Por David Alfaro
04/12/2025
En los últimos años, las aspiraciones de muchos jóvenes salvadoreños han cambiado de forma drástica. Para buena parte de ellos, la educación ha dejado de ser un camino confiable hacia un futuro estable. En su lugar, aparece la búsqueda de fama rápida en plataformas como YouTube, TikTok, OnlyFans o la decisión de emigrar. Detrás de esto hay un entramado profundo donde se cruzan la sociedad, la política y la economía.
La pérdida de interés por la educación no es un capricho juvenil: es una respuesta a un entorno cada vez más cerrado. El sistema educativo se ha deteriorado, las oportunidades se han reducido y la falta de empleo formal deja a muchos sin horizonte. Crecer en un país donde estudiar ya no garantiza trabajo, empuja a los jóvenes a buscar salidas diferentes. Algunos sueñan con volverse «creadores de contenido» porque lo ven más alcanzable que una carrera profesional. Otros, simplemente, optan por irse.
Las decisiones tomadas por el dictador #Bukele son parte central del problema. La Educación ha sido relegada, la inversión es insuficiente y las políticas públicas no generan confianza. La concentración de poder, el autoritarismo y la falta de transparencia profundizan el desencanto de la juventud. Cuando las instituciones no ofrecen futuro, la educación pierde sentido práctico y simbólico. Muchos jóvenes ya no creen que estudiar los acerque a una vida mejor dentro del país.
La escasez de empleos formales y de oportunidades de crecimiento profesional empuja a miles a emigrar. Para muchos jóvenes, la única puerta abierta es la de Estados Unidos, incluso de manera indocumentada y bajo el gobierno violento y racista de Donald Trump. La emigración se vuelve una apuesta arriesgada, pero más atractiva que quedarse atrapados en un mercado laboral que no los incluye.
Enfrentar esta situación exige una visión integral y un cambio político profundo. Se necesita un sistema educativo fuerte, oportunidades económicas reales y un país donde los jóvenes puedan confiar en su futuro. Sin eso, la educación seguirá perdiendo valor y la emigración continuará siendo la salida más evidente. Pero para que algo cambie, primero se debe desmontar el modelo neoliberal y la dictadura que impiden cualquier reforma seria.
*Abigail Mancía, conocida como La Tamalera: “No me gusta el estudio. Quiero abrir una tienda e irme a Estados Unidos”. Al final se convirtió en chica Webcam de OnlyFans.
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