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MIGUEL MARTINO Una digresión sobre Arte a partir de sus dibujos

Mario Castrillo

Escritor

 

Rememoro una exposición de Miguel Martino (Argentina, 1950) en junio de 2016 en el Foyer del Teatro Universitario del Alma Mater, en donde seleccioné una serie de dibujos, en diferentes técnicas, todos ellos alusivos a la monstruosidad.

La palabra monstruoso deviene del latín monstruõsus y conocemos su presencia desde la cultura Neolítica a nuestros días. Se es monstruoso por múltiples causas: una alteración de la naturaleza, por la fealdad y lo grotesco, por desmesura, por su identificación con el mal, se relaciona con las dictaduras y el autoritarismo extremo en las formas de gobierno.

Dentro del ámbito artístico, el Expresionismo tendió a lo monstruoso, al igual que algunas manifestaciones del Surrealismo europeo y del Realismo Mágico latinoamericano. Debemos referirnos también a la literatura social en Latinoamérica. Basta recordar a El Bosco (1450-1516) y a Francisco de Goya (1746-1828) y Lucientes en el caso de la plástica, o  la literatura social en El Señor Presidente de Miguel Ángel Asturias (1899-1974) o su contemporáneo, Rafael Arévalo Martínez (1884-1975) y su novela Ecce Perícles, que abordan dictaduras atroces en su monstruosidad.

En estas series de dibujos de Miguel Martino confluyen la monstruosidad por la alteración de la naturaleza, por la fealdad y lo grotesco, por la desmesura y por la identificación con los momentos vividos por el autor durante las dictaduras de su país natal: dictaduras que iniciaron con José Félix Benito Uriburu (1968-1932) hasta la Junta “cívico militar” surgida del golpe de estado del 24 de marzo de 1976, derrocando a la presidenta María Estela Martínez de Perón (1931), y que culminara el 10 de diciembre de 1983 con el gobierno electo de Raúl Alfonsín (1927-2009). Este  espíritu dictatorial se extendió por toda Latinoamérica cobijado por los Estados Unidos.

La fealdad, la monstruosidad de las imágenes de Martino podrían relacionarse con la Metafísica también. Con la Ley de la correspondencia: Como es  arriba es abajo, como es adentro es afuera. La Metafísica es parte integrante de la Filosofía y está dedicada al estudio y la búsqueda de la esencia de las cosas y al establecimiento de las leyes que la  rigen. Lo externo es el reflejo de lo interno, de lo que llevas dentro.

Si me refiero a estas dos acepciones es por la razón de que el arte es sumamente subjetivo, a diferencia de la Ciencia. La Ciencia estudia los objetos y los fenómenos acontecidos en la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, profundizando en sus propiedades, relaciones y las leyes que lo rigen. En esto se relaciona con la Estética, por ser una rama de la Filosofía estudiada en la Axiología, que aborda la naturaleza de los valores y de los juicios de valor. La Estética es una rama de la filosofía que se encarga de estudiar la manera cómo el razonamiento del ser humano interpreta los estímulos sensoriales que recibe del mundo circundante.

Me permito citar al respecto a Nedoshivin: “El carácter concreto, sensible y unitario de la actitud estética hacia la realidad no debe confundirse con la percepción sensible elemental. Al igual que la ciencia, la captación estética del mundo penetra en la esencia del objeto, en su contenido y sentido, pero lo hace por medio de imágenes, a través de la riqueza de aspectos, propiedades y particularidades concretas de las cosas singulares.

…. Ninguna percepción estética puede ser reducida exclusivamente al percepción sensible. Incluso las vivencias estéticas elementales, como por ejemplo la percepción de la belleza de una forma o de un color, requieren forzosamente, en uno u otro grado, la mediación de la razón”.

Y continúa Nedoshivin: “… la relación estética con la realidad entraña siempre un principio subjetivo, una valoración emocional del objeto. Precisamente por ello en el arte, que es la esfera específica de lo estético, el reflejo de la vida se halla ligado indisolublemente a la expresión de una actitud subjetiva hacia ella, en la que se refracta más o menos directamente un interés social. La vivencia estética saca al hombre de su tranquila indiferencia: en ella se entusiasma, se alegra, llora, se indigna u odia; o también ama lleno de ternura, sarcasmo, dolor o júbilo”. G.A. Nedoshivin. “La relación estética del hombre con la realidad”. En Estética y Marxismo.

La vivencia estética experimentada a raíz de los dibujos de Miguel Martino me ha llevado a estas reflexiones. Me ha motivado a discurrir entre lo maravilloso y enigmático por un lado, y, por el otro, entre lo monstruoso y el miedo.

Lo maravilloso nos remite a la esfera de lo extraordinario, de algo increíble e inimaginable. El término proviene del latín mirabilĭa, plural de mirabĭlis, admirable. Lo enigmático por su parte, es aquello que enuncia lo encubierto, lo oculto, que es difícil de interpretarse y proviene de latín aenigma, y este del griego ainigma. Lo monstruoso, procedente del latín monstrum, término denotativo de prodigio, de algo sobrenatural. El miedo igualmente del latín: metus,

No en vano existió un período de la humanidad en que el ser humano creía en la existencia de seres fantásticos, metamorfoseados, casi demoníacos, que formaban parte del ideario popular. En la Edad Media, en el siglo III, surge el primer Bestiario conocido hasta ahora, El Fisiólogo, atribuido a San Epifanio (310/315-347), obispo de Salamina y padre de la Iglesia. Este bestiario destaca las propiedades fantásticas de cada uno de estos seres extraordinarios, así como su significado moralizante y profético dentro de la Biblia. En El Renacimiento destacan el Dragón y el Unicornio, reminiscencias de la Edad Media. En lo que en ese entonces se denominó el Nuevo Mundo, estos seres se relacionaban con las divinidades: Tláloc, Quetzalcoatl, son algunos de ellos. Seres extraordinarios que no tenía la connotación moralizante del Viejo Mundo.

