Por David Alfaro
Un joven trabajador de una empresa que trabaja para la Dirección de Obras Municipales de El Salvador, hizo un video, para contarle al presidente Bukele que los salarios de trabajadores como él, SON MISERABLES. Y Le pide una revisión del salari0.
El muchacho lo hace de buena fe y ojalá que la dictadura de Bukele ni lo despida ni lo capture como tiene acostumbrado hacer.
Esta denuncia es un reflejo claro de la precariedad laboral que existe bajo el modelo de «modernización» de Bukele. Mientras la propaganda vende una imagen de progreso, los trabajadores que hacen posible esas obras apenas pueden sobrevivir con sus salarios.
Lo más preocupante es que, en un régimen como este, incluso una petición legítima como la de este joven puede ser vista como una afrenta. Ya hemos visto cómo la dictadura reprime cualquier crítica, incluso si viene de sus propios simpatizantes o empleados. Si la respuesta es el despido o la persecución, quedará aún más en evidencia que Bukele no gobierna para el pueblo, sino para los ricos del país.