(Colaboración de Raquel Kanorroel, de ERRETEGÉ Art Studio)
Cinco artistas salvadoreños de renombre se reunirán este sábado 5 de julio para exponer su pensar y su sentir alrededor de las «Formas distintas de entender el desnudo a través del tiempo en la plástica salvadoreña», conversatorio organizado por ERRETEGÉ Art Studio con el apoyo de la empresa Paradise Moulding y del Centro Cultural Cabezas de Jaguar, sede del evento que se llevará a cabo de 3:00 p.m. en adelante.
“Cuando se aborda con respeto y sutileza, el desnudo no es la representación de la superficialidad de la piel, sino una revelación de los silencios ocultos, el deseo, el placer y –por qué no decirlo– la autonomía”, declara Bárbara Zavaleta, ponente invitada junto a Héctor Hernández, Augusto Crespín, Gilberto Arriaza y Renacho Melgar.

Por su parte, Arriaza señala que todavía, en pleno Siglo XXI, hay bastante reticencia por parte de algunos sectores de la sociedad (especialmente iglesias) frente al desnudo, ya sea artístico, sensual o erótico.
“Desde el punto de vista estético, todos esos tipos de desnudo son válidos, aunque lo sensual, lo erótico, es rechazado por los sectores conservadores. Considero entonces que es importante el desarrollo de estas temáticas, en el sentido de ir abriendo las mentalidades y reivindicar el desnudo como uno de los temas más importantes a lo largo de la historia del Arte”.

Zavaleta está de acuerdo: “Nuestro entorno social ha heredado una carga moral y religiosa que ha declinado en vislumbrar el desnudo, en especial el femenino, en una especie de “espacios silenciados” (…)”, declara. Ese silencio artificial es roto con amor y sin contemplaciones por el dibujante, el pintor, el escultor, el fotógrafo, el cineasta, porque –como ella misma manifiesta—“(e)l desnudo artístico despliega múltiples lenguajes”.
En efecto: aún dentro de una misma disciplina artística, como la pintura, el desnudo no es sólo símbolo de belleza, deleite y libertad, sino también medio para denunciar la hipocresía y la corrupción, como sucede en la obra del pintor Antonio Bonilla, algunos de cuyos cuadros se expondrán –junto a los de otros artistas amantes de la figura humana– en Cabezas de Jaguar a partir del 5 de julio.

El desnudo en Arte, pues, no es presencia muda, sino estimulante melodía o enervante grito.
Respecto a la hipocresía, Zavaleta señala que “en público, generalmente el cuerpo es censurado; pero, en la privacidad, es consumido sin reparo”. Frente a esta censura y doble moral, la artista explora a través de su obra “la feminidad, la sensualidad y la espiritualidad, entrelazadas con una profunda carga simbólica y estética”.
Esperamos que tanto artistas como amantes del Arte asistan a este conversatorio que promete enriquecer su acervo cultural, pero –sobre todo— liberar su pensamiento, afinar su sensibilidad y estimular su creatividad.

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