Por: Leonel Herrera*
Una investigación periodística ha confirmado de manera contundente las falacias de la acusación penal contra los veteranos militares y de la ex guerrilla, dirigentes de la Alianza El Salvador en Paz, encarcelados desde junio del año pasado por “planificar actos de terrorismo”. El caso es un invento de la Policía, ni siquiera de la Fiscalía.
El reportaje titulado “Unos terroristas de cartón para Bukele” y publicado la semana pasada en varios medios digitales (FOCOS TV, Redacción Regional, Revista Factum, Voz Pública, Gato Encerrado y Revista Elementos), muestra que la acusación contra los veteranos es un montaje policial con un “testigo invisible” y pruebas falsas.
https://focostv.com/unos-terroristas-de-carton-para-bukele/
Según la publicación, la historia está tejida con inconsistencias y mentiras basadas en lo dicho por un “informante”, a quien la Policía ni siquiera le exigió identificarse. También señala que el informante dijo que “casualmente” había visitado un bar en un pueblo de El Salvador y otro en México donde pudo oír a “exguerrilleros, exmilitares y pandilleros de la MS-13 urdir sus planes”.
Atilio Montalvo, José Santos (“Pepe”) Melara y otros diez veteranos de la Fuerza Armada y del FMLN fueron capturados en la noche del 30 y la madrugada del 31 de mayo de 2024, en vísperas de la toma de posesión del segundo mandato inconstitucional de Nayib Bukele. La Policía, no la Fiscalía, los acusó de “preparar acciones terrorista” para sabotear la fiesta autoritaria.
A todos los detuvieron con engaños y, para justificar las capturas arbitrarias, la Policía (no la Fiscalía) presentó en redes sociales (no en los tribunales judiciales) las supuestas pruebas, entre las que destacaba un audio de WahtsApp y unos morteros que -según dijo la Policía- serían detonados en gasolineras, supermercados y otros lugares públicos para generar destrucción, caos y pánico en la población.
Ahora FOCOS TV y demás medios investigativos muestran que la acusación, además, se basa en la declaración inverosímil de un testigo desconocido. Esta información confirma lo publicado por el medio guatemalteco Prensa Comunitaria que, en julio de este año, reveló que el caso contra los veteranos tenía como princial elemento de prueba lo dicho por un “testigo fantasma”.
Los veteranos llevan dieciséis meses en prisión, sin juicio, sin ver a sus familias, sin hablar con sus abogados. Sólo Atilio Montalvo obtuvo libertad condicional luego que su familia suplicara que “por humanidad” se le permitiera “morir en su casa”. “Pepe” Melara y otros que siguen presos también padecen enfermedades crónicas como diabetes e insuficiencia renal.
La espuria acusación contra estos dirigentes sociales es claramente un proceso de criminalización del activismo social y de persecución política contra opositores. La verdadera razón de la detención y encarcelamiento es la represalia por denunciar el deterioro democrático y la consolidación autoritaria, principalmente por rechazar la reelección inconstitucional.
La Alianza El Salvador en Paz había convocado a marchas masivas contra el gobierno, por lo cual Atilio, “Pepe” y demás dirigentes eran objeto de seguimiento y vigilancia policial desde hacía un par de años. Para el 1º de junio del año pasado tenía previsto realizar pequeñas concentraciones en diversos puntos del país, por eso un día antes fueron capturados por planificar “actos terroristas”.
Con la información publicada por Prensa Comunitaria hace tres meses y FOCOS TV la semana pasada, las organizaciones ciudadanas y toda la población decente deberían exigir la libertad inmediata de estos luchadores sociales y defensores de derechos humanos, cuyo verdadero delito fue exigir respeto a la Constitución de la República y a la incipiente democracia resultante de los Acuerdos de Paz.
La acusación contra los veteranos fue un invento de la cúpula policial (que dos meses después de las capturas murió en un supuesto accidente de helicóptero). El caso debería ser cerrado sin más trámite. Por legalidad, por decencia y por humanidad, dado que todos son personas mayores y con situaciones complicadas de salud.
En este caso también está preso Luis Alberto Menjívar. Este joven comunicador comunitario sólo era el encargo de las redes sociales de la Alianza El Salvador en Paz, por tanto su detención es absolutamente injustificada e ilegal, aun si la acusación contra los veteranos fuera cierta. Como comunicador exijo enérgicamente que Luis sea liberado de inmediato.
*Periodista y activista social.
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