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Rosmeri Alfaro
@RosmeriAlfaro
Ventiladores y papel de secado, son los únicos recursos con los que cuentan los empleados de la Biblioteca Nacional de El Salvador, para resguardar más de 150 volúmenes de periódicos dañados con las lluvias de esta semana.
El estallido de una tubería es lo que presuntamente provocó la filtración de agua en la parte baja de la biblioteca, dañando material bibliográfico con más de cuarenta años de antigüedad. Pese a que solo el área de la hemeroteca sufrió daños con estas lluvias, todo el material se encuentra en riesgo, según las autoridades.
El departamento de conservación e incluso el área de parqueo, están siendo usados por los empleados, quienes están colocando papel de secado página por página para lograr que los volúmenes se sequen lo antes posible. Cabe destacar que debido a la antigüedad, los ejemplares no pueden ser colocados al sol, ya que esto los tostaría y les provocaría mayores daños.
El director de la Biblioteca Nacional, Manlio Argueta, detalló que desde el martes a primera hora, solicitó ayuda a las autoridades correspondientes, sin embargo, obtuvo respuesta luego de dos días, debido al asueto por el Día del Trabajador.
“La lluvia no tiene asueto. El problema es más grande y se está poniendo en riesgo el material”, manifestó Argueta, quien expuso que, aunque en esta ocasión solo fue dañada la hemeroteca, todo el edificio está en riesgo. De acuerdo con uno de los trabajadores de la biblioteca, pese a que algunas personas consideran que este material no es importante, ha servido para solucionar caos judiciales y sirve como bibliografía para estudiantes universitarios.
La Biblioteca Nacional de El Salvador o Biblioteca Nacional Francisco Gavidia, fue fundada en 1870 y resguarda además de libros históricos, periódicos que datan desde finales del siglo XIX.
