Por Jean-Louis de la Vaissiere/Francisco Jara/Santiago de Cuba/AFP/PL
El papa Francisco destacó este martes que el pueblo cubano vivió «dolores» y «penurias» que no acabaron con su fe en Dios, al oficiar una misa en el Santuario de la Virgen de la Caridad, cerca de Santiago de Cuba, la última de su visita a la isla.
«El alma del pueblo cubano (…) fue forjada entre dolores, penurias que no lograron apagar la fe, esa fe que se mantuvo viva gracias a tantas abuelas que siguieron haciéndolo posible, en lo cotidiano del hogar, la presencia viva de Dios», expresó el papa en su homilía en el templo más venerado de la isla.
Cuba dejó oficialmente de ser atea en 1992 y pasó a ser laica. Las relaciones entre el Estado y la Iglesia se hicieron fluidas a partir de la visita del papa Juan Pablo II en 1998 y ahora es interlocutor privilegiado del gobierno de Raúl Castro.
«Abuelas, madres y tantos otros que con ternura y cariño dieron signos de visitación, de valentía, de fe para sus nietos, en sus familias. Mantuvieron abierta una rendija pequeña como un grano de mostaza donde el Espíritu Santo seguía acompañando el palpitar de este pueblo», agregó Francisco.
«Que la Virgen les dé lo que más necesitan»
El arzobispo de Santiago de Cuba, Dionisio García Ibáñez, agradeció al papa argentino «por haber llegado como peregrino hasta este bello lomerío del oriente cubano», donde está situado el Santuario de la Virgen de la Caridad en el pueblo de El Cobre, cerca de Santiago.
«Al peregrinar a su Santuario de El Cobre a encontrarnos con la Madre, estamos continuando una tradición de 400 años, la más antigua de las tradiciones cubanas que permanece vigente, crece, se recrea y actualiza con el pasar de los años, en medio de las cambiantes circunstancias sociales que ha vivido el país», añadió García, quien es presidente de la conferencia episcopal cubana.
Antes de retirarse del abarrotado templo, en torno al cual se congregó una multitud de fieles, el papa pidió que la Virgen le conceda a cada cubano lo que más anhela y más necesita.
Además, resaltó el inicio del ‘Año Jubilar’ por el centenario de la proclamación de la Virgen de la Caridad como Patrona de Cuba, por parte del papa Benedicto XV en 1916.
«Les deseo un feliz Año Jubilar, que la Virgen los bendiga y a cada uno le dé lo que más anhela y lo que más necesita y no se olviden de rezar por mí, gracias», fueron las últimas palabras de Francisco mientras la multitud, dentro y fuera del templo, lo ovacionaba.
Desde el Santuario el papa irá a la Catedral de Santiago de Cuba, gran puerto al este de la isla que vio nacer la revolución cubana y no lejos de la controvertida base estadounidense de Guantánamo, donde bendecirá la ciudad antes de partir al aeropuerto para viajar a Estados Unidos.
El papa Francisco culmina su visita de 72 horas a Cuba en pleno período de acercamiento entre Washington y La Habana gracias a su propio papel como facilitador.
Bendición de Francisco
Esperanza y memoria fueron las palabras clave pronunciadas este martes por el papa Francisco para bendecir a esta ciudad, que acaba de cumplir sus 500 años.
En tono jocoso, el Sumo Pontífice sólo reclamó a cambio un gesto que ha sido constante en su intercambio con los cubanos: Recen por mí, a lo cual los cientos de santiagueros congregados frente al céntrico parque Céspedes respondieron con exclamaciones de afirmación y alegría.
Nuevamente animado y sonriente se mostró el Obispo de Roma, al igual que durante sus actividades matinales previas a la partida dentro de minutos desde el aeropuerto internacional Antonio Maceo hacia Estados Unidos.
Una vez más, Su Santidad ponderó la trascendencia de la familia y dijo que tiene el triunfo asegurado un pueblo que cuida a sus mayores y a sus niños y jóvenes porque son memoria y futuro.
