David Alfaro
El senador estadounidense,Van Hollen, relata cómo fue su encuentro con Abrego García en El Salvador, tras la polémica por las fotos en donde ambos aparecen, y según palabras de Bukele, con “margaritas”.
“Ninguno de los dos tocó esas bebidas”, aseguró, mientras explicaba que las habían llevado a la mesa poco después del comienzo de la reunión.
Además, confirmó que Abrego García ya no se encuentra en el CECOT, sino en una penitenciaria en las afueras de San Salvador, fue sacado hace 7 días y enviado a un penal en Santa Ana.
BUKELE TRATA DE SALIRSE DEL ATOLLADERO CON BURLA
«Kilmar Abrego García, milagrosamente resucitado de los campos de exterminio y la tortura, ahora disfruta de margaritas con el senador Van Hollen en el paraíso tropical de El Salvador», acaba de publicar Bukele.
El hecho de que Kilmar Ábrego esté con vida, reunido con un senador estadounidense, no borra lo que vivió. Tampoco borra que Bukele lo ha acusado de ser terrorista, que fue deportado sin debido proceso, acusado sin pruebas y privado de sus derechos más básicos. La ironía de Bukele es un intento de desviar la atención, de convertir en espectáculo lo que debería ser motivo de profunda vergüenza para su gobierno.
La historia enseña que los regímenes autoritarios, cuando no pueden ocultar sus crímenes, se burlan de sus víctimas. Las ridiculizan, las minimizan, las llaman “mentirosas” para que el mundo dude de ellas.
Pero lo cierto es que Kilmar vive. Y habla. Y cada palabra que diga a partir de ahora será más poderosa que todos los tuits sarcásticos que Bukele pueda escribir…