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Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“Es importante que las familias se acerquen a COFAMIDE u otras instancias a poner sus denuncias”, sugirió Luis Alberto López, directivo de esta organización que vela por los derechos de los migrantes de desaparecidos o fallecidos en la “ruta del migrante”, así como, a sus familias que sufren el drama de perder a un ser querido.
El Comité de Familiares Migrantes Fallecidos y Desaparecidos El Salvador (COFAMIDE), nació el 28 de septiembre de 2009, con 32 miembros, todos con un caso de un familiar migrante desaparecido. A lo largo de estos años ha venido trabajando en la incidencia y difusión de los derechos de los y las migrantes de El Salvador.
“Este trabajo es permanente e invitamos a las familias que tengan migrantes desaparecidos o que han perdido la comunicación con ellos, a que se acerquen a una de las organizaciones, puede ser COFAMIDE, la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) o Cancillería de la República, para dar sus datos”, señaló López.
Sobre la información que demandan de los familiares que interponen la denuncia del desaparecimiento, López agregó que deben recolectar todos los insumos posibles como la fecha y el lugar en donde se encontraba su ser querido antes de perder su contacto.
“Siempre pedimos que venga un familiar porque son los que tienen mayor información del último contacto.Las características físicas de su familiar y toda la información de la comunicación que tuvieron con ella o él, antes de desaparecer, porque eso nos abre una área de búsqueda”, afirmó.
“No podemos hacer nada -si nos dice- que está en México, porque es enorme, si cabe 98 veces El Salvador allí, pero es otro enfoque cuando nos dicen que estaba en Tapachula, en un albergue, o me dijo que se movería a Oaxaca al albergue del Padre Solalinde, por ejemplo, entonces, esto nos da un margen de búsqueda, por eso pedimos toda la información que tengan consigo”, explió López.
Sobre la denuncia del desaparecimiento de su familiar en la ruta del migrante, el directivo de COFAMIDE señaló que se invita a los familiares a acercarse a la tomas de ADN (material genético), que se resguardan en el Banco de Datos Forenses para Migrantes No Localizados”, a partir de las investigaciones que llevan de los casos.
Este Banco de Datos Forenses para Migrantes No Localizados está conformado por la Asociación Comité de Migrantes Fallecidos y Desaparecidos de El Salvador (COFAMIDE), la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Equipo Argentino de Antropología Forense. “Para este mes de agosto ya se tiene una jornada de toma de ADN, ya hay un grupo de familiares a las que se tomará una muestra de su material genético. Son alrededor de 27 casos de personas desaparecidas”, manifestó.
Este mecanismo de búsqueda de restos de personas migrantes, aludió López, les ha permitido la identificación plena de 80 personas y la resolución de estos casos. Actualmente, se encuentran en la investigación de 250 casos. La toma de muestras de ADN se dan en casos que cuentan con suficiente información revisada y confrontada por las entidades que integran el Banco de Datos Forenses para Migrantes No Localizados.
“Todos los países son firmantes de Tratados Internacionales en donde se garantizan los derechos humanos, entonces, todas estas partes las deberían conocer los migrantes y sus familiares. Que sus derechos son universales y válidos en otros países como personas extranjeras, muchas veces la gente piensa que al salir de El Salvador pierde sus derechos y es falso”, acotó López.
“Que las personas migrantes sepan que en donde se encuentren, ese Estado debe garantizar sus derechos, entonces, el consejo es que conozcan los riesgos y consecuencias de migrar”, dijo López.
“Hay casos con respecto a las mujeres, que llama la atención, -porque hay muchas- que van conscientes que pueden ser violadas, y se ponen una inyección anticonceptiva, y piensan que con eso quitan el problema de un embarazo, pero ¿qué pasa con las enfermedades de transmisión sexual?, es allí donde nosotros invitamos a que la gente recapacite, antes de migrar, pero no podemos decirles que no lo hagan porque migrar es un derecho”, insistió.
En cuanto a los jóvenes, López señaló que muchos de estos hombres que por ser jóvenes, muchas veces “creen ser fuertes para tolerar esa situación”, no obstante, reconoció que la ruta del migrante es incierta para todos y todas.
“Muchas de esas personas migrantes fallecen en esos lugares de paso y es ahí donde aconsejamos pensarlo muy bien. Si realmente vale la pena migrar por ese sueño que muchas veces termina siendo una pesadilla para la familia, e incluso para el migrante”, puntualizó López.
