Se imponen contratos “con salarios precarios y persecución sindical”, tampoco ha habido un aumento al salario mínimo mientras se elevan los productos de la canasta básica.
Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
Organizaciones juveniles, estudiantiles y profesionales universitarios anunciaron que participarán en la marcha convocada para el próximo 1 de mayo donde no solo conmemorarán el Día Internacional de la Clase Trabajadora, sino, también para denunciar los problemas que enfrenta la población salvadoreña como las violaciones a derechos humanos.
En las instalaciones de la Universidad de El Salvador (UES), el Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular (BRP), la Fuerza Estudiantil Salvadoreña (FES), el Colectivo de Profesionales Consecuentes, el Movimiento Universitario de Pensamiento Crítico, Resistencia Juvenil Modesto Ramírez, la Asociación de Estudiantes de Sociología de la UES (ASESUES) convocaron a la población salvadoreña a ser actores de la marcha que tendrá lugar el primero de mayo a la 8 de la mañana, desde el parque Cuscatlán hacia la Plaza Cívica en el Centro Histórico de San Salvador.
“Este primero de mayo nos sumamos a la conmemoración de la memoria de todas las personas trabajadoras que ante la explotación y persecución mantuvieron la lucha hasta alcanzar importantes cambios en beneficio de la clase trabajadora. Desde nuestros espacios académicos y populares reconocemos estos valiosos aportes que nos motivan a poner nuestro conocimiento al servicio de la emancipación social, para derrotar la reproducción de las injusticias”, dijo Carlos Roma, estudiante de la UES y miembro de ASESUES.
El colectivo expuso que en el contexto actual “marcado por retrocesos en derechos laborales, sociales y humanos” sé es necesario salir a las calles para denunciar los problemas que afectan a la población.
Por ejemplo, las organizaciones expusieron el grave deterioro de las condiciones laborales en el país, ya que, en los últimos meses, más de 14,000 personas empleadas públicas fueron despedidas, muchos de ellas sin el debido proceso legal, afectando el derecho a la educación y a la salud; fueron suprimidas 160 Casas de la Cultura, la matrícula escolar del sistema público y privado disminuyó en 65,000 estudiantes, fueron cerradas 70 escuelas, cerrados 45 unidades de salud familiar.
Señalaron que se imponen contratos “con salarios precarios y persecución sindical”, tampoco ha habido un aumento al salario mínimo mientras se elevan los productos de la canasta básica. También, se realiza una concentración de tierras productivas en manos de intereses privados mientras se despoja del acceso a la tierra a las familias campesinas de productores.
Expusieron que existe una crisis estructural en la educación superior pública en la Universidad de El Salvador, ya que actualmente está asfixiada presupuestariamente, con una deuda de $28 millones, esto, podría anular su autonomía.
“Las continuas agresiones contra la UES demuestran el desprecio hacia el pensamiento crítico y a la educación de los sectores populares”, agregaron las organizaciones.
También se pronunciaron contra el régimen de excepción, ya que ha sido una medida que ha violentado los derechos humanos de miles de personas que nada tienen que ver con pandillas.
Desde marzo de 2022, el régimen de excepción ha sido prorrogado en múltiples ocasiones, suspendiendo derechos fundamentales, “obstaculizando la defensa de derechos humanos, realizando más de 83,000 detenciones, demasiadas de ellas arbitrarias y sin el debido proceso, lo que facilita la criminalización de la protesta”.
De hecho, organizaciones defensoras de derechos humanos, denunciaron que existen al menos 6,689 violaciones a los derechos humanos, en lo que va del régimen de excepción.
“Reafirmamos nuestro compromiso con la lucha popular, con la defensa de la educación pública, con la organización desde los sectores populares y con la articulación de un proyecto político emancipador desde las mayorías trabajadoras”, comentó Carlos Roma.
Maricela Ramírez, del Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular (BRP), consideró que hay muchas razones por las cuales se debe marchar. “Las principales que tienen que ver con los graves retrocesos que ha sufrido la Universidad de El Salvador y en general la educación pública en nuestro país, pero asimismo todo el deterioro del sistema de salud, el desempleo, los despidos masivos que ha hecho el actual gobierno; las graves violaciones a los derechos humanos, las capturas arbitrarias (del régimen)”.
Ramírez también hizo hincapié en las graves violaciones que han sufrido las mujeres. “Hay unos retrocesos significativos en el desmantelamiento de los programas que iban dirigidos a la promoción y garantía de los derechos de las mujeres”. Por ello invitó a participar en la marcha de este próximo 1 de mayo.
El colectivo expuso que en el contexto actual “marcado por retrocesos en derechos laborales, sociales y humanos” sé es necesario salir a las calles para denunciar los problemas que afectan a la población.