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26 años desde los Acuerdos de Paz

El Gobierno y el partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) celebraron ayer el 26 aniversario de los Acuerdos de Paz.

Esta celebración es de mucha importancia, pues, por un lado, se vuelve un espacio para contarle a las nuevas generaciones cómo era el país en lo político, económico y social, y cómo es luego de la guerra civil de doce años, y, sobre todo, cómo es después de la firma de la paz (16 de enero de 1992).

Es necesario que las nuevas generaciones sepan de la estructura de injusticia que prevalecía y prevalece en el país, y cómo el aparato de Gobierno estaba configurado para preservar esas estructuras de injusticia y desigualdad.

Es forzoso que las juventudes sepan que la guerra civil fue necesaria porque buscaba, con las armas, cambiar ese sistema de injusticia, pero que ante la imposibilidad de un triunfo militar de la guerrilla se tuvo que llegar a una negociación, en la que se lograron cambios fundamentales en el aparato de gobierno, con la creación incluso de nuevas instituciones que vale la pena recordarlas: la Policía Nacional Civil (PNC), Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP), Consejo Nacional de la Judicatura, Tribunal Supremo Electoral, Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, entre otras.

Y, por supuesto, el logro más importante fue el reconocimiento de la existencia de todas las tendencias ideológicas y el derecho que estas tienen, a través de los partidos políticos, de participar en el poder estatal por la vía electoral, es decir, por la vía democrática.

También es necesario recordar que un factor que nos llevó a la guerra civil fue el cierre de espacios políticos, por eso es que hay que ver con suma preocupación el manoseo absurdo que hacen cuatro magistrados de la Sala de lo Constitucional en lo referente al tema electoral. Imponiendo candidaturas independientes, quitando magistrados del TSE e impidiendo que los partidos políticos garanticen la confianza de los procesos electorales.

Últimamente, la Sala de lo Constitucional está poniendo trabas para que los partidos políticos, sobre todo el FMLN, reciban la deuda política, la que ya se ganó, pues, es producto del resultado electoral en 2015.

Esto, creemos, es grave, pues pone en peligro un logro fundamental de los Acuerdos de Paz, facilitar y garantizar que todas las fuerzas políticas participen en procesos electorales sin traba alguna. Esto es lo que hay que analizar, entre otras cosas, a la luz de un aniversario más de la firma de la paz.

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