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“¡No mas proyectos de muerte!, ¡No mas represas en Sensunapán!” Son los lemas con los que habitantes de Sensunapán protestaron enfrente del MARN. Habitantes afirman que los proyectos en la zona de Sensunapán ponen en peligro el medio ambiente del sector y vulneran los derechos ambientales de los indígenas de Nahuizalco. Foto Diario Co Latino/Fernando Velásquez

Comunidades indígenas exigen al MARN suspender proyecto

Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino

Hemos venido a solicitar al ministro del Medio Ambiente, Fernando López, información, sobre el proyecto Pequeña Central Hidroeléctrica Nuevo Nahuizalco II, ya que, hemos solicitado la información y la han negado”, declaró, Sofía Morán, de la comunidad Sisimitepec, Nahuizalco, Sonsonate, e integrante del Comité Indígena para la Defensa de los Bienes Naturales.

Las organizaciones MUINA, Ojo de Agua, REDIA, MESUTSO, Movimiento Tacushcalco, Comité Indígena para la Defensa de los Bienes Naturales, FESPAD, CCNIS, UNES, SICULTURA, ARUMES y Los de Siempre Sospechosos de Todo, que integran la Mesa por la Sustentabilidad de los Territorios de Sonsonate (MESUTSO), realizaron un plantón para exigir la cancelación del proyecto de la octava represa en el río Sensunapán.

Sofía reiteró que como ciudadanos tienen derechos a apelar a la Ley de Acceso a la Información Pública, para conocer el estado del derecho y que, por tanto, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales tiene la responsabilidad de recibirlos y explicarles sobre este proyecto en tierra indígena, que forma parte del sustento diario de miles de familias.

“Somos afectados y por eso demandamos la información, porque la empresa Sensunapán ha hecho un estudio ambiental, y nosotros le hemos demostrado a los técnicos del MARN, que es falso, que contiene muchas irregularidades, y han constatado en la zona en que se pretende construir esta represa, hay una gran biodiversidad que sería afectada, pero no lo quieren reconocer”, acotó.

Igualmente, denunció que pese a que el 26 de junio de 2020 presentaron ante el Juzgado Ambiental de Santa Ana, el aviso de denuncia, por las posibles afectaciones ambientales y culturales, que derivó en una serie de recomendaciones para verificar e informes de los ministerios de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y de Cultura, para explicar sobre esta situación, han sido ignorados.

“Hemos oído en las entrevistas que le hacen al ministro López, en la televisión, que está para dar permisos a todas las empresas que quieran explotar todos los recursos naturales del país. Entonces, le decimos, el desarrollo no puede ser a través de la destrucción, porque ese desarrollo solo favorece a las empresas y empeora la situación de las comunidades, queremos que nuestra voz sea escuchada, como en el año 2013, que fue una primera consulta pública, y no la amañada que quieren meter, que se hizo en el marco de la pandemia mundial del COVID-19, cuando no se podía salir a la calle, son situaciones irregulares en el proceso. La empresa hidroeléctrica entregó víveres a cambio de firmas y las ha tomado como apoyo al proyecto -como repito- es ilegal”, señaló.

En cuanto al papel del MARN, las organizaciones denunciaron que ha venido irrespetando las disposiciones judiciales, como la ocurrida el 22 de octubre pasado, al emitir una “respuesta incompleta y tardía” que no cumple los requerimientos del tribunal ambiental, sobre el impacto al medio ambiente de la presa Sensunapán. Así como, dar a conocer el proceso del trámite del Estudio de Impacto de Ambiental y el resultado de la etapa de Consulta Pública, que consideran posiblemente violenta la Ley de Medio Ambiente.

Luis González, de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), lamentó que esta cartera de Estado haya decidido dar este permiso, pese a las afectaciones a la población e ignorar las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que pidió “abstenerse a promover iniciativas legislativas y/o avances en la implementación de proyectos productivos o extractivos de los pueblos indígenas”.

“Estamos totalmente en contra de que se beneficien intereses mercantiles y comerciales, sobre los derechos humanos y ambientales de las comunidades. Y nos preocupa, que el MARN haya cambiado su decisión anterior, y ahora considere dar permisos”, acotó.

Nicolás Sánchez, del cantón Pushtán, Nahuizalco, Sonsonate y representante del Movimiento de Unificación de la Población Indígena de Nahuizalco, indicó que el río Sensunapán es un sitio sagrado para las comunidades y sustento de biodiversidad con la que han venido compartiendo y en donde se han identificado once espacios de vocación ceremonial e histórica.

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