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Un privado de libertad que forma parte del programa “Yo Cambio”, desarrollado por la Dirección General de Centros Penales (DGCP), elabora pasteles como parte de su rehabilitación y reinserción a la vida productiva del país cuando recupere su libertad. Foto Diario Co Latino/Archivo

Política Penitenciaria, una visión humana del sistema penal salvadoreño

Yanuario Gómez
@DiarioCoLatino

Melvin León es un joven privado de libertad de 24 años, que guarda prisión en el Centro Penal “La Esperanza”, conocido como Mariona, cumpliendo una condena de 12 años, quien vio en el programa “Yo Cambio”, desarrollado por la Dirección General de Centros Penales (DGCP), una oportunidad de rehabilitación y reinserción a la vida productiva del país cuando recupere su libertad. León, quien lleva un año y medio rehabilitándose, comenta que al principio, como a otros internos, no le fue fácil aceptar la rehabilitación ofrecida por el programa, pero con el tiempo además de descubrir su gusto por el arte de la pintura, llegó a entender que es una oportunidad para cambiar de vida.

“Me gustó la pintura y por medio de esta afición junto a otros 36 compañeros capacitamos, en la galería de pintura, a más internos que les apasiona el arte, el programa “Yo Cambio” nos ha ayudado bastante a
rehabilitarme”, externó el privado de libertad.

Para el interno, las diferentes actividades que ofrece la DGCP, ha contribuido a que la población penitenciaria utilice tiempo que antes desperdiciaba en actividades, que les dan una opción de incorporación a la vida laboral del país cuando cumpla su condena.

El programa Yo Cambio, forma parte de la Política Penitenciaria de El Salvador, un documento en el que las autoridades de seguridad pública plasman todos los lineamientos fundamentales trabajados durante los últimos diez años, para llevar a cabo un cambio en el sistema.

“Toda esta labor desarrollada durante los últimos tres años construyendo un nuevo modelo de gestión penitenciaria, mejorando infraestructura, ofreciendo segundas oportunidades, organizando talleres penitenciarios con más de veintisiete especialidades y mejorando las condiciones del privado de libertad se plasma en esta política como un legado al país”, dijo Marco Tulio Lima, director general de Centros Penales.

Lima, agregó que en sintonía con las oportunidades de reinserción, se procura que los privados de libertad convivan en ambientes sanos y limpios, satisfaciendo sus necesidades básicas para
brindar mayor dignidad y minimizar el riesgo de enfermedades.

Estos programas, además de capacitar a los internos del sistema penitenciario, les dan la oportunidad de que en conjunto con otras acciones, puedan aplicar a la fase de confianza o ser trasladado a un Centro de Detención Menor, donde habitan reos de baja peligrosidad.

Melvin espera que su participación en el programa Yo Cambio, le ayude a calificar a cualquiera de las dos opciones anteriores, para lo cual le restan dos años de pinceladas, las cuales plasma en lienzos con blanco paisajes paradisíacos y todo tipo de escenas que vienen a su mente.

Las autoridades de Seguridad Pública, destacaron que mediante la transformación del sistema penitenciario salvadoreño, se cumplieron dos grandes metas expuestas en el Plan Quinquenal de Desarrollo del Presidente Salvador Sánchez Cerén, y son la reducción del hacinamiento carcelario y de delitos al interior de los recintos.
Según informe de la DGCP, el hacinamiento que al inicio de esta gestión gubernamental era del 400 % se redujo al 135 % y los delitos cometidos al interior de los centros penitenciarios de igual manera.

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