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«EN SANTIAGO DE MARÍA ME TOPÉ CON LA MISERIA»

Dos años de la Vida de Mons. Romero (1975-1976)

¿Años del Cambio?

3.3.- Consejo de Pastoral Social:

Constituido el Consejo de Pastoral Social de la Diócesis, se reunía periódicamente, sobre todo en este año de 1976. Tengo en mis manos las Actas de las reuniones de julio (día 3) y de agosto (día 27) de ese mismo año.

Por ellas podemos ver las tareas realizadas y los planes a desarrollarse a corto y mediano plazo en las diferentes zonas de trabajo correspondientes a la Diócesis: Se habla de estudios o monografías de la realidad social de las distintas zonas o municipios de la Diócesis, en vistas a una planificación; de oficinas de Promoción en Usulután y otra que se proyecta en Ciudad Barrios; de cooperativas de Consumo y Producción, etc.; de programas de radio: educación de adultos, alfabetización, promoción del cooperativismo, etc.; de promoción de la mujer, realizada por las religiosas en Ciudad Barrios; y de diversos proyectos de Cáritas.

Solamente para corroborar estas afirmaciones voy a poner las Conclusiones de las Actas de la Reunión del Consejo de Pastoral Social diocesano del mes de agosto. Siempre estuvieron coordinados, sobre todo en este año de despegue (1976), por el Secretariado Social Interdiocesano:

“CONCLUSIONES:

-Se puede afirmar que los resultados han sido positivos pues los líderes y grupos interesados han acogidos la idea con mucho entusiasmo. Por el momento los grupos atendidos cuentan con un alto porcentaje de catequistas formados por las “Hermanas Carmelitas de San José”, de Ciudad Barrios y el Centro “Los Naranjos” de Jiquilisco.

-De la experiencia recogida a la fecha podemos afirmar que se hace necesario organizar Cooperativas no sólo de Producción Agrícola y Consumo, sino que de servicios múltiples con el fin de agilizar su operación y hacer más flexible su estructura legal.

-También se concluyó que el Centro “Los Naranjos”, para servir mejor a la Pastoral Social, tendrá que diversificar su acción formadora incluyendo cursos sobre Cooperativismo, Desarrollo de la Comunidad, Salud e Higiene, etc..

-Para los cursos de Salud e Higiene, por la cercanía del Centro San Lucas, Unidad especializada en Promotores de Salud, se ve como conveniente iniciar el programa enviando campesinos a recibir formación en ese Centro.

-Se acordó que se haga un tiraje de toda la papelería de operación de la Cooperativas con el fin de que sirva como material didáctico para los núcleos cooperativos en formación. El señor Antonio de Jesús Hernández enviará al Departamento un ejemplar de cada fórmula de la Cooperativa de Santa Catalina, para su estudio y posterior tiraje. Además se hará un tiraje de La Ley de Cooperativas.

-Se hizo la recomendación a los Promotores para que mantengan una actitud de mutuo entendimiento y colaboración decidida con todos los organismos de inspiración cristiana que laboren en la zona.

-Se consideró también como necesario que los miembros del Consejo de Acción Social tengan contactos con otras experiencias de trabajo social que se realizan en estos lugares como: El Programa de Cáritas en el Altiplano de Guatemala. Esto con el fin de mejorar el trabajo en la Diócesis.

-En vista del alto índice de analfabetismo, principalmente en la zona norte, se vio conveniente iniciar pláticas con funcionarios de ALFALIT, a fin de organizar un grupo para líderes que puedan organizar, a corto plazo, un programa de alfabetización de adultos.

San Salvador, 9 de septiembre de 1976. Fmdo: Jorge Villacorta”.166

El interés de Mons. Romero no sólo era el estudio y esclarecimiento de las ideas pastorales en todos los agentes de pastoral de la Diócesis, sino también la organización de dicha Pastoral en todas sus facetas. Si la Pastoral Social surgió con más fuerza, quizás fuera por no existir ningún antecedente en la Diócesis de esa Pastoral y por la necesidad profunda de la realidad social de la misma.

El interés de Monseñor estaba en todos los detalles. Tenemos en las manos esta carta dirigida al P. Pedro Ferradas, en la que Monseñor le recuerda que no se olvide de ir a una reunión de Secretarios diocesanos de Pastoral Social.

