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Pensiones privatizadas, tema de ataque financiero y político de la derecha (I Parte)

Licda. Norma Guevara de Ramirios

@guevara_tuiter

El Ministro de Hacienda ha informado infinidad de veces los aspectos más críticos sobre la crisis estructural del sistema de pensiones, viagra ha identificado las actuaciones que complicaron más y ha señalado la responsabilidad de gobiernos areneros. Pero la campaña levantada por gremiales empresariales de manera directa y también utilizando membretes de falsos representantes de los trabajadores, ignoran por completo la real problemática y acusan al gobierno de lo que ellos mismos crearon.

La deuda de pensiones supera el 12% del PIB, se acrecentó desde que en los primeros años los gobiernos no aportaron a la reserva que debían crear para pagar obligaciones (certificados de traspaso) y luego porque al dolarizar el país las inversiones en instrumentos financieros seguros, bajaron el interés; más adelante en 2006 para pagar las pensiones crearon un Fideicomiso de Operaciones Previsionales que no es más que el mecanismo para acrecentar la deuda. Ellos en esa ley establecieron la tasa de interés que el FOP podía devengar y a la vez aumentaron con reforma de ley los privilegios de pensionados del sector privado, todo eso generó un costo para el estado estimado en más de 7 mil millones de dólares.

El origen de la crisis de pensiones está en la ola privatizadora impulsada desde 1989 y mantenida por 4 gobiernos de Arena que transformó el modelo solidario, que aseguraba pensiones de jubilados con los aportes de los trabajadores activos en un modelo que privatizó el manejo de las cotizaciones y estableció obligaciones al Estado; un modelo que a los 4 años mostró su fracaso y que luego en 2006, al no poder pagar pensiones, agrandaron el endeudamiento y postergaron el pago a futuro. Aquel futuro es hoy, y es obligado entender cómo se ha generado la crisis y quienes se lucran con ella.

El 20 de diciembre de 1996 con 39 diputados de Arena y 4 del Partido Demócrata Cristiano, aprobaron la Ley del Sistema de Ahorro para Pensiones, era prácticamente la aplanadora tricolor que se negó a discutir y someter a examen las cuentas; ni siquiera aliados de siempre como PCN y PD les acompañaron. Arroparon aquélla decisión con una enorme campaña, según la cual desde ese momento cada trabajador era dueño de su ahorro, y nadie se lo quitaría; ese ahorro le daría certeza para una pensión digna, eso decían. Vinieron expertos independientes a demostrar que los estudios actuariales que sustentaban la propuesta no eran serios y sostenibles, ni el saludo les respondían los todopoderosos diputados del partido Arena.

Hubo voces críticas en el gobierno de entonces que las acallaron como la de la Presidenta del ISSS, que en privado abogó por un modelo distinto; mixto. El movimiento de trabajadores se percató tarde que existían opciones diferentes, la propaganda sustituyó la razón en la gran mayoría y la ley se aprobó. Sus propagandistas afirmaban que era como el modelo chileno, pero es falso, fue un remedo por la debilidad del Estado que carecía de la fuerza para diferenciar los diferentes mercados financieros: Seguros, banca y administradoras de fondos se fusionaron para caer sobre el Fondo de Pensiones.

Pregones falsos de ayer y hoy en la privatización de pensiones explican la deuda estatal, la ganancia de las AFP’S y la crisis de las pensiones veamos la sin razón de algunos de ellos:

“La cotización del trabajador  es personal, nadie  la tocará y le asegura una buena pensión”. Esto es falso porque afiliarse es obligatorio para cualquier trabajador (a), debe pagar a una AFP el 2.2%  (hasta 2010 era el 3%) y el 10. 8 % (antes de 2010 era menos) de salario va a la cuenta de ahorro que forma parte de un Fondo que reúne las cotizaciones de todos. La propiedad es de papel, quien puede invertir el ahorro es la AFP, está obligada a buscar una buena rentabilidad de todo el fondo, lo que nunca ha sido una realidad en los 18 años de privatización.

Si alguien gana salario mínimo, el ahorro de un año es poco, cualquiera que fuera el interés seguirá siendo poco; si esa condición de salario bajo se mantiene a lo largo del tiempo, llegará la edad de jubilarse sin que la AFP pueda sostener una pensión digna; el Estado complementará para pagarle una pensión mínima.

Como puede verse la AFP tienen su ganancia mes a mes asegurada, representa millones de dólares cada año, mientras el Estado que no recibe nada, debe entregarle a la AFP el complemento de las pensiones cuando el “ahorro” se ha terminado. Esto genera deuda del Estado sin haber usado un solo centavo para sí.

Continuará…

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