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RECORDANDO LOS PROGRAMAS DE FESTEJOS

Mercedes Seeligman

Poeta

 

Antaño era costumbre organizar un programa de festejos en forma de revista o, si no se disponía de mucho presupuesto, una hoja volante. Recuerdo en San Vicente que el programa de fiestas que se distribuía en el mes de diciembre (a propósito de las fiestas patronales en honor a San Vicente Abad y Mártir), era uno de los más esperados puesto que personajes representativos o hechos destacados de la ciudad, eran resaltados en forma jocosa, con toda la sal y pimienta del humor popular.

Retomando la idea (y porque ya tenemos los festejos agostinos a la vuelta de la esquina) presento a continuación mi versión de programa de festejos, más que todo para maquillar con un poco de humor la corona de lágrimas de nuestro “diarius vivendis” (parodiando la locución latina).

PROGRAMA DE FESTEJOS, SEMANA DEL 1 AL 6 DE AGOSTO

¡Arriba, arriba, que esto se va a poner bueno!!!!

¡Y al que le pique que se rasqueee!

Asista y participe de las diferentes actividades organizadas para beneplácito de los capitalinos.

ESTRENOS EN LAS MEJORES SALAS DE CINE: FAUSTO, MÉXICO, PLAZA, CENTRAL, DARÍO, APOLO, REX.

“Solo contra el mundo” La increíble saga de un alcalde en lucha abierta por ordenar el centro, imponer su estilo (y sus llamativos calcetines).

“Lo que el viento se llevó” con los Magistrados de la Corte y la Ley de Amnistía.

“Face Off” con un ex presidente fallecido pero que hasta el momento aún hay dudas sobre su muerte.

“El discurso del rey” con otro presidente a quien se le dificultan las palabras además de las ideas.

“Rápido y furioso” con el diputado que por primera vez se presentó a laborar (luego de un par de meses de ausencia), sólo aguantó dos horas de trabajo y se marchó.

“Quisiera ser millonario” con una familia que ha ejercido labores domésticas al “lavar” más de 18 millones de dólares.

“Mentiras verdaderas” con una ex vicepresidenta y un secretario en gran competencia pinochil.

ESTÁ BIEN PERO ESTÁ MAL…

ESTÁ BIEN que se mejore el servicio de autobuses con unidades nuevas que hasta aire acondicionado tienen, PERO ESTÁ MAL que ya se comience a dañar los asientos y respaldos con palabras soeces. No se vale.

ESTÁ BIEN que los empleados públicos se organicen en sindicatos, PERO ESTÁ MAL que descuidan la atención de los pacientes, específicamente en el caso del Seguro Social y hospitales nacionales.

ESTÁ BIEN que la Sala de lo Constitucional se pronuncie sobre situaciones de capital importancia para el país, PERO ESTÁ MAL que lo haga sin que nadie se lo pida.

Bomba, Bomba, cohete, cohete,

Ya te vas como un chilguete.

¡BANDO, BANDOOOOOO!!!

Para quienes están considerando hacer prácticas deshonestas, sacando del mercado productos de vital consumo como frijolitos o arroz, o encareciendo la gasolina aprovechando que el pueblo se va de fiesta por unos días: TUMBLIN BLIII.

Para quienes se benefician con este clima de inseguridad y malestar en la población: TUMBLIN BLIIIII.

Para quienes no les gusta esperar su turno para subirse a la chicago, al tempest, o los caballitos, atropellando a quien se le ponga enfrente: TUMBLIN BLIIIII.

Para quienes van disfrutando del paisaje en los buses y microbuses y sin pizca de consideración arrojan por la ventana latas de bebidas, bolsas o las pajillas del fresco de chan: TUMBLIN BLIIII.

LA RE-SEÑITA

¡Shhhhhhhhh!!!! ¡Pom! ¡Pom! Y comenzaron la fiestas.

