequeños simboliza una forma de resistencia cultural.
“Conmemoramos la resistencia y celebramos cómo estos niños y niñas de 3, 4 y 5 años van aprendiendo el idioma”, añadió.
El nahuat o pipil es la última lengua indígena viva en El Salvador, de las ocho que se hablaban originalmente en la región durante la época de la conquista y colonia (chortí, pokomame, lenca, cacaopera, chorotega, pipil, xinca y quiché). Su transmisión intergeneracional prácticamente desapareció hace décadas, lo que amenaza su continuidad.
“La Cuna Nahuat se hace presente con este desfile de resistencia. Yo no pertenezco al Día de la Raza, sino al Día de la Resistencia Indígena. Aquí vienen Santo Domingo de Guzmán y Santa Catarina Masahuat con este programa tan bonito”, manifestó Ama.
El programa Cuna Nahuat inició en 2010 en Santo Domingo de Guzmán, el municipio con el mayor número de hablantes de nahuat en el país. Su metodología se basa en la inmersión lingüística, donde los niños adquieren el idioma de forma natural con el acompañamiento de madres educadoras nahuaparlantes.
“Durante más de 500 años hemos sufrido explotación, marginación e invisibilización, pero ahora estamos recuperando lo que nos pertenece: nuestra lengua y cultura”, señaló Ama.
Recordó que al inicio del programa hubo resistencia por parte de algunos habitantes, quienes consideraban inútil revitalizar el nahuat.

“Muchos se oponían porque veían lo indígena como algo del pasado. Sin embargo, tras el primer año, esas mismas personas comenzaron a pedir cupos para sus hijos. Hoy, la mayoría de la comunidad se reconoce orgullosamente como parte del pueblo indígena”, afirmó.
Durante el recorrido, las participantes invitaron a las vendedoras del mercado local a inscribir a sus nietos en las Cunas Nawat, con el propósito de mantener viva la lengua ancestral.
La conmemoración contó con el apoyo de la Asociación Salvadoreña de Ayuda Humanitaria PRO-VIDA, el Colectivo El Salvador-Elkartasuna, el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Villava-Atarrabia, instituciones que respaldan los esfuerzos por revitalizar el idioma nahuat, en concordancia con los llamados de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para preservar las lenguas maternas y los saberes ancestrales de los pueblos originarios.
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