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Terry Lynn Karl, profesora e investigadora de derechos humanos en Latinoamérica y Centroamérica. Foto Diario Co Latino/Cortesía

Los autores intelectuales del Caso Jesuitas continúan impunes: Terry Karl

Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino

El testimonio de la profesora e investigadora de derechos humanos en Latinoamérica y Centroamérica, Terry Lynn Karl, es irrebatible por sus múltiples investigaciones y estudios sobre el Caso Jesuitas, y dejó en el ambiente de la Audiencia Nacional de España que la impunidad está tan enquistada, que los autores intelectuales, tres décadas después, nunca fueron sometidos a la justicia.

“Hasta ahora, en El Salvador, ninguno de los autores intelectuales de estos asesinatos ha sido sometido a juicio por su participación en lo que hicieron a esas ocho personas en la UCA. Para mí, este juicio debería ser en El Salvador, no es falta de respeto en ninguna forma, pero solamente porque muestra la impunidad”, reafirmó Karl.

“Para mí, es increíble que las personas involucradas y nombradas en este proceso son congresistas y tienen posiciones de honor y tienen mucho dinero. Y no hay justicia, hasta este momento, para esos cinco mil civiles muertos en esa guerra civil, sin ninguna justicia para ellas. Los sobrevivientes, los asesinados, los desaparecidos (…) toda esa gente, todos ellos merecen mucho más que esto”.

Con firmeza abrumadora y detallada, la investigadora Terry Karl presentó todo el contexto del conflicto armado, la ofensiva del FMLN y el ambiente que se vivió previo al asesinato de los seis sacerdotes jesuitas y sus dos colaboradoras, la madrugada del 16 de noviembre de 1989, en el campus de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA).

Uno de los períodos más importantes antes del crimen fue el accionar de Radio Cuscatlán, del Ministerio de la Defensa, que llevó la campaña contra los jesuitas; las declaraciones de los coroneles Inocente Montano y Juan Orlando Zepeda fueron “feroces”, dijo Karl; tan así, que motivó al exsubsecretario de Estado, Bernie Aronson, mandar una carta a la embajada de los Estados Unidos en el país, ordenando que cesaran la campaña por “peligrosa”.

“Esto es un ejemplo de la premeditación. En mis entrevistas con agentes de la CIA o con personal de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), que estaban trabajando en El Salvador en ese momento, llamaron a esto una operación psicológica. Porque -entendamos- no es cosa fácil mandar a un soldado a matar a un sacerdote, principalmente en América Latina; entonces, deben preparar el terreno, creando la impresión como la que tuvo el teniente Espinoza, que era ‘hay que matar a esa gente, que son líderes del FMLN’ y están contra el Gobierno”, explicó.

Asimismo, mencionó como segundo elemento de “premeditación fuerte”, previo al crimen, el “cateo” dentro de la UCA, que empalma con las investigaciones de New Scotland Yard y del FBI, quienes han coincidido en las conclusiones sobre el Caso Jesuitas. No obstante, ante las declaraciones del coronel Emilio Ponce, quien dijo que habían 200 combatientes del FMLN dentro de la UCA, esa madrugada del 16 de noviembre de 1989, Karl consideró que jamás un estratega militar mandaría un contingente de 36 ó 40 soldados a enfrentar un combate, sin importar que estos fueran del Batallón Atlacatl.

“La proporción que mandaba el Ejército (conflicto armado) era de tres soldados por un combatiente del FMLN, no tenía sentido un grupo de comando del Atlacatl dentro de la UCA; además, el cateo del día 13 (noviembre) ellos fueron solamente a la residencia de los sacerdotes por media o una hora en el lugar, el campus de la UCA era muy grande, no había posibilidad de revisarlo todo y eso nos muestra a quienes hemos investigado que fue premeditación”, manifestó.

Otro de los hechos relevantes, aclarados por Karl, es que en la búsqueda de una salida negociada al conflicto, que eran los primeros pasos entre ambas partes por la paz, fue un revés para una generación de militares que tenían el poder del Alto Mando Militar, en un momento histórico, conocidos como “La Tandona”, dando paso al atentado dinamitero en la sede de FENASTRAS.

En cuanto a las referencias históricas del dominio de “La Tandona”, Terry Karl comentó que “fue la generación de oficiales con más poder que tuvo el ejército salvadoreño” en la década de los años ochenta, cuyo temor era que los sacaran de esa posición de mando, ya que hubo peticiones reiteradas de jóvenes oficiales y el movimiento insurgente del FMLN, de su salida del Alto Mando Militar.

“El liderazgo de La Tandona y el liderazgo del Alto Mando en este sentido eran: (Emilio) Ponce, (Orlando) Zepeda e (Inocente) Montano, ellos tomaron la decisión de utilizar el momento de la ofensiva del FMLN para matar al padre Ellacuría e Ignacio Martín Baró, que eran analistas muy agudos y los demás fueron las víctimas para no dejar a nadie dentro que fueran testigos. Hubo varias reuniones y era obvio que, después de recrear esas reuniones, hubo un elemento de premeditación, antes de la más importante y lo que realmente vale, es la del 15 de noviembre, que es la idea de facto, diría yo, para matar a los sacerdotes”, argumentó.

Sobre la preparación del terreno previo a la muerte de los jesuitas, Karl compartió que le impactó el testimonio del exteniente (Luis) Parada, quien afirmó tener la información de que habría un ataque del FMLN en San Salvador, que coincide con informes de la CIA y la NSA, advirtiendo a la cúpula del ejército salvadoreño. Señala que el expresidente Alfredo Cristiani, que estaba de “vacaciones al lado de un lago”, supo de ese informe y nadie hizo nada.

“El terrorismo de Estado ha sido reconocido no solo por mis informes, sino del Gobierno de El Salvador, que han reconocido públicamente su responsabilidad por los crímenes cometidos por las fuerzas armadas en ese período; incluyendo masacres, matanzas extrajudiciales, desapariciones forzadas, torturas, abuso sexual, privación ilegal de la libertad y otras acciones cometidas contra civiles indefensos alejados del conflicto. Todo eso era un uso ilegítimo de la violencia y que creo que está sufriendo El Salvador todavía, de quebrar el orden constitucional haciendo esto”, puntualizó.

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