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Lima/Perú/AFP
La mexicana Paola Longoria agrandó su leyenda panamericana en Lima 2019, al llegar a ocho medallas de oro, tras ganar las finales individual y de dobles femeninos del ráquetbol.
Longoria, la líder indiscutida del ráquetbol continental, llegó a Lima con seis oros, tres logrados en Toronto-2015 y tres en Guadalajara-2011.
A la capital peruana vino en busca de un nuevo triplete dorado, del que ya se aseguró dos doradas. La última se definirá el sábado, en el cierre de la competencia por equipos.
Longoria venció en la final individual a la argentina María José Vargas por 2-0, con parciales de 15-7 y 15-9.
La segunda dorada del día fue junto a Samantha Salas, al derrotar a la dupla guatemalteca por 2-1.
Acostumbrada al mote de favorita, se sabe un oponente poderoso, pero no se relaja en ninguno de sus combates.
Cuatro años después de los Juegos en Canadá, siente “una madurez mayor”, que acompañó con una preparación intensa. “Trabajamos arduamente para refrendar esa medalla conseguida tanto en Guadalajara como en Toronto”.
Sola o acompañada en la cancha de puertas de cristal, confía en el nivel y calidad de su juego para transformar en ímpetu la presión de cuidar sus conquistas.
También se disputó la final individual masculina, que quedó ‘en casa’ para los mexicanos: Rodrigo Montoya superó por 2-1 a su compatriota Álvaro Beltran.
El bronce fue para Conrado Moscoso, de Bolivia, y Mario Mercado, de Colombia.
Camino a los 100 títulos
Esta atleta inconformista, que puso al margen su carrera de ingeniera mecánica y hasta una maestría en ciencias políticas, tiene una meta que trasciende Lima 2019.
Los Juegos son la antesala del circuito profesional del LPRT (Ladies Professional Racquetball Tour), en los que persigue los cien títulos.
Entre el presente y esa meta en el nivel de elite del ráquetbol internacional hay solo dos consagraciones.
La cifra tan preciada, sin embargo, no representa para la mexicana un umbral para el retiro. Al contrario: apuesta a mantenerse por un tiempo en el más alto nivel.
