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CAMINOS DE MI TIERRA: UNA ANTOLOGÍA NECESARIA

Alexander Zosa-Cano,

Escritor

Una antología de cuentos y poemas en el ámbito cultural de Chontales no es novedad. Tampoco lo es el tema y la figura de Gregorio Aguilar Barea (GAB). Pero la difusión de la obra escrita del educador está aletargada. Muchos discursos y pocas palabras en acción. Sin embargo, seis personajes —fundadores, efectivos y correspondientes del Clan Intelectual de Chontales— se encargaron de publicar, en el siglo pasado, el trabajo literario de GAB: don Guillermo Rothschuh Tablada, don Víctor Manuel Báez Suárez y don Jofiel Acuña Cruz, los iniciadores; don Octavio Gallardo y don Ulises Huete Loredo, los continuadores, y el más consagrado en el tema: don Omar Josué Lazo.

Esta nueva compilación de los cuentos y poemas se ha titulado Caminos de mi tierra siendo uno de los versos del poema «Caminos» de GAB. Pretende ser la más completa hasta el momento. Aquí se compilan dos poemas: «Una Lapa» y «A un idealista», y un cuento: «El pájaro del dulce encanto» no reunidos en los trabajos anteriores y todos aquí anotados. En total: 6 cuentos y 16 poemas ordenados según su aparición. Lamento no haber localizado el poema «No hagas eso» citado en el periódico Luz y Libertad del 11 de septiembre de 1970.

Cuatro ediciones de Cuentos y Poemas (1970, 1971, 2009 y 2012)

El 11 de septiembre de 1970 el periódico Luz y Libertad —bajo la dirección del poeta Anastasio Lovo Téllez— publicó un merecido homenaje al educador Gregorio Aguilar Barea. El periódico está compuesto de los siguientes apartados: «Honras al Prof. Aguilar hoy día del maestro», «Gregorio Aguilar Barea», las dos notas anónimas; «Acuerdo de duelo del Instituto Nacional de Chontales», «Discurso del Ing. Víctor M. Báez», «Discurso del Prof. Mariano Miranda Noguera», «Discurso del Prof.  Jofiel Acuña Cruz», «Discurso del Dr. Pablo Sierra Chacón», «Discurso del estudiante Gabriel Sánchez», «Discurso del poeta Anastasio Lovo Téllez» y, la sección literaria, «Gregorio Aguilar Barea o el idioma del paisaje». Esta última sección la comprende dos cuentos: «Era muy Piripipí» y «La loca», y los poemas: «Luna», «Los pinos» y «Patios risueños». Su director —probablemente escribió— a propósito de la obra literaria de Aguilar: «La poesía, la narrativa de Gregorio Aguilar Barea es la presencia de la naturaleza. Naturaleza, paisaje nicaragüense que él tanto amó. Paisaje de paisajes, paisajes de los tristes pobladores de Latinoamérica, paisaje de los juigalpamacondos. Paisajes pintados con amor por Gregorio Aguilar Barea». Esta compilación fue la primera que se realizó en Juigalpa. Elogiable el esfuerzo realizado por la dirección del periódico Luz y Libertad Órgano del Instituto Nacional de Chontales en su segunda época.

En ocasión del primer aniversario la muerte del maestro Gregorio Aguilar Barea, el 16 de agosto de 1971, el Museo Arqueológico y el Zoológico Thomas Belt reúnen, de manera parcial, la obra poética y narrativa del eximio educador bajo el título Cuentos y Poemas del Prof. Gregorio Aguilar Barea (1971) Juigalpa: Museo Arqueológico y el Zoológico Thomas Belt, p. 34. El formato de impresión fue 16 x 23.5 cms. La obra está antecedida de una nota biográfica anónima y no aparece el crédito de sus antólogos; sin embargo, se sabe que fueron el Prof. Jofiel Acuña Cruz, presidente del Clan Intelectual de Chontales, y el Ing. Víctor M. Báez Suárez, fundador de la institución. Esa obra reúne 5 cuentos y 14 poemas.

