Triste y dulce

Tania Primavera

 

Viajo de nuevo en el regreso

el bus y sus pasajeros, los vendedores entran

el hombre y sus micrófonos para el celular que no vende, los regala dice

luego, entra otro a cantar con su guitarra, con esas canciones tristes.

 

Pasando la calle después de la universidad nacional

los perros siguen en la acera del puente del Ricaldone

pero hace días noto que falta uno de ellos

aquel negro tigriadito y que dimos de comer con Alice

 

Pienso en él en el bus, y en eso suben otros vendedores

de tomates, de cebollas, un niño vende uvas y manzanas

el tráfico del atardecer afuera, en el asiento de atrás

escucho que un chico le llama por celular a una amiga que llama princesa

 

Los mangos en el árbol,

los charcos y el car wash

hay cerca un pasaje que tiene el nombre «Salarrué»

en una colonia marginal

 

¿Cómo estará? quisiera tocar su cara, su pelo

los rayos del sol pegan en mi rostro, veo el volcán de San Salvador

desvanecerse, triste y dulce en marzo

el cielo en ocaso es el día de primavera

 

Bajo del bus, froto las manos con un poco de alcohol gel

atraviesa la calle, noto a lo lejos que la perra espera

feliz con su llegada, los pasos de siempre

tomo un baño

 

entró a la casa triste y dulce, dulce y triste en una habitación

entre pinturas de ella de Humano y Mauricio Valiente

libros se acumulan sobre la mesa de noche

ropa, algodón, lapiceros, limas, la chaqueta hindú

 

En el camino, antes pensé en música

arrecostada, toma el libro agenda negro

comienza a escribir bocetos de sentires

y de repente, en la mesa el libro Trilce de César Vallejo

 

Todo es nuevo, quizás

nada es nuevo, quizás,

abro

y leo

 

Así, cuando ya no se puede

ver lo que anhelo ver

solo queda trilce de sus ojos grises

viajando en el regreso de un poema

 

 

 

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21 marzo 2023

 

Ilustración de Silvio Baldessari

 

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