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Gloria Silvia Orellana
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La parroquia San José recibió a peregrinos y habitantes de El Paisnal, en Aguilares, para conmemorar el 47o aniversario de muerte martirial y el segundo aniversario de Beatificación del padre Rutilio Grande y sus dos colaboradores: Manuel Solórzano y el joven Nelson Rutilio Lemus.
El padre Rutilio Grande (1928-1977, nació en El Paisnal, y era párroco de Aguilares, y ha sido reconocido como un “Jesuita salvadoreño como un testigo excepcional de la fe”. Y fue quien fundó las Comunidades Eclesiales de Base, antes de ser asesinado por grupos que pertenecían a los Escuadrones de la Muerte, a cargo del fallecido Mayor Roberto D ´abusisson.
Rutilio Grande y sus colaboradores fueron asesinados el 12 de marzo de 1977, en un tramo de la carretera que conduce de Aguilares a El Paisnal, ahora conocido como el Monumento de las Tres Crueces, que se ha convertido en el punto de visitas o partida de peregrinajes en conmemoración de sus muertes martiriales.
En la santa misa ofrecida por el arzobispo de San Salvador, Monseñor José Luis Escobar Alas, recordó que ese 12 de marzo de 1977, “abrió una nueva página de la historia de la iglesia en nuestro país”, al citar en su lectura un documento emitido por el Arzobispado de San Salvador, horas después del triple asesinato.
Fue en el boletín informativo número 3 del Arzobispado, donde se publicó oficialmente: el Padre Rutilio Grande fue asesinados a eso de las 5 de la tarde cuando se dirigía al Paisnal para celebrar la santa misa.
El arzobispo reseñó que en el automóvil en el que el padre Rutilio se conducía, perdieron la vida también Manuel Solórzano y el menor Nelson Rutilio Lemus, luego de ser emboscados y acribillados por sujetos desconocidos.
“La noticia conmocionó al país entero, y a pesar de los peligroso que entrañaba guardar su memoria, su vida, pasión y muerte. El pueblo no olvidó ni su testimonio ni el de sus dos compañeros mártires Manuel y Nelson”, dijo.
“Año tras año se ha conmemorado, y ahora cumpliéndose el 47 aniversario de su martirio y dichosamente el segundo aniversario de su beatificación, el pasado 22 de enero de 2022 del Padre Rutilio y sus compañeros que tuvo como sede San Salvador. Ese día, como exulta el salmista: El Señor ha estado grande con ellos, y quiero invitarles a reflexionar en 3 puntos del martirio su misión y en el compromiso misionero”, añadió.
Sobre el martirio y sus implicaciones, el jefe de la Grey Católica sostuvo que “existe seguramente el deseo de tergiversar las razones del martirio”, al señalar que en el fondo hay un lado con la intención de manchar al mártir y, por el otro, justificar la intención del asesinato.
“Por eso el padre Rutilio fue víctima de esas actitudes y como señaló Monseñor Romero, en su homilía exequial ese día se le quiso calumniar de su versión que dio al padre Rutilio ese 14 de marzo de 1977”, añadió.
“Tildando su enseñanza de la Doctrina Social de la Iglesia, como algo político. Si de Jesús se dijo que incitaba al pueblo a rebelarse contra el poder dominante, no es extraño que sus discípulos reciban algo similar, dijo Monseñor Romero en la misa”, recordó Monseñor Escobar.
Igualmente, sobre el martirio -el arzobispo de San Salvador-, señaló que el origen de la palabra viene del griego “martyria” que significa testigo, por lo que consideró que un “mártir es un testigo de la fe”, lo que lo lleva a ofrecer hasta la vida por la verdad.
“El martirio se fundamenta en el amor. Ni el odio ni la venganza ni las ideologías o intereses económicos subyacen tras él, solo el valor de amor está a la base”, indicó.
“Estamos todos invitados a dar testimonio de nuestra fe, en la vida diaria con ese ardor que el padre Rutilio Grande y las comunidades Parroquiales del Paisnal y Aguilares dieron, y que María Santísima reina de los mártires y de todos nuestros mártires intercedan por nosotros y que seamos verdaderos testigos de Cristo”, concluyó el arzobispo Escobar Alas.
