Por Alcides Alfaro (Marvin)
En los últimos días de septiembre del 89 marchamos hacia el frente del Cerro de Guazapa con un grupo de milicianos provenientes del CODYDES: Pedro, Ernesto, El Compache y otros; estando concentrados en el cerro de Guazapa conocimos la noticia sobre la masacre de los compañeros y compañeras de FENASTRAS el 31 de octubre de aquel histórico año 1989.
Estuvimos en una zona cercana al famoso Campamento El Quemado. Una de esas noches fuimos a una especie de baile que tenían allí las fuerzas de la FAL, donde conocimos a un médico colombiano de apellido Vélez con quien estuvimos conversando un rato. Esos días había muchas fuerzas entrando y saliendo al cerro, era la concentración de fuerzas…. ya estaban allí Camilo Turcios, Elsio, Plutarco, Verónica (ella nos recibió) y varios mandos intermedios, las fuerzas especiales que nos entrenaron a nosotros; Miguel Mendoza, el Negro Vladimir llegaron también en esos días. También el enemigo mortereaba todas las noches y como todavía llovía, las trincheras se llenaban de agua, pero así había que meterse. Estuvimos siempre acampamentados hasta el 10 de noviembre que comenzamos a bajar.
Salimos del campamento de Guazapa donde estaban concentradas las fuerzas del PRTC como a las 5 de la tarde del 10 de noviembre, junto con los compas de las FAL; antes de salir, en la formación el Comandante Rogelio Martínez se echó un discurso sobre la importancia y la necesidad política de ese esfuerzo militar, del porqué se le iba a denominar ofensiva “hasta el tope”, mientras el Comandante Camilo Turcios habló sobre la táctica militar a utilizar, que era de carácter envolvente, etc.etc. Nos detuvimos varias veces, era impresionante y moralizador observar nuestra movilización que duró toda la noche desde el cerro de Guazapa hasta Soyapango…fue una demostración de capacidad y disciplina.
Fue una larga marcha de no sé cuántos combatientes, pero en mi cálculo en esa columna ya eran quizá unos mil quinientos, que recorrió unos 30 kilómetros hasta Soyapango, que salió a las 5 de la tarde del día 10 de noviembre y llegó al cantón Calle Real, de Ciudad Delgado como a las 6 de la mañana del día siguiente, caminando toda la noche, lloviendo, “encolumnados”, por el monte y a veces por barrancos, cargados, armados, sin dormir toda la noche y sin comer desde que salimos…..pero lo mejor es que era solo el comienzo, porque al final a lo que veníamos era a combatir….todo eso solo fue posible por la alta moral que nos acompañaba. Era una columna de dimensiones históricas que creo nunca se repetirá en nuestro país. El Comandante Camilo Turcios venía al mando de las fuerzas del PRTC.

El pelotón donde yo venía era dirigido por Alirio y era parte de la columna al mando de Plutarco según me recuerdo; entramos por la zona donde actualmente es la Ciudadela Don Bosco y colonias contiguas, pasando por Prados de Venecia III, II y I, en ese orden, hasta la zona del mercado de Soyapango controlando esa zona desde la Villa de Jesús hasta la Coruña II y Unicentro al oriente, y hasta Las Margaritas en el norte, esto permitió tomar el control de todo el cuadrante norponiente de la zona urbana de Soyapango, tomando como ejes la calle a Tonacatepeque (de sur a norte) y la Calle Agua Caliente (de oriente a poniente), donde el enemigo estableció la línea de fuego. Bajamos corriendo al punto de la 41-C y subimos por la calle donde actualmente sube el bus de la ruta 41-D (Avenida Venecia y 1ª. avenida norte de Soyapango) luego escalamos por los muros y pasajes de la colonia La Floresta hasta llegar atrás, o sea, el costado norte, del mercado de Soyapango.
