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Debido al cierre de la economía provocado por el coronavirus, El Salvador registrará durante este año la caída más significativa del Producto Interno Bruto (PIB) y el mayor crecimiento en cuanto a nivel de pobreza en la región de Centroamérica.
Según un informe divulgado este jueves por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), esa nación debe enfrentar una caída del -8,6 por ciento del PIB.
Esta situación tendrá un efecto negativo en los niveles de empleo, por lo cual se proyecta que, para finales de 2020, cuatro de cada diez salvadoreños esté en situación de pobreza. De acuerdo con la Cepal, tres de cada diez salvadoreños se encontraba en esa situación económica al cierre de 2019.
Agrega este reporte especializado que otras naciones centroamericanas que resultarán muy afectadas serán Nicaragua, con una caída del -8,3 por ciento, Panamá (-6,5), Honduras (-6,1), Costa Rica (-5,5) y Guatemala (-4).
Situación de Latinoamérica
En cuanto a Latinoamérica, estima la Cepal que su PIB caerá -9,1 por ciento, con decrecimientos de -9,4 por ciento en América del Sur; -8,4 por ciento en América Central y México; y, -7,9 por ciento para El Caribe excluyendo Guyana, país que ha tenido un fuerte crecimiento (44,3 por ciento).
La caída en la actividad económica será tan significativa que, al cierre de 2020, el PIB per cápita de América Latina y El Caribe será similar al observado en 2010, destaca la comisión económica.
Respecto a la tasa de desempleo, se ubicará al cierre de este año en torno al 13,5 por ciento, un 5,4 por ciento más comparado con 2019. Según esta proyección, el número de desempleados se incrementará en 18 millones y llegará a las 44,1 millones de personas.
También, se prevé que el número de pobres se incremente en 45,4 millones. Así, la cifra de personas en esa condición pasaría de 185.5 millones en 2019 a 230.9 millones en 2020. Ello representa el 37,3 por ciento de la población.
El mayor impacto por sectores se produce en el turismo, la aviación, los alojamientos, los restaurantes, el entretenimiento y el comercio, según la Cepal. Se exceptúa la actividad de los supermercados, las farmacias y otros servicios declarados como esenciales.
