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Sonetos del jamás olvido

de

Julio César Orellana Rivera

 

Mi amor perdido

Porque ando en busca del amor perdido,

la soledad y el dolor mi corazón

oprimen. La verdad, dice la razón,

que el pálpito lo tengo malherido.

 

Una vez el amor entretenido,

mi esclavo juicio se tornó camisón

de fuerza, porque la múltiple emoción

me dejó como un tipo sin sentido.

 

Yo necesito un buen samaritano

que cure mis heridas con aceite

y vino. Todo mi ser desfallece,

 

porque un amor en tiempo lejano

hurtó mi fanal, dejando el aceite,

que sin lámpara, mi amor fallece.

 

Jueves 29/08/2019, 6: 45 a.m.

 

 

Fractura

Tomó sus manos que tienen aliento

retenido. Él, con  fe, las acoge,

y así, cada uno, su culpa recoge

en el roce que tuvo el desaliento

 

y los dejó con ese sentimiento

de congoja y de soledad. No moje

la tormenta, según se le antoje:

ese amor, que ahora toma neo aliento.

 

Tanta fractura inútil ya no cabe

en la rosa de blanca vestidura

que reside en el jardín de enfrente.

 

Tanta palabra vana que ya sabe

a fruta podrida. Una mordedura

deja en la boca gusto repelente.

 

Jueves 29/08/2019, 8: 15 a.m.

 

Armisticio

Como una arcilla en tus manos me siento

con la fe de tu voz y del arcano,

que asiendo las mías, hoy soy humano

por la viva esperanza de tu aliento.

 

Como el beso sin aviso presiento,

que el querer y compartir es cercano,

cuando después de una duda, la mano,

el armisticio firma en adviento.

 

Con cuánta dulzura cuenta el Destino,

justo ahora que la vida renace

de las cenizas y el amor fecunda.

 

Todo es bello y en mi pensar atino:

quiere que ese dolor ya no amenace.

No será así: el amor hoy, nos inunda.

 

Viernes 30/08/2019, 7: 55 a.m.

Julio César Orellana Rivera

Ver también

«Orquídea». Fotografía de Gabriel Quintanilla. Suplemento Cultural TresMil, 20 abril 2024.