Estuvimos en una trinchera que hicimos temprano, la noche del sábado 11, a media calle, frente a la entrada del parqueo del Mercado de Soyapango y de la Comunidad Villa de Jesús y un árbol grande que creo que era una Ceiba; en esa trinchera estuvimos con Roberto Ruiz, compañero que había venido de Honduras a incorporarse a la ofensiva, que luego supe que quedó desaparecido, y otro compita que no recuerdo el nombre, todos bajo la dirección de Rogelio, un muchacho de las fuerzas especiales que de seguro no pasaba de los 18 años de edad, era el jefe de nuestra escuadra.
Desde esa trinchera estuvimos saliendo toda la noche de ese 11 de noviembre a realizar exploraciones a los pasajes cercanos o a cavar más trincheras con otras escuadras en medio de las casas de la colonia la Floresta; en la noche quedó claro que la zona desde la calle Agua Caliente en Soyapango hasta lo que hoy es Las Margaritas estaba limpia de enemigo y que la línea de fuego era la calle roosvelt-agua caliente, y además que tenían subido a un francotirador en el campanario de la iglesia; asimismo que estábamos peleando contra la Policía de Hacienda al poniente y los paracaidistas al oriente; por tanto todos nuestros compas estábamos regados en todas esas colonias a unas dos cuadras de la alcaldía, estábamos casi pegados con el enemigo. Allí amanecimos el 12 de noviembre en la colonia Floresta. El domingo 12 de noviembre de 1989, Soyapango amaneció “tomado” por la guerrilla del PRTC; nosotros nos movilizábamos libremente a plena luz del día y esos nos permitió entrar en contacto directo y platicar con mucha gente que entraba y salía de la zona a realizar sus compras del día domingo.

Temprano de la noche del lunes 13 nos movimos más cerca de la INCO, donde nos dimos un tiempo en un espacio fuera de peligro; allí me encontré con todos los “bichos” de las fuerzas especiales, de los que me acuerdo de Milton el chucho, Lenin, Walter el Viejito, Machetillo, Moisesito, la Nora, Horacio, y otros; entonces, me di cuenta que eran las fuerzas especiales los que estaban en la zona. Fue hasta ese día en la noche que logré dormir un rato pues nos quedamos en una casa de dos plantas a la par de la fábrica INCO, que todavía existe allí con la misma infraestructura; hasta donde tengo entendido en la INCO estaba el mando del PRTC.
El ametrallamiento y roqueteo aéreo que había comenzado desde el lunes 13 a media mañana, se volvió masivo e indiscriminado en toda la zona de la INCO el día lunes 13 de noviembre, en horas de la mañana, y se complementó con el aparecimiento de los temidos aviones A-37 que empezaron a lanzar bombas en puntos específicos a plena luz del día y en la noche luces de bengala; dicha zona abarcaba las colonias Villa de Jesús, La Floresta, Mercado de Soyapango, San Carlos, San Isidro, Coruña 1, Prados de Venecia 1, Castillo. Nos sacaron de la Villa de Jesús, pues las fuerzas del ejército bombardearon y ametrallaron la fábrica INCO.
El 15 de Noviembre por la noche nos ordenaron movernos durante el primer repliegue hasta la zona rural (El Cortéz) para descansar y reagrupamos; estando allí oí la noticia de que en la madrugada habían asesinado a los Jesuitas en la UCA….en la noche del 17 de noviembre, regresamos a Soyapango, a las mismas trincheras donde habíamos estado, pero luego nos regamos a la colonia Quiroz, donde nos mantuvimos ahí hasta el 21 de noviembre si mal no recuerdo; zona que también fue mortereada, roqueteada y ametrallada a plena luz del día, uno de los morteros cayó directamente en una casa del final de lo colonia Quiróz, donde cayeron 5 compañeros (Yamilet, Adilson, Chepe, las dos Delmy, además de Anibal, Chirajito).

Por ahí, por el 21 de noviembre nos replegamos nuevamente hasta El Cortéz, desde donde un par de días mas tarde, salimos hacia la capital, es decir, ya no participamos en la tercera incursión a Soyapango, donde los compañeros salieron hasta la colonia San Antonio, sobre la calle a Agua Caliente.
