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Yaneth Estrada
@caricheop
Pilas vacías, chorros sin agua, garrafas amontonadas y barriles con polvo fue la constante en varias viviendas del Block B de la Residencial Villa Galicia, Alta Vista, en Tonacatepeque.
Los habitantes relataron que la última vez que les cayó el agua potable fue el 21 de diciembre, previo a las fiestas navideñas. Desde entonces han tenido que abastecerse de pipas que venden el barril entre $1.00, $1.25 y $1.50 para uso doméstico porque es agua de muy baja calidad (del Lago de Ilopango).
“Nosotros hemos llamado a ANDA, mandamos correos, a veces dicen que van a verificar, otras no nos contestan y la necesidad nos obliga a comprar un barril por día ($1.50), agua purificada para tomar y cocinar ($2.40) cada semana y, a parte, pagar los recibos ($4.50) al mes, aunque desde octubre no vienen a dejarlos”, explicó R. de Pértica.
En su casa conviven dos menores de edad y un adulto, pero en total las familias afectadas son cerca de cuarenta, más niños y adultos mayores.
Más afectados
Unas casas más adelante nos encontramos a Doña K. Barahona, quien relato que el llamado es a ANDA para que dejen caer unas horas el agua, ya que en otros pasajes de la zona no ha dejado de llegar.
Yo solo vivo con mi esposo, por eso no puedo comprar agua por día; tenemos una pila de quince barriles, pero eso implica un gasto semanal de $22.50”, afirmó. A esto se suman cuatro garrafas de agua para tomar y cocinar alimentos, más el recibo de ANDA que llega mensualmente.
A la par, otro vecino comentó que sí es afectado por la falta de agua, pero tuvo que llenar la pila del lavadero la mañana de este martes con la pipa, porque no tenía nada.
Los afectados aseguraron que llevan más de cinco años en esta situación, y aunque el Gobierno anunció el Plan Contingencial, las pipas han llegado a Alta Vista, pero a ellos no los han abastecido; muestran preocupación, sobre todo porque esta semana los niños inician el año escolar.
Recientemente, el presidente de la ANDA, Frederick Benítez anunció la perforación de 100 pozos para abastecer al Gran San Salvador, pero el agua resultó estar contaminada por toxinas, algas y metales pesados.
