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Veinticinco aniversario del Suplemento Cultural Tres Mil

Caralvá 

Escritor y antropólogo

Fundador de Suplemento 3000

 

Un saludo cordial Mauricio Vallejo Márquez y a todos los que aman la felicidad en este mundo a través del arte.

Quiero agradecer tus generosas palabras publicadas en tu muro de Facebook el 20MAR015,  las cuales comparto y las hago mías.

Efectivamente el 3000 es una obra colectiva maravillosa, deberían existir tantos  Suplementos como naciones en el mundo, puesto que el 3000  significa un reflejo de la visión de los trabajadores con respecto al arte y la cultura, su nacimiento fue en plena guerra civil, cuando publicar tenía un significado temerario, al igual que la opción democrática unido al diálogo por la paz, aquello era considerado subversivo, no obstante con el apoyo del Director Francisco Valencia, junto a Gabriel Otero construimos los rudimentos para los actuales 1293 volúmenes (21MAR015),  desde aquel 24 de marzo de 1990, o sea… ufff… allá en el horizonte.

Es notorio que existió el privilegio de “estar ahí”, para algunos un: “Golpe de Suerte”… de todos modos fue una extraña conjunción: trabajadores, guerra civil, una amistad nacida en México, unido a la vocación de contribuir a la nación desde un proyecto que ya era realidad en otros periódicos como: Excelsior, El Día, la Jornada, etc., en México los fines de semana existen tantos eventos culturales que es imposible a asistir a cientos de propuestas, de todos aquellos las páginas culturales de los periódicos llamaban poderosamente mi atención, entonces surgía una lejana esperanza en mí consciencia: “algún día tendremos un instrumento cultural como estos en El Salvador”… era lo más parecido a un sueño infantil.

Así de aquella amistad nacida en México en los años ochenta del siglo pasado, en la cual nos reunimos en Rio Ebro 16 Cuahtémoc del DF,  al amparo de la Oficina del FDR, intercambiamos documentos junto a  posibilidad de fundar un proyecto cultural similar a la Revista Sur de los argentinos…claro era de risa; entre los asistentes estaban Gabriel Otero y René Rodas, alguien repitió:  ¿una revista igual a la Revista Sur?…nos doblamos de la risa… no sabíamos del futuro, pero sí de alegres reuniones literarias, años después coincidimos con Gabriel en San Salvador, de esas circunstancias ya hemos hablado en aniversarios anteriores.

Debo anotar algo que siempre he deseado reseñar, desde nuestro encuentro en San Salvador en 1989 con Gabriel Otero, atendí su invitación a escribir en “Latino Cultural” aquél fue el antecedente del Suplemento Cultural 3000, desde entonces publicar mis documentos en un periódico me provoca felicidad, al igual que extender esta posibilidad a cientos de autores nacionales e internacionales, esta acción individual y colectiva ha contribuido de alguna manera a (re)conocer las obras de amigos y amigas. La acción literaria es alegre, como muchas revoluciones culturales, pocas cosas permanecen tanto tiempo en ese estado, incluso dejando de publicar por diversas circunstancias, el artefacto impreso nos saluda con mucha gratitud, sí,  a lo mejor es hedonismo, pero es un deber histórico llegar a ese nivel.

Escribir es un acto feliz, ayudar a otros es compartir una sencilla acción divulgativa, la cual es posible por la buena voluntad de un periódico pobre en recursos económicos, pero un gigante en comunicaciones artísticas, publicar en el Suplemento Cultural para mí es lo mismo que suscribir una nota en el cualquier otro periódico del mundo, porque el mundo cabe en una página impresa.

A lo largo de 25 años diversos coordinadores han tomado el relevo de esta obra, cada quién tiene el “poder de edición”, en estos últimos años ha correspondido a Mauricio Vallejo Márquez el cual ha renovado la diagramación del Suplemento y sus conceptos, debo anotar que me invitó a escribir semanalmente, lo cual agradezco como otro colaborador más.

Desde mi punto de vista, el deber de cada genuino escritor es publicar, así sea el más egoísta de sus sentimientos, ya el tiempo nos dirá el valor real de cada autor. Escribir quizás sea solo un juego para combatir la destrucción del mundo, un arma feliz para evadir la tristeza, no por gusto nuestra máxima espiritualidad está dirigida a los evangelios cristianos, los cuales son documentos con un carácter reverencial, pero al final son libros, ellos contienen la esperanza que el reino de los cielos esté entre nosotros… a lo mejor eso es el 3000, un pequeño reino terrestre entre nosotros para ser felices.

De solo pensar que la vida de un hombre como el Jesús histórico no hubiese sido reseñada,  el vacío instantáneo es formidable, a lo mejor esta acción literaria es el inicio del “culto al libro”, a pesar de todo desde la humildad de una página impresa, nuestras historias se preservan en el periódico de los trabajadores sábado a sábado.

Ahora tenemos a la puerta de nuestras casas armas que desafían toda esperanza, tenemos violencia increíble, destellos de injusticias mucho antes de cada amanecer, lobos que en jaurías atacan a los corderos indefensos, las calles respiran cierto temor a todo, es un retorno al clima de odio de otros tiempos, pero escribir quizás sea lo mismo que ayer, una respuesta.

Interesa escribir porque de no existir los relatos reseñados en esos pequeños documentos del Nuevo Testamento que hablan de amor y perdonar a los enemigos, la literatura no tendría ese carácter universal, no obstante es por ese pequeño milagro que se tomaron esos autores que disfrutamos aún de aquellas palabras. Si bien un escritor no tiene por destino obligado el deslumbrante éxito de las películas de Hollywood, si puede tomarse el trabajo de anotar un poema por un mundo mejor, al final es lo mismo que aquellos viejos evangelistas que solo escribían para sus familias y amigos, me parece que algo de ello tenemos en el 3000, unas notas para quienes deseen leernos, una familia, un par de amigos o amigas…  y aunque sea un solo lector… es suficiente.

Sí,  felicidades Mauricio… 25 años más… claro eso será solo para algunos… yo me aparto.

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