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Poesía de Mauricio Campos

El TRABAJO LITERARIO
DE MAURICIO CAMPOS

Dora Olivia Magaña
“Somos un solo pueblo.”

La ciudad de Los Ángeles, online California alberga una gran cantidad de salvadoreñ@s en el exterior de las fronteras nacionales, ask posiblemente la misma cantidad o mayor que San Salvador, no es posible decir un número con exactitud ya que el censo estadounidense no abarcó completamente a nuestra población y no todos estamos inscritos en la sede consular. La historia de vida y participación cívica salvadoreña en esta ciudad es muy amplia y sostenida en su historia, va desde el activo y masivo movimiento de solidaridad con la lucha en pro de detener una intervención militar a El Salvador en la década de los ochenta, la creación de organizaciones no gubernamentales que prestan servicios en el área de la salud, vivienda, inmigración como a la activa participación en eventos que rescatan aspectos de nuestros rasgos culturales. Somos una fuerza pujante en el desarrollo cultural, económico y social local y nacional entre las fronteras. Nuestros jóvenes son el segundo grupo latinoamericano más grande en las universidades del estado de California. Nuestros artistas a través de más de treinta años han creado un robusto trabajo en las diferentes ramas y como dijera el recién electo presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén en su discurso de toma de posesión el 1 de junio del año 2014: “Ustedes están lejos pero son una parte importante de nuestra nación. Somos un solo pueblo.” Continuamos pues bajo este lema la exploración del trabajo de literatura y especialmente poesía salvadoreña en Los Ángeles.

En esta ocasión hablaré sobre el poeta Mauricio Campos quien nació en Mejicanos, Realizó sus estudios de Bachillerato en Ciencias y Letras en el Instituto Latinoamericano de San Salvador. El Salvador. Emigró a los Estados Unidos empujado por la situación de la guerra. Desde su llegada a Estados Unidos ha trabajado en diferentes oficios, el más importante para él, la poesía. Luchador incansable por el desarrollo de la literatura latinoamericana y en especial la salvadoreña a finales de los años noventa, junto a un grupo de salvadoreños se traza la meta de crear La Revista Cultural Hispanoamericana; trabajo que emprende con mucho entusiasmo y dedicación. Dicha revista ha crecido con el paso de los años y el trabajo sostenido, a veces heroico por mantener el órgano cultural impreso del cual continúa siendo director.
Mauricio es autodidáctico en su conocimiento y creación, inspirado por nuestro Roque, en su poemario Bosquejos de una vida transita haciendo brotar las sombras, caminando la incertidumbre de los días grises de nuestra historia. Años después su poesía emana luz cuando encuentra el amor, continua si, la denuncia por un mejor mundo.
Entre sus grabaciones literarias, participaciones y publicaciones están: Poesía salvadoreña en tierra extranjera, un poemario corto. Un disco compacto  llamado Poesía Moderna y otro disco grabado con cantantes locales y letras de su autoría titulada Voces de Los Ángeles.
Ha participado en las antologías Desde Los Ángeles Poesía Liberada y Proyección Poética 2002. Poesía Festival LA  editada por Antonieta Villamil 2012 y 2013.
Otros trabajos literarios son Bosquejos de una Vida y POEMAS Mauricio Campos. En el 2013 participó en Lea LA, organizada por la Universidad de Guadalajara con su poemario “Un Quijote en Los Ángeles”
Su poema “ Abres tu boca” es parte del disco 12 Poetas y una Voz producido por la organización POESIA ( Poetas Organizados en un Espacio Social, Intelectual y Artístico) de la cual es parte del consejo directivo.

POEMAS

I

No importa
el camino que tomes
tu sombra irá tras de tí.
Al cruzar una calle,
al doblar una esquina,
como estampilla de correo
sobre una carta.

Aún
bajo el sol más brillante,
ella te recordará
el frío invierno.

Al final del camino
te acostumbrarás como león
domesticado a su existencia.

II

Una página más,
experiencia escrita sobre los rieles del alma,
por cada segundo,
cada minuto,
cada hora,
cada día
de vivencia.

Afuera los carros corren,
las ideas tratan de huir de mí
a velocidad apresurada,
como queriendo recordarme
la brevedad de la existencia.

Es noche de fin de año.

La empleada del café
camina despacio
como queriendo
detener el tiempo,
tu tiempo,
mi tiempo.

III

Eres el profeta contemporáneo,
la pregunta en medio de las comas,
la que increpa al silencio.

Eres el musgo,
la sabia,
la tierra negra
de la América renovada.

Eres la palabra
el látigo que revienta
para que brote
nueva sangre.

IV

Susurro del viento,
luz resplandeciente,
visión de espejo hecho pedazos.

V

Domingo por la mañana,
una lluvia de rayos de sol
y tú sentada en el porche
de casa,
con un cigarrillo en la mano.

VI

Mientras los primeros rayos solares
del nuevo día besan tus muslos
desnudos sobre la cama
yo despierto y observo
a través de la ventana
o ¿de las tinieblas?
a un poeta en la calle
fumarse un cigarrillo
y orinarse sobre sus
propios pies.

X

Tú,
La palabra.

Yo,
El silencio.

La combinación perfecta.

Y en un día cualquiera
enrredándonos de amor
Sobre la verde y esplendorosa grama.

Tú,
El despertar de mis ojos,
Tu nombre sobre mi boca,
La rima entre mis versos.

XII

Esta tarde
la poesía vino a mi vida
una vez más…

Sin esperarla, como suele suceder,
Despertó, cantó y bailó.

Usualmente mi poesía
arriba a través del dolor,
una pena, un desamor.

Pero esta tarde,
la poesía se aferró de tus labios,
parecía
mariposa,
flor,
luz,
y
yo,
inerte,
sin
decir
una
palabra.

Ver también

«Esperanza». Fotografía: Rob Escobar. Portada Suplemento TresMil