Se fue…

Carlos Alberto Saz

 

Se fue como el ave peregrina

que cruza el océano insondable;

como aquella fugaz golondrina

huyendo del vendaval implacable.

Se fue como el pobre indigente

que no vuelve a su mísera choza;

como nos dice adiós, ed de repente, prostate

el amigo que nos regaló una rosa.

Se fue como el pájaro herido

en sus alas cansadas de vuelo;

como se fue el hombre sufrido,

sin calor, ni placer, ni consuelo.

Se fue como aquel profesor

que triunfó en su noble docencia

y no vuelve a su bello esplendor

por un sino de magra inclemencia.

Se nos fue como la mariposa

que alzó su vuelo fugaz

y no vuelve jamás a la rosa

porque el viento la cortó a la ras.

Se nos fue este gran mentor

con sus clases magistrales,

psicómetra de esplendor

que sirvió  clases puntuales.

Dejó en la UES su vida,

entregado en cuerpo y alma;

hoy nos duele su partida,

¡que descanse en santa calma!

Torres, Francisco Armando,

psicólogo fulgurante,

su legado sigue brillando

como un genuino diamante.

Soyapango, 

lunes 29 de junio de 2015.

 

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