Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Cada domingo, la feligresía católica participa de la misa celebrada en la Cripta de Catedral Metropolitana, y se reflexiona el mensaje del obispo mártir, quien en su momento hizo un llamado a desvirtuar las falsas idolatrías, que son debilidades de la carne y no conducen a nada bueno, muchos siguen adorando el oro y sus riquezas, y son capaces de atropellar todos los derechos, mandar a matar, destruir y calumniar.
“La fe es la única que puede darnos una respuesta adecuada a tantas injusticias, donde parece que reina la injusticia, el atropello, la fuerza bruta, el justo se siente indefenso, qué poco podemos, desde la iglesia débil, rebatir los atropellos de la dignidad del hombre, sin embargo, tenemos la fuerza vigorosa de Dios que es la fe”, dijo Monseñor Romero en su homilía del 2 de octubre de 1977.
Asimismo, expresó que su mayor temor es la pérdida de fe del pueblo, el mayor crimen cometido por los delincuentes con tantos abusos de violencias es poner en tentación la fe de la gente y emplazar la confianza en las brutalidades de la violencia, sobre todo, entre los jóvenes, ya no creen en las fuerzas espirituales, y ponen su fe en el dinero y la política.
Lamentó que los idólatras hacen de su oro un dios, el cual no tiene vida por dentro, es metal que metaliza también el corazón cuando se postran ante él, por ello, la palabra divina debe ser para quienes creen en Dios, la luz que alumbra los pasos, el consuelo de las aflicciones, y que le da razón a la esperanza; el injusto tiene el alma hinchada, pero el justo vivirá por su fe.
“Ay de quien amontona lo que no es suyo y se carga de prendas empeñadas, se está denunciando aquí el atropello del pobre que no tiene con qué dar de comer a sus hijos y va a empeñar o a prestar dinero y se lo dan a usura, es decir, amontonan prendas empeñadas que no le corresponden”, sostuvo Monseñor Romero.
A la vez, recalcó que no puede ser firme una ciudad edificada con sangre y fundada en las injusticias, atropellos y torturas, de qué sirve tener un bonito palacio si es fruto del robo. No solo denunció la injusticia, sino también las inmoralidades, la corrupción dentro del mismo matrimonio, convertido también en un prostíbulo cuando se evitan los hijos y se quieren los placeres de la carne.
Diario Co Latino 134 años comprometido con usted