@RosmeriAlfaro
En un altar sagrado, con maíz, fríjol, azúcar, incienso, candelas de colores, entre otros, y en medio de los cuatro balames que representan los rincones de la tierra, el sacerdote Maya Pipil “tata” Cuyut realizó la ceremonia de bendición de la semilla en la ciudad de Izalco, Sonsonate.
De acuerdo con Carlos Urías, mejor conocido como “tata” Cuyut, en la cosmovisión ancestral se encuentra el rito ceremonial de la bendición de la semilla, ritual que se realizará en un altar dedicado al conejo para solicitar y agradecer al “tata” Tláloc para que haya agua.
En la cultura maya, los Balames son espíritus mayas protectores de los campos y las cosechas. De acuerdo a la tradición popular, hay cuatro de ellos para cada sitio, los cuales se ubican en cada uno de los puntos cardinales para llevar a cabo sus funciones de protección.
Las candelas de colores entre ellas: negras, rojas, amarillas y blancas representan las cuatro grandes razas y los colores naturales del maíz, que es vida.
“Nuestros “tatas” (abuelos) acostumbraban que luego de salir las
hormigas voladoras, mejor conocidas como zompopos de mayo, se tenia que agradecer al “tata” Tláloc por la lluvia”, dijo uno de los asistentes.
Por ello, todos los años con el objetivo de que haya un buen invierno y una cosecha abundante, los sacerdotes mayas pipiles realizan una ceremonia para pedir “al abuelo Kanil” les dé una semilla hermosa y fructífera.
Además de pedir por una buena cosecha a sus ancestros, el sacerdote Maya manifestó que la idea de realizar esa bendición fue para transmitir un mensaje a toda la humanidad.
“El mensaje que traemos con esta bendición es que tenemos que amar la
semilla que está en el vientre de la mujer para que se reproduzca y esa semilla pueda dar otra cuando le toque reproducir”, dijo.
“Nosotros somos semillas, somos parte del universo, una esencia divina que Dios creó, debemos cuidar nuestras semillas. Debemos crear seres con integridad, fortaleza, con amor y alegría para que los hogares sean unidos”, agregó.
Según el “tata”, las semillas en una mujer son los ovarios, y los testículos en el hombre.
Al finalizar la ceremonia los agricultores de la localidad recibieron los granos bendecidos para que tener una buena cosecha.
Los asistentes también participaron en los baños a vapor, que según el sacerdote sirven para purificar el alma.