Testimonio del comandante Elsio Amaya
En esta casa recuerdo que estuvo el mando, y como nos reuníamos los mandos, los llamaba Camilo (Comandante Camilo Turcios) en la noche para evaluar todos los combates del día y las alternativas cómo íbamos a maniobrar y toda la situación.
Recuerdo que una vez aquí Camilo se quedó dormido, junto a Plutarco y varios, nos íbamos a retirar esta noche, la idea era después de evaluar, tomar la decisión que nos íbamos a replegar por lo menos unos dos días, para bañarnos y lavar la ropa, para volver a ingresar y se durmieron.
El repliegue era atravesar por donde es la universidad Don Bosco y luego al sector de Pinares.
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Hacíamos el día por allá, se bañaban lavaban la ropa, dormía la gente y luego regresábamos. Como Camilo se durmió no nos pudimos ir ese día, sino que nos quedamos hasta el siguiente día. Esa noche recuerdo que la posta se durmió, y yo fui a revisar y estaba bien dormido, sentí que había un ruido y pasos.
Lo detecté, como estaba oscuro le disparé y pego unos quejidos, a eso despertamos todos y fuimos a revisar, era un perro que llegaba a buscar los huesos de la sopa de los patos que habíamos preparado ese día, ahí se murió el perro, yo le tiré porque pensé que era un soldado.
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El repliegue era atravesar el sector de Pinares de Suiza, la arenera y esas zonas que eran seguras, una parte rural, ahí nos desplegamos, había pozos y también había cosas para logística. Los encargados de logística era la comandante Judith y Emilio y otra gente conectados con algunas personas de esa zona.
Nos organizábamos para hacer la comida, comer lo suficiente, descansar uno o dos días y retomar nuevamente el combate.
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Los comandantes Camilo Turcios, Rogelio Martínez y Miguel Mendoza eran el mando superior de la Fuerza del PRTC que incursionó a Soyapango, que se instaló en La Finquita, desde donde se dirigió toda la operación.
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En la segunda fue que entramos hasta acá y estuvimos tres o cuatro días.
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La última vez, la tercera, solo estuvimos un día que fue lo más difícil.
Eso fue el 1 de diciembre para amanecer 2, que solo entramos nosotros, éramos alrededor de 114 compañeros.
Yo me acuerdo que Camilo tiró un mensaje, yo le dije que, si podía tener la frecuencia de las otras organizaciones, para coordinar y no chocar entre nosotros mismos, pero me dijo no, yo las tengo y te voy a estar tirando todo, yo voy a tener la comunicación.
Hasta por ahí de las 10:30 se dio la comunicación y solo me tiró un mensaje diciendo, ponete buzo, copia un mensaje, y lo que decía el mensaje era, toma en cuenta que solo vos entraste, no hay nadie más, resistir, maniobrar y por la noche te retiras, y no volví a tener comunicación.
El testimonio de Jaime, Jefe de Pelotón
El 11 de noviembre entraron a Soyapango tres columnas. La columna de Américo, la columna de Saúl y la de Ismael. Cada columna traía dos pelotones, fueron seis pelotones.
Los jefes de pelotones era Samuel, el Chucho, yo traía un pelotón, otro Horacio.
La toma del Cerrito
Ahí entramos el 11, a las 8 de la noche, tomamos esa posición del Cerrito (una elevación de la Coruña), y estuvimos ahí hasta como a las 9 de la mañana, que no desalojaron, tenía alrededor de 30 personas.
Testimonio de Edwin (Tenía 14 años en 1989)
Yo de ahí salí herido, prácticamente tres días ahí. Allí me dieron el día 12, entre las 8 o 8:30 de la mañana, y quedé ahí en una casa, quedé tres días, a los tres días ya me encontraron unas personas civiles y ellos llamaron a Comando y me llevaban al Hospital Rosales.En esa ofensiva perdí familiares, mi hermano que se llamaba Carlos Alberto, pero de seudónimo Aníbal, también un tío, era Luis Amaya, de seudónimo Amílcar, ahí quedaron, aunque del tío no se supo, mi hermano sí quedó en el basurero de la INCO.
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