Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“El objetivo de este informe fue identificar los conocimientos, actitudes y prácticas de la población universitaria en áreas claves de salud sexual y reproductiva, derechos sexuales y reproductivos con énfasis en violencia por razones de género, orientación sexual y los conocimientos y prácticas en cuanto a planificación familiar”, explicó Vilma Vaquerano, coordinadora de Observatorios de ORMUSA.
La presentación del informe de Conocimientos, Actitudes y Prácticas (CAP), y su Incidencia en el ejercicio de los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos de la Población Universitaria salvadoreña, fue presentado por Vilma Vaquerano y puesto a disposición pública en el Observatorio sobre Derechos Sexuales y Reproductivos de la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (ORMUSA).
Este informe compila, además, datos sobre el uso de las redes sociales y las conductas de riesgo que están vinculadas con el ejercicio de la sexualidad, el tema de la violencia sexual y la interacción en estos espacios virtuales, que incluye el sexismo, los sesgos de género, entre otros.
“El CAP es una metodología que se retoma del ámbito de la salud y se aplica con la idea de cómo está la práctica, pero también saber de las actitudes desde un enfoque de género”, agregó.
Y “si bien los derechos sexuales y reproductivos no se enuncian de manera expresa como los derechos económicos, culturales o laborales, estos están dispersos y reconocidos en diferentes Convenios y leyes secundarias de nuestro país y deben ser cumplidos”, acotó Vaquerano.
El informe del Observatorio sobre Derechos Sexuales y Reproductivos de este año, se centró en 6 subtemas: conocimiento sobre el cuerpo de las mujeres; conocimientos, actitudes y prácticas de la violencia sexual; conocimientos, actitudes y prácticas sobre redes sociales; conocimientos y prácticas sobre métodos anticonceptivos; sobre conocimientos y actitudes sobre conocimiento integral de la sexualidad; sobre la diversidad sexual y conclusiones.
En el contexto actual, la UNESCO ha reconocido que El Salvador, así como Latinoamérica, las prácticas y conocimientos de la sexualidad humana entre la población en general han estado históricamente determinadas por mitos, estereotipos y prejuicios de carácter “androcéntrico” (visión del hombre como centro de todas las cosas), que se acompaña con postulados religiosos.
Por lo anterior se recomienda a los Estados promover una “educación en sexualidad”, que deberá ser definida con un enfoque de información “científicamente rigurosa, realista y sin prejuicios de valor”, y que deberá darse de forma apropiada a la edad de las personas, con el fin que estos puedan tomar decisiones y reducir los riesgos respecto a su sexualidad.
Sobre los principales hallazgos, Vaquerano, señaló que el 91% del total de la población estudiantil encuestada (1,200 personas de 4 universidades) manifestó que es un derecho de las mujeres tener una “maternidad segura y voluntaria”, siendo ellas en su mayoría (56%) quienes reconocen este derecho, mientras los hombres (35%) dijo estar de acuerdo. Mientras un 9% no respondió.
“El 93% del total de la población estudiantil encuestada manifiesta estar de acuerdo que las mujeres tienen derecho a decidir sobre qué método anticoncepctivos usar. Sin embargo, cuando se profundiza en el tema, se aprecia que el 34% está de acuerdo con esta afirmación, pero que las mujeres deben consultar primero con sus parejas para usar el método de planificación”, acotó.
“Otro dato relevante es que el 92% está de acuerdo en que las mujeres tienen derecho a la autonomía para vestir la ropa que quieran sin que ello las exponga a la discriminación y a la violencia, en comparación con el 7% que considera falsa dicha afirmación. No obstante, ser una minoría, pero refleja que sigue manteniéndose estereotipos sobre la forma de vestir de las mujeres y el hecho que deben contar con la autorización de los hombres”, señaló Vaquerano.
En cuanto a los conocimientos, actitudes y prácticas de violencia sexual, el 81.5% del total de encuestados manifestó que no ha sentido presión de su pareja para tener relaciones sexuales y el 92% que no ha vivido, ni está viviendo en este momento violencia en su relación de pareja. Mientras, un 4% afirmó que si ha vivido o vive una situación de violencia con su pareja.
“El hecho de que la mayoría aduce no ser víctima de violencia, podría ser a que la población universitaria no identifica las conductas violentas de pareja, por falta de información en relación al tema, ya que el 75.4% que participaron en la encuesta dijeron haberse sentido alguna vez manipuladas por su pareja”, manifestó.
Un 87.5% afirmó que tiene el poder para decir no, cuando no desea tener relaciones sexuales contra un 8.57% que manifestó no tener el poder de decidir cuando no desea tener relaciones sexuales y un 8% que afirmó haber sido humillada en público por su vestimenta.
“Un hallazgo importante es la afirmación del 45% del estudiantado que reconoce que alguna vez en la calle ha sentido que lo han seguido o intentado tocar (38% mujeres) (7% hombres) y un 48.2% de personas reconocen que alguna vez lo han intentado tocar (40% mujeres) (9% hombres) en comparación con el 49% que manifestó no haber estado en esa situación”, dijo.
“El 18% de la muestra afirma que alguna vez alguien le ha ofrecido regalos o mejorar en sus calificaciones a cambio de relaciones sexuales y un 80% afirmó que no ha recibido este tipo de ofrecimientos. Y al menos el 35.2% culpabiliza de alguna manera a las mujeres al ser víctimas de violencia sexual, y no reconocen el derecho de las mujeres de tomar decisiones sobre su forma de vestir y otros aspectos de su vida, acotó Vaquerano.
En cuanto al uso de “redes sociales” , Vaquerano, afirmó que estos espacios virtuales son utilizados también como “herramienta de control entre las parejas” el 17.9% afirmó haber recibido presión por su pareja para que revele la “clave” de acceso a sus redes sociales (9.6% mujeres) y (8.2% hombres).
“En cuanto a las conductas de riesgo, se identifica que el sexting o cibersexo ha sido experimentado al menos por el 24.0% de la muestra (mujeres 12% y hombres 12%), en donde se infiere que la población estudiantil incluida el grupo de la muestra ha intercambiado contenido sexual sin considerar las consecuencias negativas al estar expuestos en redes sociales”, señaló Vaquerano.
Sobre los diferentes hallazgos obtenidos del estudio, Vaquerano, planteó sobre la “urgente necesidad de una respuesta al más corto plazo por parte de las instituciones involucradas”, así como el compromiso gubernamental de avanzar en el cumplimiento de derechos sexuales y derechos reproductivos del estudiantado universitario .
Asimismo, realizar un cambio significativo en el ámbito cultural dado que se trata de una población mayoritariamente joven que pronto será la que se incorpore en la dinámica social y laboral del país.
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