Luego de cantar la serenata a nuestra reina, partimos en alegre caravana a disfrutar de un delicioso atol shuco. Por andar de fino pedí una cuchara (porque estaba caliente) y todos se rieron de mí, lanzándome pullas “Ay, si, porque saliste a Esquipulas en enero ya te sentís extranjero” y ni modo, me tuve que atravesar el atol a pie, pero la niña Tere apenas me puso en el huacal de morro como cinco frijolitos. “No reclame, don Chepe, que los frijolitos están caros”, y yo le dije que así las cosas lo que va a pasar es que pronto en lugar de frijoles una alita de pollo le van a poner al atol, como dicen que el pollo está más barato que los frijoles. Pero no me pusieron atención porque en eso ya nos tocaba salir al parque y comenzar a armar las piñatas y juegos para los cipotes. Yo por probar quise jugar a morder la manzana, que es un juego muy divertido. Se ponen varias manzanas amarradas a una pita y luego, sin meter las manos, se come la manzana y gana quien se la termina. Pero se me olvidó que recién me habían puesto una coronita dioro y por poco pierdo un diente, jajajaja. “Eso me pasa por querer regresar los años”, me dije. Pero la fiesta estuvo pulida, chévere, aunque siempre suceden accidentes: un par de cipotes que en lugar de darle a la piñata le dan al cristiano que tienen más enfrente. Bueno, de ahí nos fuimos a almorzar al mercado, una buena sopa de patas con su respectivo chile y limón y los cohetes que no dejaron de sonar. ¡Pom! ¡Pom! Por todos lados, yo por la costumbre siempre ando una mi caja de fósforos Luz, pero quizás por la gran sudada de andar de allá para acá no encendían los tales fósforos, así que aproveché para encender un Casino y con la pajita de ayudar al cohetero, me dí un par de jalones bien tuanis. Al rato que me dijeron que ya iba a comenzar la divertida del palo encebado, y ahí si quise participar porque, aunque no me lo crean, en eso de subirme al palo siempre he sido bueno, jajajaja, pero no sean mal pensados. Ya me había puesto de acuerdo con el Liso y el Peinado, mis dos cheros de parranda, y teníamos una estrategia: el Liso me iba a dar culata y yo iba a subir hasta la mitad. Luego el Peinado, que es una flaquito más raquítico que el cheque de pensión que le dan a mi tía, se iba a encaramar sobre mí y de ahí, con un envión lo mandaría hasta arriba, hasta la canastita adornada con billetes de veinticinco colones. ¡Ahhh¡ azulitos, azulitos, nos brillaban los ojos de contemplar los billetes. Lo que no contábamos era que cuando pitaron que comenzáramos, la sopa de patas le hizo efecto al Liso y se agachó del gran retorcijón que le dio. Así hecho nudo me le subí y luego el Peinado, pero por la fuerza el pobre Liso se derrumbó pidiendo hacer del dos. Todos se deshacían de la risa pero yo ya casi me encachimbaba por la desilusión de no poder conseguir la canastita de billetes. En eso nos pitaron que el tiempo ya se había acabado y teníamos que darle oportunidad a otro equipo. Ni modo, nos tuvimos que hacer a un lado pero ¡chas! que nos recuerdan de la carrera de cintas y el bailongo, nada, que ahí se nos fueron las malas vibras y cogimos ruta hacia el Campo Marte y luego a la feria. Ya sentados en un arriate con el Peinado disfrutamos de un par de ponches y los respectivos elotes locos. Más al rato se nos unió el Liso, todo afligido pero ya libre de las molestias anteriores. A propósito de él no quiero terminar mi re-señita sin ofrecer mi reflexión filosófica sobre lo vivido en este día de festejos:

Si quieres competir y ganar la tuzada

Ten cuidado con lo que ese día comas

Pues siempre una persona ajambada

Se queda sin iniciar su maroma.

Y hasta el otro añoooooo.

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