Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
La minería transfronteriza es una amenaza latente, como la mina Cerro Blanco, cuyos impactos son previsibles y afectará el río Lempa, dijo Gabriela Solórzano, de Asociación de Mujeres Ambientalistas de El Salvador (AMAES).
Pobladores de comunidades rurales, junto a AMAES, la Mesa Nacional Frente a la Minería Metálica y ACAFREMIN, realizaron la 5ta Marcha Acuática, en el marco del Día Internacional de la Madre Tierra, en el Lago de Güija.
Gabriela Solórzano, de AMAES, reafirmó el compromiso de las comunidades y organizaciones ambientalistas que se suman a la «defensa ambiental de sus territorios» frente a proyectos extractivistas y contaminantes.
La medioambientalista argumentó que el río Lempa, siendo el principal recurso hídrico de El Salvador, al afectarlo con metales pesados sería un impacto irreversible y para la población.
El caso de la mina Cerro Blanco, en Asunción Mita, Guatemala, que fue adquirida recientemente por Aura Minerals, concesionaria de la Mina San Andrés, en Honduras, ha generado graves daños a los ecosistemas y a la salud de la población.

EN AGOSTO ENTRA EN FUNCIONES CERRO BLANCO
María del Carmen Sifuentes, del Colectivo Laudato Si, que se inspira en el pensamiento del papá Francisco, sobre la visión ecologista de la que han hecho su defensa el pueblo de Asunción Mita, Jutiapa, Guatemala.
«Esta es una lucha de muchos años que ahora es de Aura Minerals, que en agosto comenzará a trabajar. Y han estado alquilando casas en Asunción Mita y en Agua Blanca, en donde tenían sus oficinas Elevars Resources», afirmó
«Aura Minerals ha causado daño en Honduras, generando división entre la población. Y lo hemos visto en todas las comunidades en donde ganamos enemigos gratuitos, pero esto no importa nuestra lucha la vamos a continuar», reafirmó Sifontes.
ACAFREMIN y el Día de la Tierra
Pedro Cabezas, integrante de ACAFREMIN, manifestó que no sólo el extractivismo de la minería metálica afecta a la población, sino también proyectos como Surf City, minería de Bitcoin, el monocultivo de la caña de azúcar y proyectos inmobiliarios en zonas de recarga acuífera o sitios arqueológicos.

«Todos estos proyectos se están haciendo a costa de los derechos de la población, acumulando territorio en picas manos y forzar el desplazamiento, ese el programa económico de gobierno el extractivismo+, explicó Cabezas.
Vidalina Morales, de ADES Santa Marta, reconoció el crecimiento del movimiento ambiental y la defensa de los bienes naturales en Guatemala y El Salvador.
«La minería atenta a la vida de los pueblos en Guatemala, Honduras y El Salvador, ahora que estamos en la frontera natural del Lago de Güija, sabemos que el proyecto minero Cerro Blanco, impactaría severamente a todos y todas», alegó.
«La urgente necesidad de defender al medioambiente y por lo que nos hemos comprometido como espacios articulados y vamos a seguir denunciando atropellos y adversidades que criminalizan a las poblaciones que históricamente son empobrecidas y viven de la tierra «, reseñó.
«Conmemoramos el Día de la Tierra, y rechazamos la Ley de Minería aprobada en nuestro país, sin embargo, los procesos mineros no han avanzado en El Salvador, pero estamos claros que vamos a defender y fortalecer la resistencia comunitaria «, puntualizó Morales.
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