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Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Krissia Romero, representante de la Mesa por la Soberanía Alimentaria, explicó que el reciente Informe “Análisis de inseguridad Alimentaria Aguda de la CIF, El Salvador”, proyectó que para los meses de junio y agosto 2022, 1,043,661 personas en inseguridad alimentaria necesitan acciones urgentes de parte del Estado salvadoreño, con un plan de respuesta que incluya ayuda alimentaria, asistencia monetaria y redistribución de activos.
Manifestó que hay 110,884 personas en la fase de emergencia por inseguridad alimentaria, las cuales se encuentra distribuida en 6 departamentos, San Salvador con 54,815, La Libertad con 16,620, La Unión con 13,887, Santa Ana con 12,053, Ahuachapán con 11,397 y Morazán con 2,112.
El último informe “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2021” (SOFI por sus siglas en inglés) de la FAO, señaló que la prevalencia de inseguridad alimentaria moderada o grave ha aumentado en el país durante el período de 2019-2021, pasando de un 42% en 2014-2016 a un 46.5%.
“El mismo informe SOFI señalaba que la prevalencia de desnutrición en la población total alcanzaba para el trienio 2019-2021 un 7.7%, es decir, que 522,017 personas estaban en condición de desnutrición para dicho período” afirmó.
Según Romero, la inflación sigue golpeando a las familias salvadoreñas, el Índice General de Precios al Consumidor (IPC) en junio de 20222 fue de 124.47, registrando un aumento de 0.84% con respecto a mayo de este año.
La canasta básica alimentaria en el mes de junio de 2022 alcanzó los valores más altos de los últimos 20 años, llegando a $173.74 en la zona rural y $235.47 para la urbana. Foto Diario Co Latino/cortesía.
Mientras que, en alimentos y bebidas no alcohólicas fue de 142.79 para el mismo mes, éste rubro es el que acumula un 8.12% de variación mensual y un 14.37% interanual, siendo el que refleja los mayores incrementos.
El último reporte de la evolución de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) muestra que en el mes de junio de 2022 se alcanzaron los valores más altos de los últimos 20 años a los cuales se tiene acceso, llegando a $173.74 en la zona rural y $235.47 para la urbana, es decir un incremento de $29.31 y $33.11 respectivamente, en relación al mismo mes del año 2019.
“La pobreza extrema en el área rural se ha incrementado, pasando de un 5.2% en 2019 a un 10.4% en 2021, mientras que, la pobreza total pasó de un 24.8% a un 27%. En el área urbana la pobreza extrema pasó de 4.1% en 2019 a 6.3% en 2021, y la pobreza total de un 22% a 24.6% en los mismos años”, detalló.
Adela Bonilla, de la Mesa por la Soberanía Alimentaria, indicó que los daños a 115 mil manzanas de granos básicos, especialmente en maíz, podrían traducirse en más de 150 mil quintales menos, a los que se le suman los daños en el frijol de primera que rondan entre 10% hasta un 50% por las últimas lluvias, sin embargo, prevén que en la siembra de agosto pueda recuperarse dicho cultivo.
“Seguimos esperando la reacción del MAG de cara a la difícil situación que la producción de alimentos está pasando, a lo que se les suman los severos daños a las vías de acceso a las comunidades, impidiendo o dificultando la movilización de la producción, compra de alimentos, acceso a servicios de salud y educación, dicha situación está sucediendo ante la inacción de las municipalidades y del gobierno central a través de FOVIAL y el MOP”, aseguró.
Bonilla dijo que contrariamente el gobierno sigue priorizado otros temas lejanos a la producción de alimentos en medio de una creciente crisis alimentaria, sin señales de que el Plan de Rescate agropecuario se lleve a cabo.
Para la Mesa por la Soberanía Alimentaria, integrada por 22 organizaciones y redes de todo el país, es necesario un plan de emergencia para incentivar la producción de alimentos a nivel nacional por medio de la aplicación de un subsidio de $300 directo a cada una de los 600 mil productores de granos básicos, que según el MAG se encuentran en sus bases de datos a cambio de garantizar la producción nacional desde la agroecología y el rescate de semillas criollas.
Además, es importante el despliegue inmediato de los equipos técnicos del CENTA, para verificar daños y planificar acciones de mitigación ante los embates meteorológicos que la producción nacional está sufriendo; así como un combate decidido y real a la especulación y acaparamiento de alimentos, con sanciones directas antes las grandes empresas responsables.