Mención aparte hizo a los abuelos, aquellos que nos trajeron a la vida y son memoria viva.
Agradecidos están los santiagueros con esos pronunciamientos de la máxima autoridad de la Iglesia católica cuando están saliendo de los estragos causados por el huracán Sandy hace menos de tres años y se enfrentan a una prolongada e intensa sequía, aliviada en parte con los aguaceros que acompañaron a Francisco.
Francisco se sumerge en la provincia de Cuba y exalta a su iglesia
El papa Francisco dedicó su jornada del lunes a la provincia cubana, al visitar las ciudades de Holguín y Santiago de Cuba, en una jornada en la que hizo una exaltación de la iglesia católica de este país, que por décadas fue oficialmente ateo.
«Sé con qué esfuerzo y sacrificio la Iglesia en Cuba trabaja para llevar a todos, aún en los sitios más apartados, la presencia de Cristo», dijo el papa argentino en una misa campal en la Plaza de la Revolución Calixto García de Holguín.
Francisco elogió especialmente, en presencia del presidente Raúl Castro, las «llamadas ‘casas de misión’, ante la escasez de templos y de sacerdotes, que permiten a tantas personas poder tener su espacio de oración, de escucha de la Palabra (de Dios), de catequesis y de vida en comunidad».
En esta isla de mestizaje y sincretismo religioso (cristianismo y cultos africanos), Fidel Castro impuso el ateísmo en la Constitución, pero en 1992 Cuba pasó a ser país laico y ya no hay discriminación contra los creyentes.
Tras estar enfrentada al gobierno comunista por la revolución de 1959, en los últimos años la Iglesia ha recuperado espacio en la sociedad cubana y se convirtió en interlocutor privilegiado del gobierno de Raúl Castro, quien sucedió a su hermano enfermo Fidel en 2006.
Sin embargo, en Cuba todavía la mitad de los curas católicos son extranjeros y escasean los templos.
Bajo un calor sofocante, el papa subió en automóvil a la cima de la Loma de la Cruz, para desde allí bendecir a Holguín.
En la colina de 260 metros de altura está ubicada una cruz de cinco metros, erigida en 1790.
«¡Que el Espíritu Santo descienda sobre todos ustedes y sobre toda la ciudad!», rogó el papa argentino, invocando protección para «las familias, los niños y los jóvenes, los enfermos y de todos los que sufren».
Holguín es también la región de la isla en donde desembarcó Cristóbal Colón en 1492, y fue en una bahía de esa provincia donde supuestamente apareció en 1612 la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre.
Con la Virgen de la Caridad
En la tarde, Francisco voló a Santiago. En esa ciudad, cuna de la revolución cubana, fue recibido por el presidente del parlamento cubano, Esteban Lazo, mientras una muchedumbre lo vitoreaba y un coro infantil entonaba canciones religiosas.
En Santiago de Cuba, el pontífice oficiará el martes una misa en el Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona nacional, antes de emprender viaje a Washington, segunda etapa de esta gira de ocho días.
El papa, que medió secretamente para facilitar el restablecimiento de relaciones entre Estados Unidos y Cuba, enemigos durante la Guerra Fría, es reconocido por los cubanos como la figura que puede acelerar aún más el acercamiento.
«Francisco es el misionero que ahora va para Estados Unidos y quiere unificar a los dos pueblos», declaró Carlos Berejano, de la provincia de Granma, vecina de Holguín.
Santiago, ubicada 900 km al este de La Habana, es la segunda ciudad de Cuba y la única «Ciudad Héroe» de la isla, pues fue en ella donde comenzó la lucha de la revolución que llevó al poder a Fidel Castro en 1959.
Allí, el pontífice debe reunirse este mismo lunes con los obispos en el santuario de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, muy venerada incluso más allá de los católicos.
