Página de inicio » Editorial » Nayib Bukele, presidente de la república y alcalde máximo de El Salvador

Nayib Bukele, presidente de la república y alcalde máximo de El Salvador

En un afán por controlar los fondos que por Constitución le corresponde manejar a los Concejos Municipales, el gobierno del Presidente Nayib Bukele, haciendo uso del control total de la Asamblea Legislativa, eliminó el FODES y la institución que participaba en la distribución de los mismos, es decir, el Instituto Salvadoreño de Desarrollo Municipal (ISDEM). Así, con 62 votos a favor los diputados de la Asamblea Legislativa aprobaron “dar mayor liquidez a las alcaldías y optimizar el uso de los recursos de la Ley de Creación del Fondo para el Desarrollo Económico y Social de los Municipios (FODES) para beneficio de la población salvadoreña”.

Al modificar la anterior ley del FODES, el Gobierno creó la Dirección Nacional de Obras Municipales (DOM), para el manejo exclusivo del 8% de los ingresos, establecidos en el Presupuesto General de la Nación, con lo cual no solo evita que los concejos municipales desarrollen proyectos en los municipios, de acuerdo con las necesidades de los mismos, sino que, lo más grave, al centralizar los fondos, estos serán manejados a discreción del gobierno. Es decir, ejecutará proyectos sólo en los municipios de sus partidos (Nuevas Ideas y GANA). A los pocos municipios cuyos alcaldes sean de la oposición no les elaborará obras y, con ello, evitará que sean reelegidos en el próximo periodo electoral municipal.

Además, al controlar los fondos antes llamados FODES (75%), los alcaldes y sus concejos solo serán simples administradores de los municipios, es decir, “macetas” de corredor, como una día el presidente Bukele llamó a los gobernadores departamentales, tras considerarlos infuncionales. Al final nombró a los gobernadores, bien porque son “macetas necesarias” o simplemente por darle trabajo a militantes de Nuevas Ideas, que quieren participar de la piñata de la cosa pública. Algo así sucederá con los alcaldes y los concejos municipales, empleados de tercer nivel del ejecutivo, con cargos reales pero funciones simbólicas.

En la práctica, el presidente Bukele será presidente y alcalde de El Salvador, pues las obras para los municipios serán decididos por el mandatario, y así ha comenzado a hacerlo.

A mediados de la semana, el presidente Bukele anunció el Plan Nacional de Bacheo en todo el país. “Iniciamos el año 2022 con la primera obra que @ObraMunicipal ejecutará con la disposición de priorizar el bienestar de los salvadoreños”, escribió en un tuit Casa Presidencial, adjudicado al presidente Bukele. El plan de bacheo, dijo el mandatario, se realizará en un año.

Por cierto, de acuerdo con la antigua ley municipal y del FOVIAL, al Ministerio de Obras Públicas (MOP), es decir el gobierno central, le corresponde hacer y dar mantenimiento a las calles principales, es decir, nacionales, mientras que a las municipalidades a las calles y avenidas del interior de la ciudad. Antes de modificar o hacer una nueva ley del FODES, tanto el mandatario como los diputados de Nuevas Ideas justificaron que “lo que buscaban era acabar con la mafia en las alcaldías”.

Y es cierto que ha habido corrupción en las comunas, pero por esa razón es que hay varios ediles o miembros de concejos municipales procesados o en prisión. El padre de un joven diputado de Nuevas Ideas, antes muy “golillero”, por cierto, que fue alcalde del FMLN en un municipio del oriente del país, tiene cuentas pendientes por “mal uso de los fondos municipales”.

Es decir, es cierto que algunos alcaldes han cometido abusos en los fondos públicos, pero cuando se les ha aplicado la ley han pagado sus faltas. Sin embargo, en la narrativa del presidente Bukele y de Nuevas Ideas, todos los alcaldes antes de mayo de 2021 no utilizaron el FODES para obras, sino para otros “fines”. De hecho, el día que aprobaron la nueva ley del FODES, los diputados de Nuevas Ideas corearon: “El espíritu de la ley del FODES es el de acabar con la mafia en las alcaldías, debido a que las pasadas administraciones de las comunas no utilizaban el dinero para ejecutar obras”.

Sin lugar a duda, el Presidente Bukele no solo ha consolidado el control en los tres órganos del Estado y el Ministerio Público, sino que hoy inicia el control absoluto de las municipalidades, a través de las finanzas.

Ver también

Al reducir los municipios a 44, Bukele puso “los bueyes atrás de la carreta”

Ni los aplaudidores ni los enamorados del bukelismo podrán negar esa realidad. Nayib Bukele, presidente …