Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
El economista Cesar Villalona sostiene que la eliminación de la deuda política se realizó para afectar a los partidos pequeños, ya que, con ello, se garantizaba que estos pudieran tener acceso a determinados recursos para sus campañas electorales y fomentar el pluralismo.
Para el economista, la deuda política es un financiamiento que el Estado le daba a los partidos políticos, pero esto ya no será así, ya que se derogó el artículo 210 de la Constitución donde se reconocía el financiamiento público a las campañas electorales.
Villalona recordó que los partidos políticos tenían derecho a recibir un financiamiento del presupuesto del gobierno para actividades relacionadas con la campaña electoral. Ese monto dependía del tamaño del partido y su fuerza. Es decir, el partido mayoritario recibía más, el partido más chiquito recibía menos como un financiamiento, y ese dinero se utilizaba para fines de financiamiento de acciones relacionadas con la campaña electoral.
Por ejemplo, la compra de afiches, entrevistas radiales, acciones de propaganda, movilización de personas y no se podía utilizar para otros fines. “Y si el partido político no se gastaba todo ese dinero, entonces lo devolvía, tenía que presentar los recibos”.
El concepto de “deuda política” “es erróneo”, consideró Villalona, ya que es un financiamiento a las campañas electorales de los partidos políticos y no son los partidos quien debe ese dinero, sino, el Estado lo debe. “El Estado lo pone en su presupuesto y lo entrega, y los partidos cancelan con sus recibos y ya está. Ese es más o menos en lo que consistía el asunto”, comentó Villalona.
El economista sostuvo que no solo se financiaba al candidato, sino también al partido cuando realizaba mítines. “Si hay unas elecciones de diputados y de alcaldes, ahí se financia a los candidatos, alcaldes y diputados, si es para presidentes, al candidato, pero también al partido, porque los partidos hacen campañas no solo en el sentido del candidato, sino un mitin, tienen que mover un montón de gente, y hacen muchas acciones de campaña electoral, donde la propaganda es un componente”.
Lo anterior, según comentó Villalona, era para garantizar que los partidos pudieran tener acceso a determinados recursos, sobre todo los minoritarios. “Había partidos que tenían, como por ejemplo ARENA, un partido que fue muy grande y que era un instrumento de la oligarquía, que contaba con todos los recursos para hacer una campaña electoral.
Entonces, que el Estado financia partidos que no tienen ni esa capacidad de conseguir tanto dinero, se entendió que era positivo, para que pudieran promoverse y tener algún resultado electoral más o menos positivo, no ir con tantas desventajas a las elecciones, esa era la idea, y garantizar que haya más participación de diputados de diversos partidos, que no se concentra todo en una fuerza política que maneja todos los recursos”.
Sobre el financiamiento privado a los partidos, Villalona comentó que siempre ha existido apoyo de privados ya sean personas o empresas. “Eso siempre ha existido y va a existir, por ejemplo, un partido tiene 10,000 militantes, y los 10,000 militantes pueden aportar a una campaña, eso es un apoyo privado o puede haber un empresario que le apoye a un candidato a un partido, esa parte no se elimina, la parte privada, y esa también es auditada, porque hay que presentar información sobre el uso de esos recursos”.
Los empresarios, según comentó Villalona, apoyan más a partidos de derecha, “la empresa privada financiaba mucho más a ARENA, y hoy financia mucho más a Nuevas Ideas, de hecho Nuevas Ideas no necesita recursos del Estado, porque es un partido que está apoyado por toda la oligarquía, que tiene muchísimo dinero, porque ha habido un manejo del presupuesto del Estado muy opaco, hay muchos indicios de corrupción pública, y parte de esa corrupción puede haberse movido a financiar campañas de Nuevas Ideas y a crear toda una estructura de apoyo a ese partido, de manera que Nuevas Ideas no necesita el financiamiento público”.
La decisión de eliminar la deuda política “fue para golpear a los otros partidos, y sobre todo a los más pequeños”. Para eliminar la deuda política, los diputados, primero, tuvieron que reformar el artículo 248 para que una sola legislatura pueda reformar la Constitución. Es así cómo se deroga el Art. 210.