Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
La caída de agua natural de 70 metros de altura, conocido como : “Ne Asku at Eskuku“ (Cascada El Escuco), fue el lugar espiritual para celebración del Día de la Fertilidad de los Pueblos Indígenas de Sonsonate, conocido también como Día de la Cruz, el que fuera impuesto por los españoles.
El Escuco se encuentra en el cantón el Caulote, distrito de Santo Domingo de Guzmán, Sonsonate, considerado un lugar de encuentro espiritual de los Pueblos Indígenas, dio cita a las comunidades indígenas para celebrar la llegada de las lluvias. Y como reconocimiento al Día de la Tierra.
Ercilia Cruz López, nahua hablante de Santo Domingo de Guzmán, agregó que el Salto o Cascada El Escuco, guarda “mucha memoria e historia de nuestra identidad”, por lo pronunciarse en defensa de los bienes comunes, era altamente simbólico en ese lugar.
“Para nosotros El Escuco, especialmente significa un tesoro grande y ancestral, porque es donde nuestro pueblo indígena ha venido desde años anteriores a hacer sus ritos, ceremonias y encuentros. Aquí se han bautizado niños y niñas y es por eso que seguimos cuidándolo, porque es nuestra identidad, es el sentir propio de lo ancestral, de nuestros orígenes”, afirmó.
“A mis 50 años de vida he visto como ha cambiado el nivel del agua del Salto El Escuco, antes la caída era más gruesa y habían muchos más árboles centenarios que se han caído unos y otros porque los han talado. Ahora solo quedan árboles maderables, anteriormente había árboles de mango, paterna, pepeto, de semilla de pan, cacao y sunza que eran árboles que ayudaban a mantener el agua, pero que han ido desapareciendo”, reiteró López.
Tomar conciencia para defender la biodiversidad
María Omelina Méndez, originaria de Santa Catarina Masahuat, en el pronunciamiento de los Pueblos Indígenas, señaló la importancia de tomar responsabilidad con la Madre Tierra, y en especial en la “dualidad del agua y la tierra” para el futuro de la naturaleza en el mundo.
“El agua y la tierra permiten que la semilla germine, expandiendo sus raíces y extendiendo en el aire el fruto que es alimento. El trabajo de campesinas y campesinos ha perfeccionado, desde hace muchos años, la forma de entender la naturaleza y nos permite conectar con la tierra y su bondadosa fertilidad”, reseñó Méndez.
Cecilia González, de la Mesa por la Sustentabilidad de los Territorios de Sonsonate (MESUTSO) , señaló que esta conmemoración no era suficiente, sino se acompaña de acciones en defensa de los derechos ambientales en todo el país.
“En vista del inicio del invierno, debemos seguir luchando por conservar suelos fértiles y saludables, que ya no se siga utilizando agrotóxicos y otros químicos que dañan gravemente los suelos y que se detenga las quemas, la tala de árboles y la permisividad estatal a proyectos urbanísticos que nos despojan de territorio a las comunidades”, añadió González.
Sobre las leyes ambientales el Tata Nicolás Sánchez reiteró que la Constitución de la República consagra en los artículos 160 (inciso 2 y 117), una protección al medio ambiente y la persona humana. Además , de aclarar que es una “obligación jurídica” la responsabilidad del Estado de garantizar para todos y todas.
“Tenemos la Constitución de la República, tenemos la Ley de Medio Ambiente, la Ratificación del Acuerdo de París (2015) sobre reducción del calentamiento global; el Convenio sobre Diversidad Biológica de Naciones Unidas y las Declaraciones de Río (Medio Ambiente y Desarrollo) y la de Johannesburgo (Desarrollo Sustentable)”, manifestó Tata Nicolás Sánchez.
Comunidades originarias invocan a sus ancestros
Juan José Cortez, integrante de la MESUTSO reiteró que la invocación a sus “ancestros”, a los que con mucho respeto pedían los llenará de “abundantes cosechas” con la entrada de la estación lluviosa. También, exigían al gobierno a cumplir las leyes para no continuar con el alto deterioro ambiental salvadoreño.
“Sabemos que somos un país muy vulnerable y ha quedado demostrado con lo que están haciéndole a la montaña de Los Chorros, vemos como va desmoronándose debido a la construcción de un proyecto que realmente lejos de favorecer a la gente, sólo ha logrado afectar a la montaña al generar su deforestación y por tanto el agua”, acotó.
“Sólo Sonsonate tiene varios megaproyectos que afectan a la Madre Tierra, y como MESUTSO, exigimos el respeto a la biodiversidad, comenzando por reducir los agrotóxicos en monocultivos que contaminan, dañan y deterioran la tierra y en su lugar impulsen la agroecología para salvaguardar los bienes naturales”, expresó Cortez.
Empresas inmobiliarias contaminan
En cuanto al rubro de la construcción de viviendas en el territorio de Sonsonate, Cortez mencionó los “graves problemas” que generan las empresas inmobiliarias al construir viviendas en zonas inadecuadas y otras en zonas protegidas.
“Hemos visto como en los últimos años Sonsonate ha cedido al incremento de afectación por diversas constructoras que vienen de manera arbitraria, se instalan en nuestros territorios y talan los árboles y muchas veces, sin los permisos pertinentes, afectando los mantos acuíferos”, dijo.
“Uno de los proyectos más denunciado fue el sitio arqueológico de Tacushcalco, de la empresa inmobiliaria Fénix que de manera arbitraria construyó 700 viviendas sobre un lugar sagrado indígena y patrimonio cultural, pero se hizo esta residencial, en Nahulingo , Sonsonate”, acotó Cortez.
No a la minería metálica en el territorio nacional
Juan José reiteró la exigencia de un “no a la minería”, por considerar que al ejecutarse este tipo de proyectos que abusan del uso del agua, degradan montañas y desplazan a la población de los territorios, estas iniciativas económicas al final sólo dejaban mayor pobreza y suelos estériles con aguas contaminadas.
“Estos proyectos mineros solo generan muertes y destrucción a la biodiversidad ambiental. Por lo tanto, como defensores y defensoras ambientales pedimos a la Asamblea Legislativa que derogue la Ley General de Minería, aprobada el 24 de diciembre del año pasado, porque atenta no sólo contra la naturaleza, sino también contra la población”, argumentó.
“Ante esta situación, las Comunidades Indígenas y la MESUTSO demandamos la creación urgente de leyes y políticas públicas para la protección de la tierra. Así también prohibir el uso de agrotóxicos en la industria cañera, dado el grave impacto que causan. Al Estado le exigen garantice el cumplimiento de los derechos ambientales y dignifique el reconocimiento a los Pueblos Indígenas”, concluyó Cortez.
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