Leámosla:

“Estimado Padre Pedro:

…El próximo lunes 6, a partir de las 8.30 a.m. en el Hotel Izalco Club Cabaña, se reunirán los secretarios de Pastoral Social de las diversas Diócesis. Como supliqué a esa querida comunidad de Jiquilisco que se encargara de esa dicha secretaría, de nuevo ruego a Ud. ir, o designar a otro Padre para que tome parte en esa importante reunión. Puede pedir detalles al Secretariado Social Interdiocesano que es el que organiza esta reunión.”167

Queremos concluir este apartado, no con un juicio sobre Mons. Romero, su vida, su apostolado, su cambio, (hemos estado rehuyendo el hacer juicios), el juicio queremos que lo haga el lector después de haber leído los hechos y testimonios de esa inexplicable actuación apostólica de Monseñor en Santiago de María; inexplicable por la amplitud ambiciosa de miras, proyectos y objetivos en tan poco tiempo, con tan pocos recursos y comenzando desde cero; mucho más, que estaba implementando una pastoral en la que él no estaba versado y en la que estaba rompiendo lanzas y experimentando nuevos camino.

Definitivamente, las palabras de Mons. Chávez, el anterior arzobispo, al P. Juan Macho, poco antes de su toma de posesión en Santiago de María, se estaban cumpliendo: “El obispo que van a tener es Pastor”.168 Efectivamente, Mons. Romero fue un Pastor que caminó por delante en toda esta actividad pastoral, especialmente en la pastoral social, jalando a todo el mundo diocesano: Cáritas, religiosas, sacerdotes y distintos movimientos; en especial él contaba con los Catequistas o Delegados de la Palabra, o sea, los pobres o campesinos, que salían y se formaban en el Centro “Los Naranjos”.

Sin duda, Mons. Romero fue Pastor que trató de confirmar en la fe a los hermanos; como obispo sabía que esa era una de sus principales obligaciones; intentó hacer “creíble esa misma fe cristiana”,y, sobre todo, se esforzó en ser “testigo” de esa misma fe, en esta parcela de la Iglesia universal, que es la Diócesis de Santiago de María, y deseó que toda su Iglesia particular también lo fuera.

Una vez más creemos que toda esta nueva actividad pastoral de Mons. Romero, (que es un signo más de su cambio que se estaba gestando), nació del conocimiento más profundo y directo de la realidad social, eclesial y religiosa de su diócesis, y de las necesidades urgentes que él veía y sentía en los pobres, la mayoría de sus feligreses.

VIº.- A modo de conclusión

CÓMO VI YO A MONS. ROMERO

Como aclaración

Hemos dicho en la “Introducción General” que con este libro los Pasionistas llenamos una deuda y una obligación pendiente con Mons. Romero. El nos estimó mucho y tuvo mucha confianza en nosotros sobre todo a partir del año 1976. De él aprendimos mucho. Esta estima y consideración con los Pasionistas la manifestó muchas veces y de muchas maneras. Como un ejemplo podemos leer en los Testimonios:

“JUAN:… Recuerdo que un día llegué a hablar con él juntamente con el P. Marcelino Ortega; pero cuando llegamos ya habían cerrado las oficinas del Arzobispado, entonces tuvimos que esperar hasta la tarde, hasta que terminara su descanso después del almuerzo.

Mª LÓPEZ VIGIL: Ya siendo arzobispo.

JUAN: Sí, ya era Arzobispo. Y cuando nos vio, nada más nos vio, el saludo fue: “Por favor, cuando vengan, no importa la hora que sea, avisen que están Uds. y que son Uds. que para Uds. no tengo hora”

Mª LÓPEZ VIGIL: Porque él quedó… enamorado de los Pasionistas.

JUAN: Sí, no. Él, realmente…, y nos dijo entonces, que él necesitaba, de vez en cuando, que fuéramos a platicar con él; y nos dijo: “Para mí es un descanso platicar con Uds.”

De hecho, después en el último año, el 80, ya estábamos nosotros en Mejicanos, pues nos había dado la parroquia para poder tener los Estudiantes en la UCA; entonces él iba, de vez en cuando, a Mejicanos a platicar conmigo”.169


166. A.S.M.: Memorándum de la Reunión del Consejo de Pastoral Social de la Diócesis de Santiago de María, del 27 de agosto de 1976. Estas Actas o Memorándum están fechados el 9 de septiembre de 1976.

167. A.S.M.: Carta de Mons. Romero al P. Pedro Ferradas sobre una Reunión de Pastoral Social a nivel nacional, 2 de diciembre de 1976.

168. Cfr. supra, pág. 21- 22.

169. Testimonios: Grupo nº 2: JYV: pág. 26.

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