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Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
El Ministerio de Salud (MINSAL) ha logrado, a partir de la Reforma de Salud que inició en julio de 2010, ampliar el número de establecimientos de atención, que pasaron de 421 (2008) a 821 desplegados actualmente, y con una inversión de 457 millones de dólares.
El enfoque de prevención y educación para garantizar el derecho a la salud en el país le ha permitido a las autoridades del ministerio reconocimientos de organismos internacionales y regionales de salud, en materia de control y vigilancia del rotavirus, o ser el segundo país en Latinoamérica con mayores avances en lactancia materna. Con una cobertura del 75 % de la población salvadoreña, el Sistema Público de Salud atiende una alta demanda, incrementada a partir de eliminar la “cuota voluntaria”. Esto permite a usuarios y usuarias obtener asistencia entre consulta externa, procedimientos quirúrgicos, vacunación, partos hospitalarios y ayuda psicológica, entre otras especialidades.
En cuanto a las especialidades, se entregó el primer Hospital Nacional de la Mujer “María Isabel Rodríguez”, con una inversión de $50,3 millones. Asimismo, el MINSAL invirtió en infraestructuras importantes como la construcción del primer Hospital Nacional, en el departamento de La Unión, y otras especialidades como el Centro Oftalmológico que desarrolla el programa “Operación Milagro”, que nació en el Hospital Nacional Santa Gertrudis, San Vicente.
Esto ha permitido realizar, sin ningún costo para el paciente, operaciones de especialización como cataratas, pterigiones y retinopatías diabéticas, que suman 140 mil consultas y 21 mil pacientes operados. Este programa incluye al Hospital Nacional “San Rafael”; esta sede tiene proyectado realizar un mil 800 procedimientos oftalmológicos, que van a generar, entre ambos nosocomios, 9 mil 500 cirugías por año.
Las autoridad de Salud inauguró, también, el Centro Nacional de Radioterapia, que a través de tecnología de avanzada atiende a pacientes con cáncer, con radioterapias y se espera atender a 9 mil pacientes por año.
Sobre los Estudios de Resonancias Magnéticas que actualmente se realizan en el Sistema de Salud Pública, los hospitales de referencia Rosales, Bloom y La Mujer aplican esta nueva tecnología, que permite atender casos de cateterismos cardíacos y tomografías computarizadas, para lo que antes se recurría a clínicas privadas. Asimismo, los hospitales de Segundo Nivel de Salud cuentan con equipamiento médico quirúrgico, con el fin de mejorar la atención en salud.
Otro avance importante fue la creación de tres farmacias especializadas en Santa Ana, San Salvador y San Miguel, que proporcionan gratuitamente 44 medicamentos específicos para pacientes estables, de once tipos de Enfermedades Crónicas No Transmisibles.
El financiamiento también llegó para la investigación científica, y con una inversión de $13 millones se crea el Instituto Nacional de Salud, que explora soluciones a problemas de salud de la población salvadoreña y para convertirse en referentes internacionales y generación de talento humano. Así como dotación en medicamentos en farmacia que pasó del 50 %, al 85 % en los hospitales, y en un 90 % en las Unidades Comunitarias de Salud.
Todo este sistema trabaja sobre la base del respeto al derecho humano a la salud, mejorando la atención al paciente. También se cuenta con una flota de 150 ambulancias, 57 para hospitales de la red pública y unidades comunitarias, 33 para FOSALUD y las 60 ambulancias especializadas para el ISSS.
Otros logros son en materia de reducción de la mortalidad infantil, de 23 a 9 por mil nacidos; la reducción de la mortalidad materna de 49.7 por 100 mil recién nacidos (2009) a 31.1 por cien mil nacidos en 2017. Además, se coloca como segundo país de Latinoamérica en reducción de la tasa de transmisión vertical de VIH y sífilis congénita, que solo supera Cuba.
Todos estos avances han dado cobertura a 2.5 millones de personas, así como la participación de la sociedad civil (FNS), que le ha permitido recibir del BID un reconocimiento que le permitió recibir 986 mil dólares, para invertir en programas de salud pública.