Con relación a lo monstruoso social, los dibujos de Miguel Martino me remiten a la realidad vivida durante las dictaduras militares latinoamericanas. Época de excesos producto del anticomunismo y la intolerancia ideológica ligada a la manutención del poder absoluto. Esta etapa de la historia latinoamericana está relacionada con el terror y la violencia. Terror presente en la vida cotidiana de los ciudadanos, sobre los cuales pendía la represión, la cárcel, la tortura, la desaparición, la muerte atroz. Este es el monstruo que impregnó toda una trama social durante un período de tiempo de nuestra historia.

Los dibujos  de Martino me llevan a aludir aspectos de la Estética. Existía una estética en el arte primitivo? Me pregunto esto porque durante esta época surgen las primeras representaciones de lo que ahora denominamos “monstruoso”. Durante esta época histórica no hay documentos escritos a los cuales referirse. Debe deducirse el ámbito artístico a partir de los vestigios encontrados a la fecha. Con base a esto podemos deducir que el ser humano de esa época tenía sentido de las formas, del volumen y del color. Uno de los elementos principales es el realismo, la imitación formaba parte de su vida, aunque luego desembocó en procesos de abstracción y estilización de las figuras.

“El concepto que utilizaba Lucien Levy-Bruhl (1857-1939) es el de prelógico y lógico. La mentalidad primitiva es prelógica porque no se dan cuenta, son inconscientes de su forma de pensar. La forma en la que las ideas transmitidas por la tradición, las creencias se imponen a la mentalidad primitiva es característicamente opuesta a la mentalidad civilizada, la cual las controla y las corrige. Las representaciones primitivas son valorativas y afectivas mientras que la mentalidad civilizada son conceptos, palabras… Los científicos no rezan a sus laboratorios, los ingenieros no rinden culto y rezan a sus herramientas para medir”. http://estudioantropologia.blogspot.com/2013/03/antropologia-cognitiva.html. El arte Prehistórico posee un carácter mágico religioso y está ligado en lo fundamental  a la supervivencia de la especie.

Otro hito importante al que me remiten los dibujos de Miguel Martino es a la Estética de Kant (1724-1804). Me refiero a lo Sublime. Al igual que lo bello lo sublime descansa en el juicio del gusto, la esencia de lo bello se encuentra en la forma del objeto, por lo que tiene una limitación; lo sublime es lo informe en tanto que infinito. Lo sublime se refiere a la razón, no al entendimiento. Lo bello posee una razón cualitativa, lo sublime cuantitativa.

Distingue lo sublime matemático y lo sublime dinámico. Lo sublime matemático  es una belleza aristotélica: es lo grande absoluto, por ejemplo la infinitud del cielo, es la estimación de la grandeza cuando  el esfuerzo de comprensión sobrepasa el poder de la imaginación. Lo sublime dinámico se manifiesta cuando nos encontramos a ciertas  potencias que rebasan infinitamente nuestras propias fuerzas:  una fuerza superior a los grandes obstáculos. Incita al miedo.

En su ensayo Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime, analiza las distintas tonalidades afectivas de lo sublime:

o lo sublime terrorífico (terror melancólico),

o lo sublime noble (asombro tranquilo),

o lo sublime magnífico (grandioso sentimiento de belleza).

He afirmado que lo sublime se refiere a la razón, no al entendimiento. Me permito una cita: “En el pensamiento griego la razón o dianoia era considerada la facultad discursiva por excelencia mientras que el entendimiento o nus era la intuición directa de las esencias… A partir de Kant el entendimiento va a ser el pensamiento discursivo, científico, determinado, y la razón en cambio, va a ser el órgano fundamental de la metafísica… Esta distinción se mantendrá a lo largo del idealismo alemán, con una inversión valorativa: lo fundamental no será el entendimiento sino la razón. la forma de los juicios dio lugar a las categorías como elementos posibilitadores del uso empírico del entendimiento, la forma de los raciocinios da origen a los conceptos puros de la razón o ideas trascendentales”. https://filotecnologa.wordpress.com/2011/12/28/entendimiento-y-razon-verstand-y-vernunft/

En una entrevista afirmé que las obras de Miguel Martino me producen miedo. El “mecanismo” del miedo se activa al generar una alteración del ánimo en las personas, al grado de generar angustia; ya sea que la alteración del ánimo sea producto de la imaginación o de la realidad que nos rodea, ésta puede desembocar en el pánico, que escapa de lo racional: es un miedo exagerado, un pequeño monstruo desbordante. Una sensación independiente de nuestra voluntad y puede remontarse a un pasado, al presente o bien al futuro. Se manifiesta independientemente de nuestra voluntad e independientemente del Tiempo.

Haciendo a un lado la función biológica o psicológica que produce el miedo como emoción desagradable y discordante, posee un lugar en el Arte. Aunque sabemos que el miedo generado de esta manera no puede producir un daño real, puede causar alteraciones fisiológicas, el miedo puede manifestarse de múltiples formas y es originado por una causa externa a nosotros mismos. Puede durar una fracción de segundo o mantenerse durante toda nuestra existencia. Generalmente se presenta por una situación desagradable o de peligro inminente, originada con mucha rapidez, inesperada y abrupta, de manera tal que se valora que no se posee capacidad para afrontarla.

Todas estas reflexiones han surgido motivadas por los dibujos de Miguel Martino.

Ver también

«Orquídea». Fotografía de Gabriel Quintanilla. Suplemento Cultural TresMil, 20 abril 2024.