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La prioridad de Bukele no son los salvadoreños

El jueves de la semana pasada, el inconstitucional presidente Naybi Bukele informó que recién había tenido una llamada telefónica con el presidente electo de los Estados Unidos, el ultraderechista Donald Trump.

Dado que Trump ofreció en su campaña hacer la deportación más grande de inmigrantes de la historia del país, y dado que en Estados Unidos viven tres millones de salvadoreños, entre ellos más del 49% vive en calidad de indocumentados, ese debió ser el principal tema de una conversación entre Bukele y Trump.

Además, porque hay un buen porcentaje de esos salvadoreños que están protegidos por el TPS y DACA, programas que también ha amenazado Trump en la campaña.

Acción diferida para los llegados en la infancia DACA (por sus siglas en inglés), o Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, es un Programa de inmigración estadounidense creado a mediados de junio de 2012, aplicable a personas que ingresaron de forma irregular a Estados Unidos cuando eran niñas o niños, y que a la fecha del anuncio del programa tenían menos de 31 años, entre otros requisitos. De acuerdo con datos no oficiales, más de 25 mil salvadoreños que viven en Estados Unidos son beneficiarios de DACA.

El otro programa importante, y que también ha sido atacado por Trump, es el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés). Este programa es un permiso otorgado por el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos a países con condiciones que temporalmente impiden el regreso de sus ciudadanos de forma segura y que según datos oficiales, 204 mil salvadoreños son beneficiaros del TPS.

Por supuesto que en estos programas no solo hay salvadoreños, sino de otros países como Honduras, Guatemala, Nicaragua, Haití, entre otros. Dado que esos tres millones de salvadoreños mantienen la economía de consumo de El Salvador, que de acuerdo a las autoridades del Banco Central de Reserva significaron 8 mil 181 millones de dólares, casi el 80% del presupuesto general de la nación.

Estos datos son suficientes para que fueran temas prioritarios y de preocupación del presidente inconstitucional, por el impacto económico que significaría una deportación masiva como la anunciada por Trump en la campaña, y por el drama humano que significaría para los posibles salvadoreños deportados, ante la falta de planes de emergencia para recibirlos, y por la falta de oportunidades que hay en El Salvador, que ni de vendedor ambulante pueden trabajar, porque son perseguidos en las cabeceras departamentales y distritales.

Entonces, lo lógico era, además de felicitar al candidato electo, abordar estos temas.

Bukele, sin embargo, habló de cualquier otra cosa, las que para él son sus prioridades.

“Hablé por teléfono con el presidente Donald Trump. Lo felicité por su contundente victoria el martes y conversamos sobre el fuerte mandato que recibió del pueblo estadounidense y la importancia que tiene su elección para el mundo”, escribió Bukele en inglés en la cuenta de X (exTwitter).

“Tuvimos una conversación interesante sobre su estrategia de podcast, la bala que casi lo mata, la gente increíble que lo rodea, los efectos a veces dañinos de los fondos de ayuda estadounidenses, las ONG respaldadas por Soros y nuestro compromiso compartido de abordar los desafíos que tenemos por delante”, prosiguió Bukele.

Para el inconstitucional, es más importante hablar con Trump sobre “las ONG respaldadas por Soros”, en las que incluyó medios de comunicación, en vez de introducir y dejar sentado su preocupación por los migrantes salvadoreños.

Es bueno que los familiares en El Salvador, así como los el 49% de salvadoreños en Estados Unidos de forma irregular, incluidos los de DACA y TPS, tengan en cuenta este gesto de desprecio de Bukele hacia ellos y hacia sus familiares en El Salvador, que no han fallecido por inanición, gracias a las remesas que reciben de sus familiares radicados en Estados Unidos.

Despierten, salvadoreños y salvadoreños radicados en Estados Unidos, despierten salvadoreños y salvadoreñas en El Salvador, para este gobierno ustedes no son ni serán su prioridad.

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