Yanuario Gómez
@DiarioCoLatino
La Asociación de Comandos de Salvamento Guardavidas Independientes de El Salvador, fue fundada el 30 de septiembre de 1960 por Edgar Cornejo Díaz, pero fue hasta el 4 de julio de 1962 que recibió du personería jurídica publicada en el Diario Oficial el 20 de agosto del mismo año.
Conocida en sus inicios como Cruz Verde Salvadoreña, debido entre otras cosas a su emblema que consistía en una cruz de color verde rodeada por el slogan “Cruz Verde Salvadoreña, El Salvador”, toma como principio rector el de “Rescatar las vidas de las personas y sus bienes, cuando se encuentran en peligro a causa de la naturaleza o del hombre”.
Originalmente, los miembros de la institución usaban pantalón color verde olivo (falda en el caso de las mujeres) y camisa blanca, pero a inicios de los ochenta con la llegada del conflicto armado fue necesario cambiar el uniforme para que las partes en conflicto pudiesen reconocer desde lejos a los socorristas que rescataban a los heridos que quedaban a causa de los enfrentamientos entre el fuego de la guerrilla y el ejército. Fue así como se adoptó el uniforme amarillo, que durante mucho tiempo hizo que se conociera a la institución como “Cruz verde, uniforme amarillo”. Actualmente hay alrededor de 1,500 socorristas voluntarios en las 30 seccionales a nivel nacional.
A lo largo de su historia y dando cumplimiento a su principio de salvar la vida de la población en cualquier situación, Comandos de Salvamento ha estado presente en los grandes eventos acaecidos en el país, además de su ya abordada participación humanitaria en el conflicto armado, trabajó en el terremoto de 1965, los huracanes fifí (1974), Mitch (1998), Stan y Adrián (2005), los terremotos de enero y febrero de 2001, entre otros.
“El responder a todo este tipo de desastres ha hecho que tengamos que irnos especializando cada día, desde el rescate vertical que consiste en sacar a las personas de los barrancos, primeros auxilios básicos y avanzados, hasta rescate en aguas abiertas, de vehículos accidentados, evacuaciones, además de tener que modernizarnos en lo que se refiere a equipos tecnológicos para prestar un mejor servicio a quien lo necesita”, expresó Francisco Campos, Vicepresidente Comandos de Salvamento.
Para Campos, quienes realizan esta labor humanitaria, que a veces los lleva a poner en riesgo su vida por salvar la del prójimo, son personas con altos niveles de amor por el prójimo, responsabilidad, vocación de servicio, honestidad, imparcialidad, sin discriminaciones de ningún tipo.
“Estos valores puestos al servicio de la población han hecho que se nos reconozca a Comandos de Salvamento de diversas maneras, tanto a nivel nacional como internacional”, dijo Campos
Entre los reconocimientos recibidos por la institución están: la medalla de Protección Civil, reconocimientos del gobierno y la Asamblea Legislativa por su labor; el premio Gabriel, otorgado por la Universidad José Matías Delgado, esto a nivel nacional; en el ámbito internacional el reconocimiento más importante es la postulación al Premio Nóbel de la Paz en 1998.
En lo que se refiere a cómo financian su labor, desde sus inicios subsistían de ayuda voluntaria de la gente y de organizaciones internacionales de ayuda humanitaria, hasta que en 1998 el gobierno le asignó un presupuesto para su funcionamiento.
Entre los desafíos que han tenido que afrontar hasta la fecha están, además de las dificultades económicas y la falta de edificios propios están los asociados a la seguridad que hoy es un tema complicado en el país, ya que hay lugares donde no se les permite entrar por temor a las pandillas que operan en dichas zonas.
A futuro la institución humanitaria tiene como reto el seguir trabajando, capacitándose, para ofrecer cada día una atención especializada de calidad a la población.