Alma Vilches
@AlmaCoLatino
“Hay que ser cristianos con capacidad de pastorear, cuidar en nuestro propio hogar, en cualquier cargo público, en la iglesia. Necesitamos crecer en la cultura del pastoreo, con todo ser viviente, sintiéndonos acariciados por las manos del buen pastor, evitemos alejarnos de todo aquello que nos aparte de su cuidado”, fue el mensaje de Monseñor Romero, recordado en la Cripta de Catedral Metropolitana el domingo 11, donde reposan sus restos.
Este IV domingo de Pascua el obispo mártir lo llama el Domingo del Buen Pastor, porque Cristo resucitado se presenta bajo esa figura y pide a todos tener el mismo rol no solo dentro de la iglesia, sino en cada lugar donde se desarrolle día a día, porque todos aquellos que por no molestarse, no tener conflictos y dificultades evitan toda cosa espinosa, no iluminan la realidad en que se vive.
Para San Romero, una iglesia que no provoca crisis y una palabra de Dios que no toca el pecado concreto de la sociedad donde se está anunciando, solo son consideraciones piadosas muy bonitas que no molestan a nadie, y muchos así quisieran las predicaciones.
Asimismo, exhortó a ser como el Buen Pastor para que la iglesia sea una casa de la misericordia del Señor, donde los pecadores no encuentren el reproche, la excomunión, la dureza; sino la acogida y el abrazo del Señor quien los llama para el perdón.
“Sobre estas sombras de sangre, dolor, depresión y desolación, necesitamos se destaque la bella figura del Buen Pastor; somos pecadores, yo el primero que he ofendido al Señor, pero gracias a Dios un día escuchamos su llamamiento que señaló nuestro pecado y en vez de enconcharnos en nuestro orgullo, mejor acepto ese mensaje”, expresó el entonces arzobispo de San Salvador.
Según Monseñor Romero, existen motivos muy poderosos para que la plegaria y la eucaristía sea verdaderamente un domingo de oración, abrirse a la esperanza, la fe de esta iglesia que ahora prolonga la figura del Buen Pastor gracias a los pastores, a las almas consagradas a él que lo van haciendo presente en formas tan diversas en el mundo.
Durante la procesión de ofrendas la Comunidad de la Cripta Monseñor Romero presentó una vela encendida, con la que piden que Jesús ilumine al Papa León XIV, pastor de la iglesia universal, conozca sus ovejas, sepa escucharlas y guiarlas, y en las peores tribulaciones no permita que le sean arrebatadas.