Francisco llegó a Cuba el sábado por la tarde. El domingo, ante unas 200.000 personas, ofició una misa en la Plaza de la Revolución de La Habana y posteriormente se reunió en privado con el líder Fidel Castro, a quien visitó en su residencia, y con su hermano, el presidente Raúl Castro, con quien se encontró en la sede del gobierno.
La reunión con el líder de la revolución, que condujo el país durante medio siglo (1959-2006), fue discreta, como la que sostuvo con él Benedicto XVI en 2012. Se trató de «un encuentro muy familiar, muy informal» en el que abordaron temas mundiales, en especial sobre medio ambiente, según el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi.
Tras cálido recibimiento en Cuba el papa Francisco llega a una más fría en Estados Unidos
Esperado con optimismo por la mayoría de los estadounidenses pero con reservas por parte de una minoría que lo critica, el papa Francisco aterrizará el martes por primera vez en
Washington, proveniente del otrora enemigo de Estados Unidos, Cuba.
El papa culmina este martes su visita de 72 horas a la isla que tiene lugar en pleno periodo de acercamiento con Estados Unidos, gracias su propio papel como facilitador.
Elogios y críticas
Francisco debe arribar a Washington a bordo del avión de Alitalia que lo llevó de Roma a Cuba, a falta de conexiones aéreas directas entre Cuba y Estados Unidos.
En la base aérea de Andrews será recibido por el presidente Barack Obama y su esposa Michelle, en una muestra de la importancia de la visita del jefe de la Iglesia Católica y de la simpatía del primer presidente negro de la historia de Estados Unidos, de confesión protestante, por quien es a menudo llamado «papa de los pobres».
Los medios estadounidenses, con fuerte presencia en el avión papal, le han otorgado mucho espacio a la cobertura del viaje de este papa apoyado por aproximadamente el 66% de los estadounidenses. Pero su radicalismo social también le ha valido fuertes críticas entre los conservadores, los medios económicos liberales, desde Wall Street hasta el ultraconservador Tea Party, y en filas republicanas.
El hecho de que llegue proveniente de Cuba, donde evitó criticar fuertemente al presidente Raúl Castro, no hace más que irritar aún más a quienes consideran que este papa es un marxista disfrazado o un traidor a la fe católica, demasiado flexible con la doctrina.
Fuerte seguridad
Los temas que se espera aborde el primer papa latinoamericano en Estados Unidos, especialmente el jueves ante el Congreso y el viernes en las Naciones Unidas, son altamente explosivos.
El papa jesuita, conocido por su habilidad y su determinación, preparó cuidadosamente los discursos que pronunciará en Washington y Nueva York.
Entre los temas a tratar, mencionados en sus escritos, figuran la protección y recepción de los inmigrantes; la defensa del medio ambiente, con un firme alegato a favor de una revolución energética radical y una desaceleración económica; la crítica a la dictadura de la tecnología y las finanzas; y la denuncia de la responsabilidad de los vendedores de armas y las grandes potencias en la «tercera guerra mundial por fragmentos» que denuncia sin cesar.
Su visita tendrá lugar bajo fuertes medidas de seguridad, con la policía estadounidense preocupada por las dificultades de proteger a un papa que suele desplazarse en vehículos abiertos para estar en contacto con los fieles y cuya visita coincide con el momento en el que Nueva York recibe a 170 líderes mundiales para participar de la asamblea general de la ONU.
En su agenda están previstos encuentros con los más desfavorecidos de la sociedad estadounidense, entre los cuales inmigrantes, sin techo o presos.
También presidirá una ceremonia interreligiosa en el sitio del World Trade Center, contra el terrorismo y a favor del respeto entre las religiones.
En Filadelfia presidirá el sábado y domingo el fin de un encuentro mundial de familias católicas, donde se espera la asistencia de un millón y medio de fieles. Cuando fueron puestos en línea los 10.000 tickets para asistir a la misa, desaparecieron en 30 segundos.