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En el país cada vez más, las jóvenes ingresan a trabajos no tradicionales, como el de mecánica de banco. Foto Diario Co Latino/Foto referencia

“Un propósito tan sólido como el hierro”

Mónica Melara
@monica_melara

La sociedad salvadoreña ha tenido durante décadas estereotipos en cuanto al trabajo, el de los hombres caracterizado por la fuerza, el de las mujeres por la delicadeza, sin embargo, las nuevas generaciones están rompiendo esto, como lo hace Priscila Paolette Bonilla Rivera, de 18 años, quien a su corta edad tiene “propósitos tan sólidos como el hierro”.

Bonilla, es una joven que quiere sumarse al trabajo no tradicional y por eso decidió estudiar mecánica de banco, en un instituto donde el sistema educativo fusiona la enseñanza de la teoría a la práctica. En la  mañana los bachilleres aprenden oficios, como carpintería, mecánica de banco, imprenta, panadería y otros oficios; por la tarde van a sus clases académicas.

“Es sorprendente la sed de aprendizaje que tiene Paolette, ella hace muchas preguntas y tiene una buen actitud, a pesar de las adversidades”, manifestó su instructor en el taller, Rafael Chacón.

Y agregó que muy pocas jóvenes quieren aprender un oficio dominado por hombres, junto a esta estudiante hay otras dos  jóvenes aprendiendo también y poniendo su parte para hacer de esta sociedad más igualitaria.

Chacón, afirma que todos tenemos muchas capacidades que se pueden poner en práctica y desarrollar, en la medida que se descubran capacidades para el oficio. Se han ganado el respeto de sus diez compañeros que también las apoyan, las respetan y trabajan en equipo para aprender sin exclusión alguna, señaló el instructor.

Además, comenta que a Paolette, que tiene un carácter alegre le gusta escuchar, anotar, aprender y poner en práctica los conocimientos que le transmiten, entre estos la soldadura de banco, preparar piezas para pintura, lijar, pulir, y hacer troquel.

Para la familia, la opción de estudio de la joven no dejó de sorprenderlos, porque: “pensé que mi hija le gustaría aprender otro oficio como costura, pero nosotros, como su familia la apoyamos en todo lo que sea bueno”, asegura la madre.

Sin embargo, para Paolette, que ha tenido que superar preguntas como ¿qué hacés en el taller de soldadura?, es cumplir sus propósitos y aprender cada día a ser mejor.

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