La obra literaria de GAB se volvió a publicar —38 años después— con motivo del LXXVI aniversario de su natalicio. El folleto Cuentos y Poemas del Prof. Gregorio Aguilar Barea. (2da. Ed.). Juigalpa: Asociación para el Desarrollo Municipal «Gregorio Aguilar Barea». Se presentó en la Escuela Normal Regional Gregorio Aguilar Barea el 11 de septiembre del 2009 con el propósito de «eternizar con [maestros y alumnos] el recuerdo de nuestro inolvidable profesor». Sus promotores fueron don Humberto Castilla y don Erwing de Castilla Urbina, presidente y vicepresidente, respectivamente, de ASDEMUGAB. Esta nueva edición no tuvo cambios, excepto el formato 16 x 24 cms. Esta conservó el mismo contenido de la primera edición: cinco cuentos reunidos en el siguiente orden: «La Nia Chula», «Era muy Piripipí», «Tata Nicho», «El Desquite» y «La loca»; catorce poemas: «Caminos», «Abril», «Amanecer», «Paseo», «Tarde», «Luna», «La carreta», «Los pinos», «Los burros», «Patios risueños», «Encuentro en la terminal», «Autobiografía», «Con las masas de obreros» y «A los caídos el 23 de Julio».

Esa misma colección de cuentos y poemas se reimprimió en el 2012; el formato fue de 14 x 21 cms. Sus auspiciadores fueron: la Asociación Clan Intelectual de Chontales y la Asociación Científica Thomas Belt. La publicación fue en ocasión el LXXIX aniversario del natalicio del educador. En la presentación se anota las intenciones «para que toda la ciudadanía de Juigalpa y de toda Nicaragua, para que conozca, estudie y enjuicie la obra literaria del insigne educador». La única diferencia con las ediciones anteriores es la colección de fotografías en blanco y negro que precede cada sección.

Encuentro en la terminal de Lazo Barberena

Encomiable fue la investigación que realizó el profesor Omar J. Lazo Barberena (La Libertad, 31 de marzo de 1953 – Juigalpa, 3 de octubre de 2016) expresada en su primer libro: Encuentro en la Terminal. (1994). Managua: Editorial Nueva Nicaragua. Un libro que reune todo el quehacer cultural de don Gregorio Aguilar Barea. Este trabajo aporta a los chontaleños: el quehacer literario y arqueológico; su vida musical y estadía en el Clan Intelectual de Chontales; la sencibilidad social y el pensamiento político, del bardo chontaleño.

Sin duda, la publicación de  Encuentro en la Terminal fue un gran paso al discernimiento de la obra de Gregorio; a la vez un acto justo que consagró en definitiva al educador.  En ella se dedicó el VI capítulo a la «Vida literaria de Gregorio Aguilar» (pp. 235-277) antecedido de reveladoras acotaciones.

El Dr. Mariano Miranda Noguera (1994), al tener conocimiento del trabajo, elogió su labor: «Usted es el pionero de los que otros no se atreven a realizar por falta de valor, estatura moral o negación de su negación […] Usted es el pionero en presentar al más valioso hombre de Chontales, que vivió y realizó en la mayor crisis de valores humanos y un ambiente donde muchos no pudieron encontrar un derrotero seguro, positivo y  cierto que eleve a un hombre en su plena dimensión».

 

Las humanidades en la poesía de GAB

La expresión «humanidades» a través de la historia ha sido analizada desde diferentes aristas. Los romanos la acuñaron. Sin embargo, no fueron quienes inventaron su concepto. Los griegos fueron sus ideólogos.  Para estos el vocablo idóneo fue Paideia que en la cultura griega es «el sentido de educación biológica y física del niño» que correspondía a la formación del ciudadano de los siete a los veintiún años. En otras palabras, es la formación del ciudadano, la «polís» según los griegos de manera plena.

Y es que las humanidades concebidas por los griegos acercaban al hombre a desarrollar verdaderas aptitudes a través de un «conjunto de materias concebidas por ellos como vehículos o instrumentos de aproximación al ideal […] consientes del cultivo integral». Todo eso con el fin de diferenciar entre el hombre humano y hombre bárbaro.

Nos corresponde vivir una época —el afamado siglo XXI— donde el hombre es asediado por sí mismo y los medios que ha creado. Los valores y principios cada día están en peligro de extinción. A propósito, el filósofo francés Pierre Teilhard de Chardin considera que «Nosotros mismos somos nuestro peor enemigo». Se habla de profesionales deshumanizados y de la necesidad de volver a los valores que se habían cultivado en años anteriores.  Y sin duda, el estudio de las humanidades contribuirá acerca a nosotros: al hombre mismo.

