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Apantumac, agricultor de Tenancingo y guía espiritual de los pueblos originarios, es uno de los beneficiados con el proyecto de fortalecer la agroecología. Foto Diario Co Latino/Fernando Sánchez.

CESTA promueve buen uso de la tierra con insumos orgánicos

Redacción Nacionales
@DiarioCoLatino

Desde hace varios años el Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada (CESTA) llegó al municipio de Tenancingo, departamento de Cuscatlán, para enseñar a los agricultores a implementar prácticas agroecológicas y empresas rurales a fin de mejorar sus vidas, haciendo buen uso de la tierra con insumos orgánicos.

Apantumac, agricultor de Tenancingo y guía espiritual de los pueblos originarios, es uno de los beneficiados con el proyecto de fortalecer la agroecología, producir de una forma natural y sana; desde antes trabajó la tierra de manera tradicional porque desconocía los beneficios de este tipo de prácticas amigables con el medio ambiente, pero desde hace 15 años se fue integrando en algunas asociaciones donde aprendió a conocer y amar a la madre tierra.

El actual modelo de producción ha promovido el uso excesivo de fertilizantes químicos, ocasionando el deterioro de los suelos, falta de cobertura, perdida de la fertilidad natural y de materia orgánica. Esta situación sumada con prácticas inadecuadas como la quema de rastrojos, falta de técnicas agroecológicas de conservación de suelos y la variabilidad climática, ha traído como consecuencia que los agricultores obtengan baja productividad en sus cosechas.

“A través de la agroecología cultivamos solo utilizando insumos orgánicos, los cuales se preparan con elementos que se recogen siempre de la madre tierra, no utilizamos cosas externas, sino limpias y sin químicos. Recogemos de la madre tierra plantas, hojarasca, cascarones de huevo, algunos productos externos como la melaza que proviene de la caña de azúcar que también es natural; estamos utilizando vida para generar buena vida”, afirmó Apantumac.

Explicó que gracias al proyecto del CESTA se creó el Centro de Producción de Insumos Orgánicos Rosario Tablón, en el municipio de Tenancingo, donde aprendió las ventajas de los abonos orgánicos, su elaboración y aplicación en la tierra.

Uno de los productos con mayor demanda es el bocashi, un abono orgánico para aplicar en el tronco de la mata, que lleva de ocho a diez componentes, entre ellos granza, harina de roca, melaza, harina de arroz, tierra negra y gallinaza.

También están los foliares que son extracciones de plantas, por ejemplo, un abono rico en nitrógeno se consigue al macerar el talacate o mora, agregarle harina de roca, un poquito de miel de melaza, dejarlo reposar de 15 a 22 días y luego aplicarlo a los cultivos.

Asimismo, el cascaron de huevo es rico en calcio, al ponerlo en agua a cocer hasta que el líquido toma un color marrón, es envasado y sirve para darle dureza a la planta, se aplica al frijol, maíz, tomate, chile y otros cultivos.

“Al utilizar este tipo de productos obtenemos una vida sana porque al utilizar una planta que ha sido vigorizada a través de químicos, nosotros estamos consumiéndolos y es así que tenemos enfermedades crónicas como la insuficiencia renal, ahora la gente hace milpa y no deja de ocupar glifosato, el cual se puede evitar utilizando productos naturales”, recalcó el agricultor.

Detalló que debido a la pandemia del COVID-19 surgió la idea de crear un botiquín, es decir, un área dedicada al cultivo de plantas medicinales, entre ellas, ruda, menta, orégano, manzanilla, jengibre, eucalipto, hierbabuena; para protegerse, reforzar el sistema inmunológico y curarse gracias a la naturaleza.

Asimismo, a través de los facilitadores del CESTA otras personas han aprendido a elaborar productos conservados como jaleas, dulces, tostadas, entre otros, siempre utilizando insumos orgánicos o naturales.

El guía espiritual de los pueblos originarios hizo un llamado a los diputados de la Asamblea Legislativa para aprobar la Ley de Agroecología presentada por CESTA y otras organizaciones, la cual fue archivada por esta legislatura, siendo un retroceso terrible.

“Aprovechando que el señor presidente hoy tiene todas las herramientas para aprobar a la hora que se le da la gana lo que quiera, le pedimos que apruebe la Ley de Agroecología, que obligue a las alcaldías a no repartir 20,000 quintales de veneno para la tierra, cuando se podría producir igual número de abono orgánico”, manifestó.

A la vez consideró que dicha ley no avanza por no hay voluntad política, hay intereses de las transnacionales y los ricos que quieren ser pare de la administración y trabajan en función de sus intereses y no de las grandes mayorías.

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