Es esa misma necesidad es la del maestro Gregorio Aguilar Barea. Por eso su poesía denota un carácter localista. Nos propone un concepto íntimo y cargado de elementos expresivos propios de escultor de la palabra.  Y bien, como afirma Michael Kirby: «Todo aquello que según el artista contenga una significación vivencial debe ser considerado como arte».

En su esencia la poesía chontaleña deviene de la veta ecológica. Un continuador de esa constante, en su obra poética, fue Aguilar Barea. No es una poesía ajena a su realidad. Su colección de «Seis poemas para leer en abril» es en definitiva una evocación a la vida campestre y «Motivos de las Segovias» vendría a ser un sincero canto a la vida bucólica.

Las grandes influencias en la poesía de Aguilar Barea están en la literatura clásica, en Teócrito, Bión y Mosco. La obra del primero, Idilios, pequeños poemas con descripciones ecuestres, reúnen elementos básicos de la poesía pastoril.

Oye el relincho de los caballos / Mira las vacas y los terneros / Las garzas bordando de encaje la ribera del río, / Los gallos, los pollos / ¡Mira, oye, aspira el perfume de la leche / saliendo del corral abierto al sol, como una enorme flor!

Convencionalmente el concepto «bucólico» se le atribuye a un poema corto que difiere de la tradición en cuanto a sus temas y alude al entorno rústico, al amor y a la música. En los versos anteriores, el poeta Aguilar está asido de su entorno. Evoca sus deseos y pintarrajea el amanecer en una hacienda chontaleña. Leamos los siguientes versos:

Hemos salido juntos al llano / vimos los escarabajos / y como hacían bolitas. / Ella dijo que eran más inteligentes que Atlas, / el gigante de la mitología. / ¡Mira las flores blancas del pochote, / los nidos de los zenzontles, / el cerro florecido de arrayanes, / los charcos son jacintos de agua y …/ ¿Por qué gritas? ¡Esa rana verde no hace daño alguno! // ¡Ven! Iremos por la orilla del río, / donde el papaturro / hace explotar el nácar azucarado de sus frutos como flores. // Luego corremos por el llano / hasta donde está aquel árbol, para oírte decir: ¡Qué bien huele el guásimo por debajo del vestido! 

El poema «Paseo» que sirve como ejemplo, es una descripción fiel de una pareja de enamorados en pleno llano. No utiliza un vocabulario que ofusque al lector, sino que se entrelaza con el cotidiano. Por su característica dialogada podríamos afirmar que estamos frente a una égloga. Horacio y Virgilio son la directriz. Además del primer gran poeta bucólico español don Garcilaso de la Vega.

Cuentos y recuentos

Si en la poesía encontramos la tesitura de las vivencias de Juigalpa y sus entornos, la narrativa no es ajena a esta realidad. Entre las  principales características de estos cuentos se encuentran: el arraigo a lo propio y lo vivencial de Juigalpa; el carácter educativo, pedagógico y anecdótico, principalmente en «Era muy Piripipí», «El Desquite» y « El pájaro de dulce encanto» (versión de GAB); el paisaje naturalista o ecológico; las creencias populares o la religiosidad sin caer en el misticismo en particular en el cuento «La Nia Chula»; el uso de la expresividad del lenguaje popular de Chontales en «Era muy Piripipí»; el uso de palabras polisémicas y el uso del regionalismo de forma perspicaz. Y como dijese la profesora Etelvina Lanzas: «Demostró con sus cuentos gran calidad humana, así como era él»

Investigación pendiente

Una tarea pendiente es la compilación de todos sus ensayos, artículos y discursos que ofreció GAB y que fueron publicados en diferentes medios escritos de su época. Algunos de ellos fueron publicados fragmentariamente como citas en Encuentro en la terminal, otros permanecen inéditos como «La poesía de Rubén Darío», «Encuentro con el camarada que no alcanzó la redención» y diez discursos ocasionales que valen la pena reunirlos en un solo volumen.

En resumen: se vuelve necesaria la compilación y la publicación de la obra literaria dispersa de Aguilar Barea. El aporte literario publicado en otras ocasiones con el título Cuentos y Poemas del Prof. Gregorio Aguilar Barea y sus ediciones de 1971, 2009 y 2012 están agotadas y es una prioridad difundir el quehacer del educador. En esta antología se reúnen la obra poética y narrativa de GAB, queda pendiente la compilación, edición y publicación de sus discursos. Toda su obra es importante para el estudio de la chontaleñidad.

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